ADVIERTEN
Precauciones
Eritropoyetina alfa (Procrit). Un medicamento para la anemia podría empeorar los ataques cardiacos. Un estudio halla que Procrit no ofrece ninguna protección cardiaca y que podría aumentar el riesgo después de un ataque agudo.
Steven Reinberg
Healthday News, 10 de mayo
Traducido por HolaDoctor
Un estudio reciente halla que las personas que reciben un medicamento llamado eritropoyetina alfa después de un ataque cardiaco podrían experimentar nuevos problemas cardiacos e incluso un mayor daño cardiaco después de un ataque.
El medicamento que estimula los glóbulos rojos, se administra a algunos pacientes de ataque cardiaco debido a que algunos estudios sugieren que podría reducir la magnitud del daño cardiaco y mejorar la función del corazón, explicaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición del 11 de mayo de la Journal of the American Medical Association.
“Este estudio muestra que la eritropoyetina sólo debería usarse con precaución en pacientes que tienen ataques cardiacos recientes”, apuntó el Dr. Deepak L. Bhatt, jefe de cardiología del VA Boston Healthcare System, que no participó en el estudio.
De hecho, “en este estudio hay indicios de que el uso de la eritropoyetina puede tener efectos cardiacos adversos”, señaló Bhatt, que también es profesor asociado de medicina en la Facultad de medicina de Harvard y autor de un editorial acompañante en la publicación. Por ejemplo, esto no significa que el medicamento no tenga su sitio para ayudar a reducir las transfusiones en las personas que tienen bajos recuentos sanguíneos, agregó.
Entre los medicamentos eritropoyéticos, conocidos como agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE), se encuentran Procrit y Epogen. Se utilizan normalmente para tratar la anemia en pacientes de cáncer y para reducir el riesgo de transfusiones.
Para el nuevo estudio, denominado ensayo REVEAL, 222 pacientes de ataque cardiaco de múltiples centros a lo largo y ancho de Estados Unidos fueron asignados de forma aleatoria para recibir eritropoyetina alfa o un placebo después de una angioplastia con balón o la colación de una endoprótesis vascular (stent) para desobstruir los vasos cardiacos.
Todos los pacientes sufrieron el tipo más crítico de ataque cardiaco, un infarto de miocardio con elevación del segmento ST, o STEMI Debido a que estos pacientes están en riesgo de muerte del tejido cardiaco por una deficiencia local de oxígeno (infarto) y otros cambios que incrementan la probabilidad de insuficiencia cardiaca y de muerte, los investigadores querían saber si la eritropoyetina alfa tenía algún efecto protector.
El ensayo fue dirigido por el Dr. S. Samer Najjar, del Instituto de Investigación de la Salud Med-Star en el Centro Hospitalario de Washington, en Washington, D.C. Como ensayo aleatorio y doble ciego con placebo y grupo de control de fase 2, en los que ni los pacientes ni los investigadores saben quién recibe la medicación o el tratamiento simulado, es el tipo de estudio que se considera el estándar por excelencia de la investigación.
Los pacientes de ataque cardiaco que tomaban eritropoyetina alfa recibieron una dosis intravenosa del medicamento cuatro horas después de una angioplastia primaria o de rescate o un procedimiento de colocación de endoprótesis vascular, el grupo de control recibió una infusión de solución salina. Cada paciente se sometió a dos estudios de imagen cardiovascular por resonancia magnética, uno antes y otro después del tratamiento con eritropoyetina alfa o placebo.
Los investigadores encontraron que el tamaño del área dañada del corazón seguía siendo el mismo después de cada escáner, tanto en los grupos de eritropoyetina alfa como del placebo. Sin embargo, entre los pacientes de 70 años o más que recibieron eritropoyetina alfa, el daño cardiaco de hecho se incrementó durante las primeras semanas después del tratamiento, señalaron los investigadores. Además, cinco pacientes que recibieron la eritropoyetina alfa murieron, tuvieron otro ataque cardiaco o experimentaron una obstrucción en la endoprótesis vascular que se les colocó durante la angioplastia. Ninguno de los pacientes que recibieron el placebo tuvo estos problemas, apuntaron los investigadores.
Esta no es la primera vez que Procrit y otros AEE se relacionan con eventos adversos graves. El año pasado, los problemas causados por los AEE llevaron a la FDA a exigir directrices más estrictas para su uso en pacientes de cáncer debido al mayor riesgo de insuficiencia cardiaca, desarrollo de tumores y muerte observado entre los que los tomaban.
En un comentario sobre el estudio, el Dr. Gregg Fonarow, director adjunto de cardiología en la Facultad de medicina David Geffen de la UCLA, señaló que “ha habido un interés sustancial en el desarrollo de agentes cardioprotectores que pudieran administrarse durante un infarto agudo de miocardio (ataque al corazón)”.
Cada vez hay más datos experimentales que sugieren que la eritropoyetina puede tener propiedades antiinflamatorias y otras cualidades que podrían proteger al corazón, pero los estudios anteriores que se han hecho para evaluar los efectos de la eritropoyetina han sido pequeños y con resultados contradictorios, agregó.
“Estos hallazgos, junto con los estudios previos, sugieren que los efectos cardioprotectores de los agentes estimulantes de la eritropoyetina en pacientes de infarto agudo de miocardio no son clínicamente relevantes”, apuntó Fonarow.
Más información
Para más información sobre los AEE, visite la Administración de Alimentos y Drogas de EE. UU.
Nota: El articulo al que se refiere esta noticia es: Deepak L. Bhatt, chief of cardiology, VA Boston Healthcare System Director, Integrated Interventional Cardiovascular Program, Brigham and Women’s Hospital & VA Boston Healthcare System, associate professor of medicine, Harvard Medical School, Boston; Gregg Fonarow, M.D., associate chief, cardiology, David Geffen School of Medicine, University of California, Los Angeles; Journal of the American Medical Association, May 11, 2011.