ÉTICA Y DERECHO
Investigaciones
Los problemas legales de una de las grandes farmacéuticas: la historia reciente de GlaxoSmithKline
Salud y Fármacos
Boletín Fármacos 2014;17(3)
No se puede decir que el historial ético de la conducta de una de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo sea ejemplar. Boletín Fármacos publicó en 2012 un resumen de la historia de violaciones éticas y legales de GlaxoSmithKline (GSK) [1]. En el artículo se documentaba que desde 1991 hasta noviembre de 2010, GSK, la tercera farmacéutica del mundo con ventas de US$34.000 millones (2010), había pagado al gobierno federal de EE UU por concepto de multas y acuerdos extrajudiciales US$4.500 millones, una cantidad superior a la de cualquier otra empresa farmacéutica [2].
GSK sigue acumulando trofeos de violaciones éticas y multas. Hasta muy recientemente, GSK se había negado a compartir su base de datos de Relenza (zanamivir) con investigadores independientes y solo ha cedido tras la enorme presión ejercida por la Cochrane y el BMJ durante los 5 últimos años. Los hallazgos de investigadores independientes contradicen el supuesto de que los inhibidores de la neuraminidasa son efectivos para combatir la gripe [3].
A finales de mayo de 2014, la Oficina de Fraudes Serios (Serious Fraud Office o SFO) de Gran Bretaña empezó una investigación criminal formal sobre las “prácticas comerciales” de GlaxoSmithKline. Como es costumbre en estas circunstancias, GSK no dio ninguna información sobre el caso y tampoco lo hizo la SFO. El único comentario que ofreció GSK fue que la empresa: “…está comprometida a realizar todos sus actividades empresariales de acuerdo a los estándares éticos más altos y continuará cooperando totalmente con la SFO” [4].
En números anteriores del Boletín Fármacos hemos presentado las acusaciones sobre violaciones éticas que se han formulado contra GSK en China [5-7]. Los procesos judiciales en China y más recientemente en Polonia se están complicando para la farmacéutica. En mayo las autoridades chinas acusaron al ex-jefe de GSK en China de ordenar a sus empleados que ofrecieran sobornos a los médicos y otros empleados hospitalarios para que utilizaran los medicamentos de la farmacéutica, con lo GSK ha conseguido US$150 millones de ingresos adicionales.
Las autoridades chinas han acusado a GSK de pagar a los médicos viajes a conferencias y honorarios por hacer presentaciones que nunca tuvieron lugar. También han acusado a GSK de aumentar los precios de los medicamentos en China.
De acuerdo a una noticia publicada en The Wall Street Journal GSK había recibido advertencias sobre su presunta violación de las leyes de corrupción inglesas y norteamericanas por haber contratado médicos que eran funcionarios públicos para promover sus medicamentos en Iraq y pagarles viajes a congresos internacionales.
En Polonia
GSK reconoció que en Polonia había descubierto evidencia de “comunicación inapropiada” por parte de un solo empleado que violaba sus normas y que ya fue disciplinado en 2011. GSK añadió que “continuaba investigando estos asuntos y cooperando estrechamente” con la Oficina Central de Anticorrupción de Polonia [8].
Sin embargo, información difundida por la BBC el 13 de abril de 2014 afirma que GSK se enfrenta a una investigación criminal presuntamente por sobornar a médicos. En Polonia, once médicos y un director regional de GSK han sido acusados de presunta corrupción entre 2010 y 2012.
Jareck Wisniewski, un exvisitador médico de GSK en la región polaca de Lodz, dijo: “Es algo muy sencillo. Pagamos a médicos y ellos escriben recetas [de nuestros medicamentos]. Pero no pagamos a los médicos por escribir estas recetas, no vemos las recetas de nuestros medicamentos. No podemos ir a los médicos y decirles ‘Necesito 20 recetas más’. Así que preparamos un acuerdo para que ellos den una charla a pacientes, pagamos £100, pero esperamos más de 100 recetas de este medicamento. Es un soborno”.
