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Precauciones

Analgésicos. Después de un ataque al corazón, algunos analgésicos podrían aumentar su riesgo de recurrencia. Un estudio halla que tomar incluso algunos antiinflamatorios no esteroideos durante una semana podría ser peligroso
Maureen Salamon
HealthDay News
, 9 de mayo 2011
Traducido por Hola Doctor

Un estudio reciente sugiere que las personas que tienen antecedentes de ataque al corazón están en mayor riesgo de sufrir otro ataque o de morir incluso después de tomar ciertos tipos de analgésicos con receta o de venta libre, tales como Advil, Motrin o Voltaren, durante una semana.

Investigadores daneses analizaron los registros nacionales de casi 84.000 supervivientes de ataques al corazón y encontraron que los que tomaron determinados medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) durante una semana enfrentaban un riesgo 45% mayor de sufrir otro ataque. El uso de estos medicamentos durante tres meses aumentó el riesgo a 55%.

Los resultados respaldan la declaración de la American Heart Association en 2007 que alertaba a los médicos sobre el riesgo de recetar AINE a los pacientes y recomendaba su uso solamente a la dosis más baja y durante el menor tiempo necesario.

“Estos resultados indican que no hay una ventana terapéutica aparentemente segura para los AINE en pacientes que han sufrido un ataque cardiaco previo, y cuestionan la seguridad de las recomendaciones de uso a dosis baja y a corto plazo de los AINE”, señaló la autora del estudio Dra. Anne-Marie Schjerning Olsen, asociada de investigación de la Universidad de Copenhagen en Dinamarca.  El estudio aparece en la edición en línea del 9 de mayo de Circulation.

Los AINE más comunes que se recetaron a los participantes del estudio fueron ibuprofeno (Advil, Motrin) y diclofenaco (Cataflam, Voltaren). Diclofenaco representó el riesgo cardiovascular más alto, incluso mucho mayor que rofecoxib (Vioxx), un AINE que se prohibió en 2004 en Estados Unidos debido a la alta tasa de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares entre los que lo tomaban.

La FDA emitió una advertencia que decía que los pacientes que se recuperan de una cirugía cardiaca no deberían tomar diclofenaco. “Nos sorprendió que los AINE de uso común como el diclofenaco, que en algunos países se vende sin receta y sin el asesoramiento de un experto que advierta sobre sus efectos secundarios potenciales, se relacionaran con un mayor riesgo, y que dicho riesgo se mantuviera durante el curso del tratamiento”, apuntó Olsen.

Un AINE popular, naproxeno (Aleve), no se relacionó con un mayor riesgo de muerte o ataque al corazón recurrente en el estudio, aunque ha sido asociado con sangrado gastrointestinal.

Todos los AINE bloquean la producción de la enzima COX, que viene en dos formas. Los medicamentos que inhiben la enzima COX-2 (que incluyen a Celebrex) tienen una mayor probabilidad de coágulos asociados que otros AINE que inhiben la COX-1, señaló el Dr. Elliott Antman, profesor de medicina del Hospital Brigham and Women’s y de la Facultad de medicina de Harvard en Boston. “Por ejemplo, la aspirina, un AINE que tiene propiedades anticoagulantes, bloquea la enzima COX-1”, señaló Antman, “y desde hace tiempo se considera útil para prevenir los ataques al corazón cuando se utiliza en dosis baja”. Tanto Antman como Olsen estuvieron de acuerdo en que a la dosis baja que normalmente se administra a los pacientes, la aspirina diaria podría no representar un riesgo añadido para la recurrencia del ataque al corazón.

Por otra parte, los nuevos resultados “no nos sorprenden, y sentimos que realmente respaldan las recomendaciones que hemos hecho”, señaló Antman, que también fue el autor principal de la información sobre los AINE en 2007 de la AHA. “Sentimos que había un riesgo en el uso de los AINE si el paciente tenía enfermedad cardiaca isquémica o estaba en riesgo de esta enfermedad. . . nunca estuvimos convencidos de que estos medicamentos fueran seguros”, agregó Antman.

Olsen y su equipo apuntaron que el nuevo estudio estaba limitado por su naturaleza observacional, por lo que un ensayo prospectivo y aleatorio aportaría mayor certeza sobre la cuestión. Sin embargo, los datos eran completos, ya que provenían del Registro Nacional Danés de Pacientes, apuntó, así como de un registro nacional de recetas que registró todos los medicamentos que se prescribieron a los ciudadanos desde 1997.

Entre los cerca de 84.000 sobrevivientes de ataques al corazón analizados, con una media de edad de 68 años, más del 42% tenía al menos una receta para un AINE, según el estudio. El ibuprofeno a dosis bajas es el único AINE de venta libre en Dinamarca, por lo que era poco probable que su uso afectara de manera significativa los resultados del estudio, apuntó Olsen.

Antman señaló que los pacientes cardiacos tomarán algunas veces AINE a pesar de los riesgos si tienen dolor severo debido a otras afecciones como artritis reumatoide o lupus. Se debe recurrir primero a métodos no farmacológicos para el alivio del dolor, como la terapia física de calor y férulas, u otro tipo de analgésicos antes de usar los AINE.

“Algunos pacientes tienen artritis debilitante y necesitamos tomarlos en cuenta en la lista [de los AINE], sabiendo que a medida que avanzamos en la lista nos adentramos a un territorio cada vez más peligroso”, destacó Antman. “Si toman un AINE, no deberían seguir haciéndolo durante mucho tiempo. Muchos médicos no vigilan el uso de medicamentos y los pacientes los siguen tomando por mucho tiempo después de superar su problema cardiaco”.

Más información

La Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos tiene más información sobre los AINE.
Nota: El articulo al que se refiere esta noticia es: Anne-Marie Schjerning Olsen, M.BCopenhagen University, Hellerup, Denmark; Elliott Antman, M.D., professor of medicine, Brigham and Women’s Hospital and Harvard Medical School, Boston; May 9, 2011, online, Circulation.

modificado el 28 de noviembre de 2013