Conducta de la Industria
Las grandes empresas farmacéuticas y los gobiernos están “haciendo la vista gorda a la corrupción ‘, según el informe (Big Pharma and governments are ‘turning a blind eye to corruption’, report claims)
Adam Lusher
The Independent, 2 de junio de 2016
http://www.independent.co.uk/news/world/politics/big-pharma-and-governments-are-turning-a-blind-eye-to-corruption-report-claims-a7059871.html
Traducido por Salud y Fármacos
Un nuevo informe afirma que los gobiernos de todo el mundo y las grandes compañías farmacéuticas están “haciendo la vista gorda” al soborno y a la corrupción que permite a unos pocos obtener grandes beneficios, mientras se deteriora la salud de los más pobres del mundo.
El informe de Transparency Internacional (TI) sobre La Corrupción en el Sector Farmacéutico encontró que por corrupción y errores se pierden US$300 millones del gasto anual mundial de salud,: “En muchos países, los jefes de gobierno, los altos funcionarios gubernamentales y las agencias reguladoras no tienen un compromiso genuino con las políticas de lucha contra la corrupción”.
En algunos contextos, añade el informe, una aceptación tácita de la corrupción obstaculiza la lucha contra las malas prácticas”. Las conductas corruptas enfatizadas en la campaña del TI incluyen el pago a los médicos por participar en encuestas de medicamentos que en realidad nunca han prescrito, y el uso de autores fantasmas que firman artículos sobre los resultados de ensayos clínicos que se distribuyen como si hubieran sido escritos por académicos imparciales.
El soborno y la corrupción, según el informe, también permiten que algunas empresas burlen las regulaciones de fabricación; el resultado es que una cuarta parte de los medicamentos que se consumen en los países de bajos y medianos ingresos están falsificados o son de calidad inferior.
Sophie Peresson, directora de productos farmacéuticos del programa de cuidado de la salud TI dice: “Cuando una persona se embolsa el dinero ilegalmente se priva a cientos de la asistencia sanitaria más básica, a menudo en las poblaciones más pobres del mundo”. Afirma que el sector farmacéutico mundial está “muy abierto a la corrupción”, y añade: “Es sorprendente que a pesar de un escándalo tras otro, las autoridades simplemente no están tomando en serio el efecto corrosivo de la corrupción. Ignoran las señales de alarma. Los gobiernos y las compañías farmacéuticas deben reconocer su responsabilidad en la lucha contra la corrupción y dejar de hacer la vista gorda”.
Parte del problema, según el informe, es el enorme poder de la industria farmacéutica en un mundo donde se espera que el gasto mundial en medicamentos crezca a US$1,3 billones en 2018.
El enorme poder financiero de las grandes empresas farmacéuticas, el informe afirma, está permitiendo que se gasten cada año millones en lobbying: “Las compañías farmacéuticas pueden influir indebidamente en los sistemas políticos nacionales a través de su gran poder adquisitivo. A menudo financian candidatos que apoyan su posición en políticas críticas”.
A pesar de que algunas asociaciones de la industria, tales como la Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA) han insistido anteriormente en que están “educando” y no abogando, el informe de TI insistió: “Su financiación puede influir los debates sobre políticas para maximizar sus ganancias y como consecuencia impactando negativamente en la salud pública”.
Las compañías farmacéuticas, afirma el informe, también pueden comprar revisiones positivas de ensayos clínicos que afirmen fraudulentamente que los medicamentos son seguros y eficaces.
Según el informe, un estudio encontró que el 94% de las publicaciones sobre los ensayos clínicos de antidepresivos financiados por la industria presentaban resultados positivos, pero cuando la FDA volvió a examinar los mismos estudios, se encontró que sólo el 51% se podían considerar positivos.
