PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN
Utilización
El mal uso del fármaco es un 8 por ciento del gasto sanitario Beatriz García Suárez
Correo Farmacéutico, 11 de octubre de 2012
Cada vez son más los profesionales que vienen defendiendo que la base del ahorro en medicamentos vendrá garantizando su uso adecuado. Según este estudio, hoy en día los Gobiernos pierden la oportunidad de ahorrar cerca de 500.000 millones de dólares al año. A este dato se añade el que en el mismo marco presentó la OMS por el que estima que más del 50% de los medicamentos no se toman correctamente.
De hecho, el informe de IMS Health apunta a que más de la mitad (el 57%) del coste global derivado del mal uso de los fármacos se debe a la falta de adherencia.
El propósito del estudio, como matiza el propio texto, no es tanto presentar grandes cifras económicas cuanto “abrir un debate significativo sobre la forma de evaluar el uso responsable de los medicamentos” y de plantear cinco acciones de mejora concretas. Y la primera recomendación que lanza es que los países “fortalezcan el papel del farmacéutico en la gestión de los medicamentos”.
A su juicio, si la botica tiene más rol en la gestión de los tratamientos y, además, “colabora con los médicos en la tareas de revisión” se podrían atacar los problemas de falta de adherencia y de gestión de la polifarmacia. En este último apartado, el informe recomienda que se celebren, además, “auditorías médicas a los pacientes mayores” para conocer cómo gestionan sus tratamientos.
Otras medidas correctoras
Otro aspecto sobre el que recomienda incidir es sobre el uso de antibióticos. Así, sugiere que los proveedores tengan que aplicar, de forma obligatoria, informes sobre el uso de estos tratamientos de forma que se pueda controlar los actuales problemas de abuso o mal uso. Y es que sólo estos tratamientos representarían un 11% del gasto evitable.
El informe de IMS anima a que los Gobiernos “fomenten un cambio de actitud en los profesionales sanitarios para detectar y registrar los errores y problemas”. Este cambio en la cultura ayudaría a detectar primero y combatir después los errores de medicación. La última gran recomendación se centra en que los países apoyen y desarrollen programas de gestión de enfermedades diana para pacientes de alto riesgo dirigidos a garantizar que estos pacientes concretos inicien sus terapias a tiempo.
Así, estarían diseñados “para la gestión de enfermedades prevalantes y no transmisibles, como la diabetes, para garantizar el inicio oportuno de la terapia: no en todos los pacientes pero sí para aquellos expuestos a mayor riesgo por el uso de medicamentos fuera de tiempo”, matiza.