PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN
Prescripción
Argentina: La venganza de los gérmenes
Pedro Lipcovich
Página 12, 5 de junio de 2011
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-169497-2011-06-05.html
Resumido por Salud y Fármacos
La OMS hizo un llamado de último minuto a fin de “despertar antes de que sea demasiado tarde” para tomar medidas ante el hecho de que, por el mal uso de antibióticos y otros antimicrobianos, los gérmenes patógenos, cada vez más, se han hecho inmunes. En las causas de la resistencia a los antimicrobianos particularmente grave en la Argentina y el resto de América Latina “se eslabonan escenas desdichadas de la salud pública: el empleado de farmacia que, sin receta, le vende un antibiótico a quien no lo necesita; el médico que apurado, para que no lo sancione el dueño de la clínica por tardar en la consulta“ prefiere recetar un antibiótico antes que usar tiempo en explicar porque no es necesario; los padres que interrumpen el tratamiento de su nene porque, total, ya le bajo la fiebre. Pero, también, el hospital o la clínica privada que aún por falta de medidas elementales como el lavado de manos “permiten el desarrollo de cepas de bacterias multirresistentes. Y, todavía, están los mayores usuarios de antibióticos del mundo: los pollos y chanchos de criadero, que, consumidos por humanos, transmiten estas bacterias. Por último, cuando la situación exige desarrollar nuevos medicamentos para reemplazar los que ya no son efectivos, las empresas farmacéuticas no investigan en el área porque no les es rentable.
Sin embargo, el hecho de que el antibiótico lo recete un médico no es garantía de buen uso. Alcides Troncoso profesor titular de microbiología en la UBA y miembro del comité de infecciones intrahospitalarias del Hospital Muñiz “enumeró usos incorrectos de los antibióticos: ante todo, el antibiótico se usa como sedante”, tanto para el médico como para la familia del paciente: “Yo me quedaría más tranquila, doctor, si le diera un antibiótico al nene”. Y, para el médico, hacer una receta toma menos de un minuto, mientras que explicar porque ese antibiótico no hace falta llevaría mucho más tiempo. ¿Y por qué no tiene tiempo el médico?: Especialmente en clínicas privadas se controla cuanto está el médico con cada paciente y, si tarda ˜demasiado, se le aplica una sanción, contesto el profesor de la UBA, revelando que una de las causas ocultas del incremento en la resistencia bacteriana a los antibióticos es la sobreexplotación laboral en el ejercicio de la medicina.
Pero hay más usos incorrectos: Se usa el antibiótico como antitérmico, simplemente porque un paciente tiene fiebre, en lugar de dar paracetamol o ibuprofeno y estudiar la causa de la temperatura, agrego Troncoso, y dijo más: “Se lo usa para tratar infecciones virales, pero los antibióticos no curan ni el resfrío ni la gripe ni la tos”. Está bien, si, que el médico los recete para una faringitis con placas de pus, pero no para la mayoría de las infecciones respiratorias habituales. Tampoco deberían usarse indiscriminadamente para procesos de inflamación de ganglios, que en general son de origen viral, ejemplifico.
Y el uso irresponsable de antimicrobianos también puede perjudicar, silenciosamente, a la persona que cree haberse curado gracias al medicamento. Liliana Clara, pionera en la Argentina de la Alianza para el Uso Prudente de los Antimicrobianos (APUA) y titular del Comité de Control de Infecciones del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que aunque clínicamente el paciente se cure, si tiene alguna predisposición, por ejemplo en el pulmón o en el aparato urinario, quedaran acantonadas cepas de bacterias resistentes, dispuestas para el siguiente ataque. La OMS advirtió que el problema concierne no sólo a los antibióticos sino también a los antimicrobianos destinados al paludismo o al VIH-sida.
Hospital que enferma
Aun cuando se resolvieran todos los problemas en la administración de antibióticos en la comunidad, subsistiría la principal fuente de resistencia bacteriana: las infecciones intrahospitalarias. En hospitales y clínicas se han desarrollado especies de bacterias muy resistentes, especialmente en las unidades de terapia intensiva advirtió Pilar Ramón, asesora en resistencia a los antimicrobianos de la OPS”. Ahora mismo hay un problema con la aparición de una cepa resistente de la bacteria Klebsiella: apareció primero en Europa, después se extendió a EE UU y empieza a detectarse, en forma alarmante, en América Latina; la Argentina, que tiene una red de vigilancia de resistencias muy bien organizada, fue uno de los países que, hace un año, dieron el alerta. La Klebsiella es agente de la neumonía, que se presenta sobre todo en unidades de cuidados intensivos por contaminación del instrumental utilizado para respiración asistida. La mortalidad por esta cepa de Klebsiella está por encima del 50 por ciento de los pacientes.
¿Por qué pasa esto en los hospitales? Marcelo Galas contesta: En los hospitales se emplean cantidades impresionantes de antibióticos por falta de adecuados procedimientos de control de infecciones: porque los pacientes se infectan. Por ejemplo, el año pasado en la Argentina, nuestro Instituto dio un alerta nacional sobre resistencia, en muchos hospitales, al carbapenem y otros antibióticos de la misma familia: las alternativas de tratamiento llegaron a ser prácticamente nulas. Ante situaciones tan extremas, ante esa sensación de que ya no queda nada, los médicos se asustan mucho: se reforzó fuertemente el control, y en general se logró controlar la emergencia de cepas resistentes; algunos hospitales directamente erradicaron el germen, aunque a un costo enorme. La inversión hubiera debido hacerse antes, para prevenir.
Desde la OPS, Castro destacó que la multiresistencia en los hospitales no es inevitable: a veces no se tiene muy en cuenta algo muy simple pero de alta efectividad: el lavado de manos de los médicos. El especialista de OPS destacó la importancia de que en los hospitales haya comités de infecciones.
Por todo esto, la OMS requirió una acción urgente, ya que el mundo está a punto de perder las curas milagrosas que brindan los antimicrobianos. Margaret Chan, directora general de la entidad mundial, advirtió que más y más fármacos esenciales están fallando; el arsenal se reduce; la velocidad con la que se pierden medicamentos supera el desarrollo de drogas de reemplazo. Mirta Roses, titular de OPS, advirtió sobre la amenaza de hacer retroceder al mundo a la era pre antimicrobiana, cuando no existía tratamiento eficaz para la neumonía, la meningitis, la malaria o la tuberculosis; pidió despertar antes de que sea demasiado tarde y advirtió que la resistencia a los medicamentos no está en el horizonte futuro: se encuentra en nuestra realidad cotidiana.
Por eso José Luis Castro destacó que la OPS propone que cada país defina un plan nacional, integral y participativo: que integre no solo a la autoridad sanitaria, sino a la comunidad. La asesora de OPS Pilar Ramón destacó el lugar de las madres y, en general, de quienes se ocupen del cuidado de la familia: que tengan un buen conocimiento de los principios pero también de los riesgos del tratamiento antibiótico; que, cuando el médico prescribe un antibiótico, están dispuestas a preguntarle por cuánto tiempo deben tomarlo, qué efectos secundarios pueden esperarse y porqué doctor, usted indica esta medicación.