PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN
Farmacia
La automedicación no siempre es mala; debe ser responsable
El País, 15 de octubre de 2011
http://www.elpais.com.uy/111015/pnacio-599937/nacional/-la-automedicacion-no-siempre-es-mala-debe-ser-responsable-/
Si las personas aprendieran a cuidarse a sí mismas los médicos podrían centrarse más en las enfermedades de alta complejidad. Esa es la máxima de David Webber, director general de la Industria Mundial de la Automedicación Responsable (WSMI por su sigla en inglés). “La automedicación no es una mala palabra”, dice David Webber. Asociarla con la compra de antibióticos sin receta y la resistencia que esto puede generar en el organismo, es un error de concepto, enfatiza.
De origen francés, Webber es director general de la WSMI, una federación de más de 50 asociaciones que representan a productores y distribuidores de medicamentos de venta libre (aquellos que se venden sin una receta médica). “Todos los días, en todos lados, los consumidores buscan productos de cuidado personal que los ayuden en sus problemas de salud cotidianos”, reza la WSMI en su sitio web. “Lo hacen porque quizá les es más fácil o más efectivo en materia de costos o tiempo invertido; porque no sienten que su situación amerita una consulta médica profesional o porque no tienen otra opción”.
El desafío y la oportunidad de los gobiernos, profesionales de la salud y proveedores de medicamentos de venta libre, considera la WSMI, es crear un marco adecuado para que la automedicación se haga de forma responsable. “La primera vez que alguien tiene una migraña quizá no sabe qué es, entonces va al médico”, explica Webber. “Si el doctor le dice `es un diagnóstico clarísimo, tiene migraña`, la próxima vez no tiene por qué ir a consultar. Debería ser capaz de distinguir el síntoma e ir a la farmacia para adquirir un remedio contra la migraña”, considera el especialista, quien estuvo en Montevideo con motivo de la Asamblea General de la Asociación Médica Internacional, evento que reunió desde el miércoles hasta hoy a unos 500 delegados de asociaciones médicas de 93 países.
Según Webber no es un tema de obviar el diagnóstico profesional sino de ser consciente de cómo cuidarse. “El paciente no es el que hace el diagnóstico, el diagnóstico lo realiza el médico. Lo que la persona hace es reconocer los síntomas e ir directamente al medicamento”, agrega. Para que esto sea posible, aclara, las autoridades sanitarias locales tienen que ser rígidas en qué medicamentos se pueden vender sin receta y qué necesita sí o sí una prescripción médica.
“Nadie está sugiriendo que deberían tomar antibióticos. Hay que ser claros en eso”, subraya. “Hay una lista de medicamentos aceptables para la venta sin prescripción y una lista de otras drogas que siempre deben ser recetadas”. Esto no sólo tiene que estar claro sino que debe controlarse firmemente qué se vende y qué no, dice Webber. Porque las personas, agrega, también tienen que tener garantías de que lo que hay a su disposición en las farmacias son drogas seguras que no le generarán efectos secundarios peligrosos.
“En general cuando hablamos de medicamentos de venta libre, hablamos principalmente de remedios para problemas menores: un problema en la piel, un dolor estomacal, migraña o catarro; no cáncer”, subraya. En su opinión el punto más relevante sobre la importancia de los medicamentos de venta libre es que están diseñados para tratamientos cortos. “Si el síntoma no se revierte, entonces necesitas ir al médico. Definitivamente”.
Pero ¿porqué estimular el consumo de este tipo de medicamentos además de para darle ganancias a la industria farmacéutica -algunos de cuyos representantes conforman la WSMI? Por dos razones, dice Webber. Para estimular en la población el cuidado y el control de su propia salud; y para que los médicos y el sistema sanitario puedan concentrar sus recursos económicos y humanos en enfermedades de mayor complejidad como el cáncer o las patologías cardiovasculares.
El estimular en las personas el cuidado y el hacerse cargo de su propia salud, según Webber, va de la mano con insistir en que las enfermedades que hoy cuestan tanto dinero a los sistemas de salud como el cáncer o los accidentes cardiovasculares, se pueden “y deben” prevenir con cambios en los hábitos de vida. Cambios, agregó, que también pueden ser facilitados con medicamentos que ayudan a bajar de peso o a dejar el cigarrillo.
“Va más allá de adquirir un medicamento para tratar un problema digestivo, se trata de motivar a la gente para que se haga cargo de su salud”, considera el director de la WSMI. Para Webber la automedicación responsable implica un proceso de cambios que llevaría a los farmacéuticos a tener un rol más activo en asesorar a las personas sobre qué medicamento es mejor para su problema de salud, y no ser únicamente vendedores de medicamentos. “Es un proceso, cada país debe definir hacia dónde quiere ir”, subraya. En su web, la WSMI detalla para cada país qué medicamentos son de venta libre y cuáles no.
Para promover estos cambios, la WSMI desarrolla proyectos conjuntos con la OMS.
-¿Y los médicos coinciden con la idea de la automedicación?
-Depende cuál (se ríe). Algunos creen que son ellos los que tienen que llevar el liderazgo. Es un proceso.
Nota de los Editores: Incluir esta opinión en el Boletin Fármacos no indica que los editores están de acuerdo con las opiniones que en ella se expresan. Consideramos importante publicarla para que el lector vea que WSMI representa los intereses de la industria y no los de la salud de los ciudadanos.