Wisniewski confirmó que aunque el acuerdo era un pago por servicios de educación, los médicos entendían claramente que tenían la obligación de producir un número de recetas por el pago recibido.
El fiscal de Lodz encontró evidencia, en documentos que GSK entregaba a los médicos, de que GSK había hecho pagos ilegales en más de una docena de centros de salud diferentes en donde no había evidencia de que hubiera habido ninguna actividad que pudiera considerarse como de “educación de pacientes”. El vocero de la fiscalía, Rysztof Kopania dijo: “Tenemos evidencia de que en más de una docena de casos se trataba de un soborno camuflado. Los médicos, como pago por el dinero recibido, daban preferencia a los productos de la compañía farmacéutica y prescribían el medicamento”.
Un médico ya ha admitido la culpabilidad, recibió una multa y una sentencia suspendida. Admitió que aceptó £100 por una charla que nunca dio, pero solo bajo presión del visitador médico de GSK. Dijo a la BBC: “Continuaban insistiendo, y yo solo soy humano”.
GSK dijo que médicos polacos eran responsables de un programa para mejorar los estándares de diagnóstico y el entrenamiento de los médicos en enfermedades respiratorias en Polonia entre 2010 y 2012. Estas sesiones educativas las daban especialistas, quienes en base a contratos firmados con GSK recibían pagos apropiados para este trabajo de acuerdo a su nivel de entrenamiento y experiencia. Las sesiones de este entrenamiento fueron acordadas con los centros de salud polacos. Una vez recibidas las alegaciones sobre la conducta de este programa en la región de Lodz, GSK ha investigado el asunto utilizando recursos externos y de la compañía. La investigación ha encontrado evidencia de que un solo empleado ha hecho una comunicación inapropiada en contravención de las normas de GSK. Este empleado ha sido reprendido y disciplinado. Según GSK, la farmacéutica sigue investigando el asunto y está cooperando con Oficina Central de Anticorrupción de Polonia.
Al mismo tiempo los problemas de GSK en China se complican [9]
La agencia oficial de comunicación china China.org.cn en una noticia publicada en su diario el 14 de mayo de 2014 informaba de que la policía de Changsha, la capital de Hunan, había terminado la investigación sobre los sobornos de GSK en China y que se había trasladado el caso a la fiscalía.
Los fiscales han empezado su trabajo examinando el caso que incluye a un total de 46 sospechosos, incluyendo a Mark Reilly, el gerente de GSK en China. Reilly es un ciudadano británico. Después de 10 meses de investigación, la policía encontró que Reilly había ordenado a sus subordinados ofrecer sobornos.
La alegación es que Reilly presionaba a sus vendedores para que sobornasen a hospitales, médicos y otras instituciones médicas y organizaciones a través de diferentes medios y consiguió miles de millones de ingresos ilegales.
En 2012, GSK promovió a Reilly a director general de la farmacéutica en China. Otros dos ejecutivos, Zhang Guowei y Zhao Hongyan, también están bajo sospecha de sobornar a oficiales en Peking y Shangai para evitar que se les investigue.
Las técnicas de los sobornos [9]
Cuanto mayor son los sobornos mayores son las ventas. Se alega que para promocionar las ventas y excluir a los competidores, GSK China ofrecía sobornos para que los médicos prescribieran sus medicamentos. Li, una de las personas bajo sospecha y médico de un hospital de Hunan dijo a la agencia oficial de noticias china Xinhua que en marzo de 2012, un representante de ventas de GSK le ofreció US$3 por cada caja que prescribiera de Heptodin y US$15 por cada nuevo paciente que empezase a usar el medicamento. Heptodin se usa para tratar la hepatitis B.
Li normalmente prescribía 150 a 200 cajas de Heptodin y reclutaba de 5 a 8 pacientes cada mes, con lo que conseguía unos US$720. Tan, el representante de ventas de GSK entraba estos gastos como pagos que hacía a Li por dar charlas en los programas de entrenamiento de la farmacéutica. Tan dijo: “Le pagaba todos los meses pero la verdad es que solo dio charlas una o dos veces. Como se puede observar es un sistema de promocionar ventas semejante al que los fiscales han descubierto en Polonia.
