Conducta de la Industria
El nuevo incremento al precio de los medicamentos contra el VIH de Gilead enfurece a los activistas (Gilead’s new price hikes on HIV drugs anger AIDS activists)
Ed Silverman
Statnews, 5 de julio 2016
Traducido por Salud y Fármacos
Como parte de la estrategia para transferir a los pacientes a tratamientos nuevos contra el VIH, Gilead Sciences incrementó a finales de la semana pasada los precios en un par de medicamentos antiguos que enfrentan la expiración de su patente. Este tipo de maniobra se encuentra a menudo en el libro de jugadas de las farmacéuticas, pero está desencadenando aún más críticas de los activistas del SIDA por sus estrategias generales de fijación de precios.
Esto es lo que hizo Gilead: la compañía elevó el coste de adquisición al por mayor o precio de lista, para los dos medicamentos más antiguos – Complera y Stribild – en un 7% hasta alcanzar el costo mensual de US $2,508 y US$3,469, respectivamente. Esto después de aumentos de precio de 7% y 5% en enero pasado, que el analista de Cowen, Phil Nadeau, valoró como una desviación al aumento anual típico que Gilead adjudica a sus medicamentos contra el VIH.
Mientras tanto, Gilead dejó intactos los precios para dos versiones mucho más recientes de estos medicamentos – Odefsey y Genvoya – que siguen teniendo un precio mensual de US$2.346 y US$2.578. Nadeau, quien informó por primera vez sobre los cambios en una nota a los inversionistas, señaló que Odefsey tiene ahora un precio inferior al de Complera, mientras que la diferencia entre Stribild y Genvoya se ha ampliado. Una portavoz de Gilead confirmó los nuevos precios.
Al aumentar los precios de los tratamientos más antiguos del VIH dos veces en tan sólo seis meses, Gilead espera claramente que los médicos recetan sus medicamentos más nuevos. Y los médicos tienen además otro estímulo para hacerlo: los medicamentos más nuevos Gilead son más potentes y los estudios han indicado que es probable que causen menos efectos secundarios.
Esto se debe a que los tratamientos más antiguos contienen un compuesto llamado tenofovir o TDF, que hasta hace poco había sido la piedra angular de los tratamientos de combinación contra el VIH vendidos por Gilead. Sin embargo, la patente del TDF expira en diciembre de 2017 y Gilead lo ha reemplazado con una versión modificada conocida como TAF. La patente de TAF no caduca hasta mayo de 2022, y los años adicionales de comercialización exclusiva son muy valiosos.
Sin embargo, a pesar de que TAF es más potente y es menos probable que cause daño en los huesos y toxicidad renal, los activistas del SIDA argumentan Gilead conocía estas diferencias, pero retrasó deliberadamente durante varios años las pruebas en seres humanos de TAF con el fin de ampliar la protección de patente durante el mayor tiempo posible de us medicamentos de grandes ventas más antiguos. Estas acusaciones, que Gilead ha negado, salieron a la superficie en una demanda presentada a principios de este año.
La más reciente ronda de aumentos de precios ha enfurecido a los activistas del SIDA, quienes dicen que los precios más altos reflejan indiferencia a la capacidad de pago de los que tienen que absorber los mayores costos de los medicamentos. Gilead ya ha sido criticada por el costo de sus muy eficaces medicamentos contra la hepatitis C. Una investigación del Senado de Estados Unidos realizada durante el pasado invierno afirma que la compañía pone las ganancias por delante de los pacientes, ya que los que pagan los medicamentos se quejaron de que los precios desbordaban sus presupuestos.
“Este tipo de comportamiento de Gilead, por desgracia, no sorprende”, dijo James Krellenstein, miembro de ACT UP Nueva York. “Como hemos visto en sus prácticas durante el desarrollo de TAF y la fijación de precios (Sovaldi, el primer medicamento contra la hoepatitis C que Gilead comenzó a vender a principios de 2014), cuando se trata de los resultados para la empresa, la elección y seguridad del paciente pasan a segundo plano”.
Por otra parte, los fármacos más antiguos todavía se consideran altamente eficaces y seguros para muchas personas que viven con VIH, según Tim Horn, director del proyecto de VIH del Treatment Action Group y miembro de la coalición por los precios justos (Fair Pricing Coalition), otras dos organizaciones de activistas.
“Tanto los pagadores públicos como los privados están teniendo problemas para soportar el peso del aumento de precio de los medicamentos, que están por encima de la tasas de inflación en EE.UU. – cargas que al final afectan a todos los estadounidenses – la tendencia debe ser a bajar los precios de los medicamentos para proporcionar una ventaja competitiva “, dijo. “Gilead, en cambio, está queriendo posicionar a los productos TAF de la manera más artificial y poco favorecedora posible, inflando los costos de sus competidores más antiguos”.
Y la AIDs Healthcare Fundation (AHF) cree que la subida de los precios es una buena razón para presionar para invalidar las patentes de Gilead. La organización sin fines de lucro, que opera 46 centros de salud en los EE UU para los que adquiere muchos medicamentos, presentó una demanda a principios de este año en la que solicita que las patentes TAF sean invalidadas. “Los pequeños ahorros con los nuevos medicamentos más baratos palidece en comparación con los ahorros que se podrían hacer si fueran genéricos”, dijo el presidente de AHF, Michael Weinstein, en un comunicado.
Una portavoz de Gilead nos escribió que los aumentos de precios no afectarán el precio que la compañía fijó en 2008 para los programas estatales de asistencia de medicamentos contra el SIDA (state AIDS Drug Assistance Programs) y que extendió hasta este año. Añadió que aproximadamente la mitad de los pacientes que toman medicamentos contra el VIH de Gilead los reciben a través de programas federales a precios muy rebajados, aunque no dio cifras. Y la compañía, dijo, sigue invirtiendo en I + D en VIH.
Los inversores, por su parte, son propensos a ver los aumentos de precios favorablemente. Como escribió Nadeau, precios más altos “garantizar (la) la durabilidad de beneficios de los medicamentos de VIH”, que según sus estimaciones este año generarán US$12.000 millones en ventas, y estos movimientos refuerzan la “sostenibilidad” de los ingresos más de lo que los inversores aprecian, dada la controversia sobre los costos de los medicamentos de la hepatitis C.