La corrupción puede incluso ocultar al autor de las publicaciones. La industria farmacéutica utiliza autores fantasmas que escriben artículos sobre los ensayos clínicos y después paga a científicos eminentes para que los firmen. Ha sido “una práctica común, particularmente en los ensayos dirigidos por la industria. Los escritos fantasmas pueden aumentar falsamente la seguridad y eficacia de los medicamentos, mientras que los científicos que aceptan firmar pueden conseguir promociones en la universidad”.
“Muchas publicaciones académicas”, asegura el informe, “no pueden o no quieren supervisar esta práctica. Se requiere un cambio sistémico”.
El informe también afirma que se han gastado grandes sumas en influir a los médicos y esto a veces implica persuadirles para que prescriban medicamentos de alto costo que no son mejores que las alternativas más baratas.
Según el informe, sólo en EE UU, “La industria farmacéutica gasta un estimado de US$42.000 millones al año en actividades de promoción para los médicos, que equivale a un promedio de US$61.000 por médico”.
En los países que carecen de un buen gobierno, el soborno y la corrupción también se pueden utilizar para fabricar medicamentos que evaden los estándares aprobados de buena manufactura.
De acuerdo al informe, en los países que carecen de normas efectivas anticorrupción: “Una compañía farmacéutica puede utilizar representantes para recoger–a cambio de algún tipo de compensación–“datos sobre la seguridad y eficacia de sus medicamentos de médicos que ni siquiera los prescriben.
Los médicos que prescriben sin saberlo medicamentos de baja calidad podrían pensar que esos medicamentos no tienen efecto en sus pacientes. Entonces podrían cambiar a un antibiótico, como último recurso. Esta práctica aumenta las posibilidades de evolución de cepas resistentes. De la misma manera, los peligros inmediatos de cerca del 25% de medicamentos falsos o de calidad inferior en los países más pobres, han tenido consecuencias indirectas e inevitables en el incremento global de la prevalencia de bacterias resistentes a los fármacos.
Pero el informe admite que las ganancias que genera la corrupción son tan grandes que ha sido difícil eliminarla. “Las multas a menudo tienen un impacto económico pequeño en comparación con los beneficios que obtienen las compañías farmacéuticas corruptas de las ventas generadas por este tipo de prácticas.
“Por ejemplo, desde 1991, en EE UU la industria ha pagado US$30.000 millones en multas por fraude en Medicare, por promoción ilegal, sobornos, prácticas monopólicas y falta de comunicación de datos de ensayos clínicos, sin embargo, esto es menos de la mitad de lo que la industria ganó sólo en 2009.
“Para disminuir realmente la corrupción en el sector farmacéutico”, concluye el informe, “los gobiernos nacionales deben asumir el compromiso de hacer frente a los problemas. Con independencia de los ingresos de una empresa, la antigüedad de un funcionario o el prestigio de un profesional de la salud, cualquiera que sea sospechoso de corrupción debe ser investigado y si corresponde sancionado”.
La Dra. Virginia Acha, directora de investigaciones de la British Pharmaceutical Industry (ABPI), dijo: “Este informe no refleja lo que ya prescribe la legislación y las empresas ejecutan en todo el mundo”.
“Para el Reino Unido, en particular, los argumentos parecen estar fuera de sincronía con nuestro record. Las empresas miembro de la ABPI se adhieren a un estricto código de conducta. Las instituciones del Reino Unido tales como la Medicines and Healthcare Products Regulatory Agency y el NICE [National Institute for Health and Care Excellence] aseguran que las empresas se enfrentan a un intenso escrutinio para garantizar la ‘seguridad, eficacia, calidad y rentabilidad de los medicamentos.
“La ABPI juega un papel importante en el tratamiento de los temas mencionados en este informe, y al final de junio se entregará la primera base de datos del Reino Unido con los datos de los pagos que la industria farmacéutica ha hecho a los profesionales sanitarios y organizaciones relevantes.
“El sistema de protección de pacientes del Reino Unido es robusto; el público puede estar seguro de que están muy bien protegidos de los llamados «abundantes ejemplos de corrupción que se ‘sugieren en este informe”.