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Producción y Negocio

11° Simposio Técnico Trilateral: Fortalecimiento de las capacidades de manufactura para responder a la carga de enfermedades no transmisibles

(11th Trilateral Technical Symposium — Strengthening Manufacturing Capacities to Respond to the Non-Communicable Diseases Burden)
World Trade Organization, 13 de diciembre de 2024
https://www.wto.org/english/news_e/spno_e/spno55_e.htm
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Economía, Acceso y Precios 2025; 28 (1)

A continuación, compartimos los extractos seleccionados del discurso de apertura del 11º Simposio Trilateral por la Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, Directora General de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este evento fue organizado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la OMC.

La Dra. Ngozi Okonjo-Iweala inció su discurso resaltando el impacto de las enfermedades no transmisibles en la salud y la vida de las personas. Estas son responsables de la mayor parte de la carga global de enfermedad -el 74% de todas las muertes en el mundo- la mayoría en países de bajos y medianos ingresos. En la actualidad, mueren anualmente 41 millones de personas por enfermedades no tranmisibles y se prevé que en 2030 aumente a 52 millones.

A pesar de la urgente necesidad de promover la innovación y el acceso equitativo a tecnologías para la prevención, detección y tratamiento de las enfermedades no transmisibles, lo cierto es que estas enfermedades no han estado en los primeros puestos de la lista de prioridades.

Solo una pequeña fracción de la financiación de las instituciones de salud global se ha asignado a las enfermedades no transmisibles. Muchas tecnologías existentes para prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles siguen sin estar disponibles o son inasequibles en los países de bajos y medianos ingresos.

No es que la comunidad mundial de salud pública las haya ignorado. En la última década, las Naciones Unidas han emitido varias declaraciones, la OMS estableció una Comisión de Alto Nivel y un Plan de Acción Global, y ha habido iniciativas lideradas por los gobiernos para abordar la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocen el desafío que plantean las enfermedades no transmisibles y proponen que se reduzca la mortalidad por estas patologías en un tercio para 2030.

Pero la realidad es que no estamos en camino de alcanzar estos objetivos. Parte de la falta de atención es comprensible. Después de todo, justo cuando las enfermedades no transmisibles habían comenzado a ganar terreno como prioridad política, surgió una nueva cepa de coronavirus, volviendo a desviar la atención mundial hacia las enfermedades infecciosas.

Sin embargo, las enfermedades no transmisibles siguen siendo un problema de salud a nivel mundial, que algunos temen pueda salirse de control. Al mismo tiempo, el panorama está cambiando. Hay medicamentos nuevos que están revolucionando el tratamiento de la diabetes, la obesidad y otras las enfermedades no transmisibles. Los medicamentos personalizados para el tratamiento del cáncer tienen un potencial enorme, pero plantean cuestiones aún más importantes relacionadas con el acceso y la asequibilidad de estos tratamientos a nivel mundial.

La OMC ha estado analizando los aprendizajes y los desafíos de la covid-19 como estrategia para encontrar soluciones eficaces para la inminente crisis de las enfermedades no transmisibles. Veamos cinco de ellas:

En primer lugar, diversificar la capacidad de fabricación de productos médicos, un elemento clave en la preparación para pandemias, también ayudaría a responder a la carga global de Enfermedades No Transmisibles (ENT). Todos recordamos cómo los países pobres fueron relegados al final de la fila para recibir las vacunas contra la covid-19. Menos conocido es el hecho de que las interrupciones relacionadas con la pandemia redujeron drásticamente — e incluso cortaron por completo — el acceso a los tratamientos para las ENT en los países de bajos y medianos ingresos. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y condiciones de salud mental quedaron desamparados. Las encuestas de la OMS indican que el 31 % de los países de bajos ingresos reportaron falta de disponibilidad o desabastecimiento de medicamentos para ENT en 2020, cifra que aumentó al 41 % en 2021.

Las cadenas de suministro resilientes y la fabricación regional sostenible pueden ayudar a evitar este tipo de desabastecimiento en el futuro, al tiempo que reducen los precios mediante una mayor competencia.

En segundo lugar, la producción de vacunas antes de la pandemia estaba muy concentrada en unos pocos países (el 80% de las exportaciones mundiales provenían de solo diez economías), y lo mismo sucede con las exportaciones de tratamientos para las enfermedades no transmisibles, están muy concentradas. Por ejemplo, India, la UE y EE UU dominan las exportaciones de la insulina humana que se usa comúnmente para tratar la diabetes en los países de bajos y medianos ingresos. A medida que las principales empresas proveedoras cambian a productos más lucrativos, la concentración a nivel corporativo también empeora. El lado positivo de esto es que hay oportunidades para que nuevas empresas y países ingresen al mercado de medicamentos para las enfermedades no transmisibles, lo que fortalecería los suministros y el acceso. Pero esto solo puede suceder si el comercio se mantiene abierto y es predecible.

Una tercera lección de la pandemia covid-19 es que, si los esfuerzos para diversificar las capacidades de fabricación de productos para Enfermedades No Transmisibles (ENT) van a ser sostenibles a largo plazo, necesitan que la demanda sea constante y predecible. En otras palabras, la diversificación debe acompañarse de medidas que garanticen la demanda. La compra conjunta de productos médicos — como lo están haciendo actualmente seis pequeños estados insulares africanos con el apoyo de la OMS — es una opción para garantizar la demanda de producción en nuevas instalaciones de fabricación de contramedidas para las ENT.

Un cuarto conjunto de ideas gira en torno a la importancia de la transparencia y la coordinación de las nuevas iniciativas de fabricación. Muchas de esas iniciativas se han puesto en marcha desde la pandemia por covid-19, pero sabemos poco sobre si están coordinadas para complementarse entre sí. De igual manera, no hay suficiente transparencia con respecto a lo que se está haciendo para fortalecer la fabricación.

Por último, para abordar eficazmente la carga mundial de enfermedades no transmisibles, la innovación, no solo la fabricación, debe ocurrir en más países. La difusión de actividades innovadoras haría que la fabricación regional fuera más sostenible y apoyaría el desarrollo de tecnologías mejor adaptadas a las necesidades de los pacientes en una región en particular. La diversificación de la innovación requiere el intercambio de tecnología y conocimientos para hacerlo. Lo ideal sería que esto se hiciera mediante la colaboración voluntaria, las licencias, y así sucesivamente. Pero donde esto no se materializa, bajo las normas de la OMC, los gobiernos disponen de una amplia gama de flexibilidades para apoyar financieramente la investigación, y pueden utilizar las flexibilidades del Acuerdo sobre los ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio), incluyendo las licencias obligatorias, para lograr un acceso equitativo.

creado el 12 de Marzo de 2025