En junio de 2023, la EMA notificó casos de tuberculosis, principalmente extrapulmonar, en pacientes tratados con pralsetinib (Gavreto), un antineoplásico inhibidor del protooncogén RET que se usa para tratar a algunos pacientes con cáncer pulmonar no microcítico [1].
Un análisis de informes de todo el mundo identificó nueve casos de tuberculosis en pacientes tratados con pralsetinib. La mayoría eran extrapulmonares y afectaban a los ganglios linfáticos, el peritoneo o los riñones. Algunos pacientes no tenían antecedentes de tuberculosis [1].
En un ensayo clínico no comparativo, 4 de 528 pacientes presentaron tuberculosis, incluyendo un caso grave [1,2].
Un equipo de Corea notificó dos casos de tuberculosis extrapulmonar que ocurrieron de 2 a 3,5 meses (respectivamente) después del inicio de la exposición al pralsetinib en una serie de 10 pacientes tratados [3].
A comienzos de 2024, no se había notificado este efecto adverso con el selpercatinib (Retsevmo), otro antineoplásico inhibidor del RET [4,5].
En la práctica, el pralsetinib es un antineoplásico: se afirma que actúa sobre la actividad de la proteína quinasa asociada al receptor RET, que participa en el crecimiento y la división celular. Sin embargo, este medicamento conlleva un riesgo de infecciones graves. Se debería averiguar si el paciente tiene tuberculosis antes de empezar el tratamiento con pralsetinib y, de ser así, aunque tenga la forma considerada latente, es necesario tratarla. Se puede esperar que este tratamiento interactúe con el pralsetinib. Algunos antituberculosos, sobre todo la rifampicina y la rifabutina, son inductores enzimáticos, por lo que podrían disminuir la concentración plasmática y la eficacia del pralsetinib [5].
Referencias