Zang Guowei, uno de los sospechosos principales, fue vicepresidente y director de recursos humanos de GSK China, dijo a Xinhua que el crecimiento de las ventas se debía a los sobornos: “La oficina central global imponía objetivos de crecimiento de ventas altos. Cuando Reilly tomó la dirección, la estrategia de la compañía cambió de una orientación dirigida a aumentar las ganancias a otra de aumentar las ventas. La meta de ventas en China aumentaba cada año para compensar la reducción de los mercados en EE UU y Europa”.
Según Guo Jianhua, director de recursos humanos que también está imputado, el personal de ventas de la farmacéutica aumentó de 1.000 en 2008 a 5.500 hoy día.
La policía encontró que las normas de la farmacéutica obligaban a los equipos de ventas a sobornar a los médicos para alcanzar las desorbitantes cuotas de ventas. Liang Hong, vicepresidente y gerente de operaciones de GSK, confirmó que aquellos que alcanzaban las cuotas recibían importantes bonificaciones, promociones y vacaciones en el extranjero mientras a quienes fracasaban los degradaban o los despedían.
En su declaración a la policía Liang dijo que a cada vendedor se le permitía gastar cada mes entre ¥3.000 (1US$=¥6,16) y ¥5.000 en sobornos a médicos. “Si no era suficiente, podían solicitar más. Para los medicamentos para hepatitis, el soborno podía llegar a ser de un 5 a un 8% del precio del medicamento. Estimaba que el dinero que se gastó en coimas ascendía a un 30% del valor de la medicina, que en total suponía cientos de millones de yuanes cada año.
Los ingresos de GSK en China aumentaron de ¥3.900 millones en 2009 a ¥6.980 millones en 2012.
De acuerdo a la policía, Reilly y sus colegas ocultaban los ingresos ilegales en el mercado chino falsificando transacciones entre GSK China y otras divisiones extranjeras de GSK, de forma que pareciera que los ingresos venían de compras de materias primas chinas. Los directivos chinos hacían todo lo posible para encubrir las conductas ilegales durante las inspecciones de las autoridades reguladoras. La policía encontró que todas las factorías y departamentos de GSK China habían participado en los sobornos relacionados con las ventas de vacunas y medicamentos de venta con receta. En julio de 2013, la policía detuvo a cuatro ejecutivos importantes de GSK China por posibles sobornos comerciales. Riley no era uno de ellos.
La investigación expuso la estrategia que GSK usaba para poder cubrir los gastos de las coimas y obtener ganancias sustanciosas: subir los precios de los medicamentos.
Un documento de la farmacéutica que consiguió Xinhua demostraba que GSK China ha puesto el precio de una caja de Heptodin en ¥142, pero en Corea del Sur solo vale ¥18, en Canadá unos ¥26 y en el Reino Unido ¥ 30. Una declaración de la policía decía que GSK China subía intencionalmente el precio en el mercado chino presentando declaraciones falsas a las aduanas chinas. Chen Hongbo, que había sido vicepresidente de GSK China, dijo a la policía que el precio se aumentaba aún más cuando los medicamentos se importaban y se empacaban en China. Según la información que dio Chen, cuando un medicamento era para el mercado de China, el precio de la fábrica ya incluía las ganancias y las comisiones. Para evitar pagar impuestos en China, la empresa dividía la producción entre diferentes sucursales de GSK en diferentes países y empacaba en China.
El costo actual de una caja de Heptodin es ¥15,7. En aduanas se declara un precio de ¥73, y el precio que se pone de fábrica es ¥142. El precio más alto de venta al por menor en China es ¥207. Así es como la empresa encubre las ganancias como costos. Aunque de 2009 a 2012 los ingresos se dispararon, en los libros las ganancias parecían pequeñas. En 2012, registraron ¥188 millones de pérdidas con unos ingresos por el principal negocio de la empresa de ¥6.980 millones. Hacía falta sobornar a los médicos para vender medicamentos tan caros [9].
China advierte a los inversores extranjeros
Después de que la policía diese a conocer y transferir esta información a los fiscales, la agencia de noticias oficial Xinhua publicó una editorial en la que decía que los inversionistas extranjeros “deberían aprender a respetar el comercio en China,” y por lo menos poner precios razonables a sus productos [10]. Las transnacionales deberían tomar nota de lo que les pudiera pasar de no hacerlo. El exejecutivo más alto de GSK en China (Rilley) está imputado por acciones que le pueden costar pasar el resto de su vida en la cárcel y las ventas de GSK han sufrido. Y de momento hay otros dos altos ejecutivos que también están imputados con cargos muy serios. “Las prácticas de GSK han erosionado su integridad corporativa y podrían causar un daño irreparable a la compañía en China y en otras partes. Este caso es una admonición a otras multinacionales: en China la ética es importante”. GSK ya ha anunciado que bajará los precios de sus medicamentos en China.
La venganza de los empleados chinos de GSK China [11]
Una de las respuestas al desastre de GSK en China ha ocasionado que la empresa despida a los empleados cuyos gastos no estaban “en conformidad con las normativas de la compañía”. Tres de los que fueron empleados afirman que fueron despedidos ilegalmente, y han llevado su caso a la corte.
Los tres exempleados demandan compensación, dos meses de pago por cada año que trabajaron para GSK y afirman que fueron ilegalmente despedidos en abril y mayo. De acuerdo a uno de ellos, GSK animaba a algunos de sus empleados chinos a que dimitieran y les amenazaban con su expulsión y malas referencias.
Como otros de sus pares, los tres demandantes están pidiendo reembolso por los sobornos que los administradores presuntamente les instruyeron que pagaran a los médicos y al personal hospitalario. El abogado que les representa dijo que en algunos casos la cantidad supera los US$32.200.
El abogado dijo: “Los trabajadores piensan que la compañía es muy deshonesta y que su actitud es abominable. Están muy decepcionados con la conducta de la compañía”.
Un vocero de GSK dijo que la farmacéutica no puede comentar sobre casos particulares, pero que había tomado una decisión disciplinaria después de una revisión exhaustiva y se habían encontrado gastos relacionados con fraude.
El costo de estas compensaciones no representará una cantidad importante para GSK, ya que los salarios en China son relativamente bajos. Pero sin duda representa otro dolor de cabeza para la compañía. Según GSK menos de diez empleados han llevado a juicio a la empresa, pero Liu dijo que hay dos docenas más esperando los resultados del primer juicio que un representante de ventas presentó en mayo y está a punto de adjudicarse.
Estas acciones legales han sido posteriores a una protesta organizada por empleados disgustados que pedían que se les reembolsara por las mordidas que según ellos sus superiores les habían pedido que hicieran. En junio, 25 empleados colocaron una pancarta en la sede de GSK en Shanghai en el que se leía: “Devolvednos el dinero que honradamente hemos ganado”.
Los fiscales de Shanghai imputan al dueño de la empresa contratada por GSK para investigar los problemas en China
Los problemas de GSK no han acabado ahí. GSK había contratado a ChinaWhys, una firma consultora de investigación, para investigar a un empleado que sospechaban que estaba mandando materiales relacionados con las alegaciones de que GSK había organizado un fraude de US$489 millones para aumentar las ventas en China [12]. ChinaWhys estaba también investigando la autoría de un video con contenido sexual de quien entonces era el director de GSK China, Mark Reily, y su amiga, que fue enviado anónimamente a Andre Witty, el CEO de GSK [13].
Poco después de que ChinaWays fuera contratada por GSK, el dueño de esta empresa e investigador privado, Peter Humphrey de nacionalidad inglesa y su mujer Yu Yingszeng, estadounidense y china, fueron detenidos y han estado encarcelados desde entonces (verano de 2013). En julio de 2014 fueron imputados por obtener inapropiadamente información privada de ciudadanos chinos, incluyendo registros de viviendas, antecedentes de miembros de las familias, y registros de llamadas telefónicas. Según la imputación, se alega que alguna de esa información se consiguió ilegalmente. El juicio ha terminado y la corte ha condenado a Peter Humphrey a dos años y medio de cárcel y deberá abandonar el país al terminar la condena; su mujer Yu recibió dos años de cárcel pero podrá permanecer en China si lo desea.
El escándalo de GSK sigue expandiéndose en China. El 17 de julio del presente, Xinhua también informó que los fiscales de Shanghai había imputado a Huang Fengping, un exejecutivo de la Comisión de Planificación Sanitaria y Familia (Health and Family Planning Commission) de la ciudad por fraude y corrupción. La prensa china había anteriormente informado que el caso de Huang estaba relacionado con la investigación de GSK [12].
El impacto de la conducta de GSK China para la multinacional
Hasta el presente ningún empleado de GSK ha sido condenado en China por la conducta de GSK que se ha descrito. GSK espera que sus abogados ganen los juicios demostrando que si se confirman los hechos, estos fueron concebidos y realizados por empleados inescrupulosos de GSK China que actuaron contra las normas éticas de la multinacional y que el personal despedido es el resultado de una investigación interna de lo que ha sucedido.
GSK ha reconocido que en 2001 despidió a 30 empleados en la sección de vacunas de China. Según GSK cuando llegó a su conocimiento que sus empleados en China podrían estar sobornando a empleados públicos chinos, el director de GSK en China Paul Carter, contrato a la empresa PricewaterhouseCoopers para que investigara las alegaciones. El equipo de PwC, que entonces incluía Peter Humphrey, confirmó que las sospechas de Carter eran correctas y los empleados fueron despedidos, incluido el jefe de la sección de ventas de vacunas [12].
Lo que entonces no parece que quedó aclarado fue la razón por la que los empleados estaban sobornando a los empleados públicos. Honestamente uno se puede preguntar si en 2001 las razones fueran semejantes a las que se han alegado recientemente.
En 2001, GSK afirmó—igual que lo ha hecho en 2013– que sus más altos ejecutivos, incluyendo Andrew Witty, que entonces era jefe de la región de Asia-Pacífico de GSK y ahora es el CEO, no sabían nada de los sobornos. Es posible que por esta razón el Departamento de Justicia de EE UU planea revistar lo ocurrido en 2001. Expertos jurídicos dicen que si el Departamento de Justicia al investigar las alegaciones que han hecho los delatores de GSK encontrara un patrón de conducta de corrupción podría tomar una actitud más dura (http://www.cityam.com/1405576762/glaxosmithkline-china-scandal-company-admits-bribery-scandal-2001).
Los intentos que ha hecho Witty para cambiar la imagen de la empresa cuando anunció en 2013 que GSK ya no iba a compensar a sus representante de ventas por la cantidad de ventas, para evitar conflictos de interés [14], que no seguirá pagando a médicos por dar conferencias sobre sus medicamentos, y que en el futuro próximo sería más transparente en el acceso a la información de los ensayos clínicos [15] son positivos, pero tantas promesas incumplidas no dejan de sembrar dudas sobre una decisión firme de cumplir con principios éticos básicos, un marketing honesto, y una transparencia cristalina.
Otros problemas que confronta GSK
A parte de los problemas que GSK confronta por las alegaciones sobre su conducta no ética, la compañía acaba de perder un juicio con Mylan por atrasar la entrada de genéricos. En marzo de 2014 Mylan recibió, después de ganar el juicio por decisión del jurado, una indemnización por daños causados de US$107.700.000. En julio, la corte federal del distrito de New Jersey emitió una orden judicial permanente a favor de Mylan sobre paroxine CR, la versión genérica de Paxil de GSK. Ahora GSK tiene prohibido entregar el medicamento a Apotex, que lo vendía como un genérico autorizado. Todas las mociones presentadas por GSK han sido denegadas. Retrasar la entrada de competidores genéricos no deja de ser una acción no ética y en este caso ilegal.
Además, la corte distrital ha permitido que Mylan calcule y reclame todas sus pérdidas, incluyendo los intereses desde el 30 de septiembre de 2013 por la violación de GSK. Mylan es la única compañía que ha desarrollado una versión genérica de este medicamento y ha sido aprobado por la FDA [16].
GSK también tiene problemas con los reguladores de EE UU y Canadá. Su fábrica de Quebec produce la vacuna para la gripe estacional, Fluarix Quadrivalente, que ya ha empezado a distribuirse. Esta planta tiene problemas de fabricación pero está programada para fabricar unos 23 millones de vacuna cuadrivalente de los 28 a 33 millones de vacunas estacionales que GSK tiene programas para el mercado estadounidense, según la información proporcionada por la vocera de la empresa. Pero este año, problemas bacterianos han obligado a la empresa a desechar más de un 20% de los lotes que ha producido.
El 16 de julio de 2014, Health Canada dio a GSK hasta el 4 de agosto como plazo máximo para que preparara un plan para solucionar el problema y un calendario para arreglar la planta. Y la FDA le envió una carta de advertencia (warning letter) dándole 15 días para arreglar los problemas de la planta o explicar el retraso, y preparar un plan detallado para superar la situación.
Conclusiones
GSK es una empresa global y por eso los problemas éticos que hemos discutido no se circunscriben a unos pocos países sino que cada aparecen problemas similares en otros. Hace unos días se reportaron en Iraq, Jordania, Líbano y otros países de Oriente Medio [12]. Cuesta pensar que la dirección ejecutiva de GSK sea tan ineficiente o tenga tan poca capacidad de supervisión que se hubiera enterado de lo que estaba pasando y hubiera tomado medidas antes de que las acusaciones llegaran a los juzgados o fueran reportadas en la prensa internacional. Si este fuera el caso, sería necesario un cambio profundo en el proceso decisorio de la empresa y de su personal dirigente. De momento no se puede contradecir el comunicado de la sede central de GSK afirmando de que esta conducta no responde a una política central de la empresa sino que se generan espontáneamente en cada país. Habrá que esperar a que los tribunales de los países sentencien y tengamos más información de los testigos e imputados.
Entre tanto, llama la atención que las mismas conductas de marketing, promoción para usos no aprobados, esfuerzos para retrasar la salida de genéricos o como se dice en inglés pay-to-delay, subir los precios hasta cifras totalmente absurdas, falta de transparencia de los datos obtenidos en los ensayos clínicos, pago a los médicos bajo la apariencia de ofrecerles educación para beneficio de los pacientes se repiten en varios países.
Es un poco irritante oír el estribillo que GSK repite con insistencia: En todo momento GSK cumple sus responsabilidades corporativas en estricto cumplimiento de los principios éticos más altos y de las legislaciones nacionales. Y es difícil entender la contradicción que generan estas conductas y la afirmación de que el objetivo principal de la empresa es siempre el beneficio del paciente. ¿Será que los CEOs que han pasado por GSK y sus múltiples vicepresidentes, directores y asesores carecen de sentido de la lógica?
Somos conscientes que GSK no es la única gran farmacéutica que se salta los principios éticos y legales. Las multas impuestas a otras farmacéuticas que también son multimillonarias atestiguan que es un mal generalizado que atañe a todo el sector farmacéutico innovador. El título de un artículo publicado en 2013 (¿Están las grandes farmacéuticas en decadencia?) sintetiza la situación [17].
¿Cuántos artículos, libros, tendrán que seguir publicándose que sigan describiendo con precisión quirúrgica los abusos de las farmacéuticas, y cuanta multas y nuevas revelaciones ,que dejan al ciudadano de la calle con la boca abierta, tendrán que ocurrir para que haya un cambio en la conducta de GSK y de las otras farmacéuticas innovadoras? Voces conservadoras como The Financial Times y otras menos conservadoras han llegado a la conclusión de que hasta que no acaben en la cárcel los responsables de estas violaciones nada cambiará. Es importante que los dirigentes de países que gobiernan con el deseo honesto de beneficiar a la población se enteren de lo que pasa en otras partes. Pensamos que será más fácil para ellos y sus tribunales dar una respuesta adecuada que termine con los abusos.
Referencias