Investigaciones
Tratamientos sin cirugía para la incontinencia urinaria (Nonsurgical treatments for urinary incontinence)
Worst Pills Best Pills Newsletter, mayo de 2017
Traducido por Salud y Fármacos
La incontinencia urinaria, o inhabilidad para controlar la micción, es un problema generalizado que afecta aproximadamente a 25 millones de estadounidenses adultos [1]. Es más común en mujeres que en hombres y ocurre con frecuencia en las personas de la tercera edad, especialmente en los que están confinados en la casa o en residencias para mayores.
Algunas situaciones transitorias también pueden ocasionar incontinencia, entre ellas están el uso de ciertos medicamentos [2], las infecciones de las vías urinarias, la obstrucción de la vejiga, el estreñimiento y el embarazo [3]. Así mismo otros factores como partos vaginales múltiples, agrandamiento de la próstata, o condiciones más graves como el cáncer, diabetes, obesidad o derrame cerebral pueden también ocasionarla.
La incontinencia tiene implicaciones importantes en la calidad de vida [4]. Muchas personas que padecen incontinencia sufren en silencio sin buscar ayuda médica debido a la estigmatización de la sociedad hacia esta condición. Afortunadamente con un tratamiento apropiado esta puede mejorar significativamente.
Tipos de incontinencia
Hay tres tipos principales de incontinencia para las cuales la primera opción de tratamiento no es la cirugía [5]. La más común de estas es la incontinencia de urgencia, en la cual la persona tiene una urgencia súbita e incontrolable de orinar y tiene dificultad para llegar al servicio de baño sin antes tener un accidente. (La vejiga hiperactiva es un tipo de incontinencia de urgencia).
El segundo tipo es la incontinencia de esfuerzo, en la que hay una pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar o levantar cosas pesadas. El tercer tipo de incontinencia en la mixta en la cual tanto la incontinencia de urgencia como la de esfuerzo están presentes.
Revisión del tratamiento
Para iniciar el tratamiento de la incontinencia se debe tener en cuenta las causas que se pueden revertir fácilmente o los factores que contribuyen a esta condición. Por ejemplo, si existe la sospecha de que un medicamente es el responsable de los síntomas de incontinencia, usted debe suspenderlo o de ser posible incluso cambiarlo. Así mismo si la incontinencia es causada por infección urinaria debe comenzar a tomar antibióticos.
El tipo de incontinencia determina el tratamiento a seguir. Generalmente debe comenzar con un cambio del estilo de vida y terapias de comportamiento para continuar con medicamentos. La cirugía debe ser el último recurso [6].
Estilo de vida saludable
Se puede evitar la incontinencia adoptando ciertos cambios al estilo de vida, esto puede incluir evitar las bebidas con cafeína o carbonatadas, el cigarrillo y el alcohol, ya que estas sustancias pueden irritar la vejiga, lo que ocasiona una vejiga hiperactiva o un incremento en el volumen de orina que a su vez contribuye a la incontinencia [7]. Evitar tomar cantidades excesivas de líquidos, prevenir el estreñimiento, hacer ejercicio y bajar de peso si tiene problema de sobrepeso, son otros cambios favorables. Aunque no hay suficiente investigación disponible sobre la eficacia de estas medidas de sentido común, al menos estas son seguras y de bajo costo, además de que no presentan efectos secundarios o estos son mínimos.
Terapias de modificación de comportamiento
Las terapias de modificación de comportamiento requieren aumentar el control sobre los músculos que participan en el proceso de micción. Para la incontinencia de esfuerzo, el entrenamiento o fortalecimiento de los músculos pélvicos, llamados ejercicios de Kegel, constituye el primer escalón terapéutico [8]. Los pacientes deben realizar los ejercicios todos los días por lo menos entre 15 y 20 semanas [9]. Hay evidencia de que los ejercicios de Kegel son cinco veces más efectivos que no hacer ningún tratamiento para mejorar la incontinencia [10].
El entrenamiento de la vejiga es efectivo en la incontinencia de urgencia, y consiste en aumentar el intervalo entre micciones; esto se consigue entrenando los músculos de la vejiga a estirarse de tal forma que la vejiga puede mantener más volumen de orina [11]. El entrenamiento vesical puede tardar hasta 6 semanas en mostrar resultados [12].
Los ejercicios Kegel, junto con el entrenamiento vesical, son efectivos para el tratamiento de la incontinencia mixta [13].
Como realizar los ejercicios de kegel [14]
Como entrenar la vejiga [15, 16]
Tratamiento medicamentoso
Los medicamentos constituyen la segunda opción de tratamiento para la incontinencia, después de los cambios en el estilo de vida y la terapia de modificación del comportamiento. Los medicamentos son efectivos para la incontinencia de urgencia pero no para la incontinencia de esfuerzo [17]. Un estudio demostró que la administración de medicamentos en combinación con las terapias de modificación de comportamientos es más efectiva que cada tratamiento de manera independiente [18]. Es por esto que los pacientes deben continuar con los cambios a su estilo de vida y las terapias de modificación del comportamiento, incluso si inician el tratamiento con medicamentos para la incontinencia.
Los anticolinérgicos, como la darifenacin (ENABLEX), fesoterodina (TOVIAZ), oxybutynin (DITROPAN XL, GELNIQUE, OXYTROL PARA MUJERES) y tolterodina (DETROL) [19], constituyen el pilar de los tratamientos medicamentosos para la incontinencia de urgencia [20, 21]. Estos medicamentos ayudan a relajar el músculo de la vejiga de manera que pueda contener más orina, y así se disminuya el número de micciones diarias.
Sin embargo, el Public Citizen’s Group define estos medicamentos como de ‘Uso Limitado” porque tienen efectos secundarios graves que incluyen aumento de le frecuencia cardiaca, hipertensión y alteraciones cognitivas (estas pueden ser confusión, problemas de memoria, mareo y alucinaciones), efectos que son especialmente difíciles en personas con demencia y en la población de tercera edad. Los anticolinérgicos causan también con frecuencia efectos secundarios molestos como son la boca seca, visión borrosa, disminución del sudor y estreñimiento. Estos medicamentos se deben evitar en pacientes con obstrucción urinaria y pacientes con glaucoma de ángulo cerrado [22]. No recomendamos la utilización del parche transdérmico de venta libre OXYTROL PARA MUJERES, en casos de vejiga hiperactiva sin supervisión médica. Es importante que un profesional determine la necesidad de su uso [23].
La FDA aprobó en 2012 el mirabegron (MYRBETRIG), un agonista beta-3 adrenérgico para el tratamiento de la vejiga hiperactiva; nos oponemos a esta decisión porque este medicamento solo tiene un beneficio marginal y se asocia a efectos secundarios graves incluyendo aumento de la presión arterial, reacciones alérgicas, infecciones urinarias y toxicidad hepática [24].
No recomendamos tampoco la utilización de productos vaginales con estrógenos, como la crema con estrógenos conjugados (PREMARIN VAGINAL), duloxetina, (CYMBALTA) y los antidepresivos para el tratamiento de la incontinencia porque estos son usos fuera de etiqueta (su seguridad y eficacia no han sido aprobados por la FDA).
OnabotulinumtoxinA (BOTOX)
En 2013, la FDA aprobó onabotulinumtozinA para tratar la vejiga hiperactiva en adultos que no pueden utilizar o no responden adecuadamente al tratamiento con anticolinérgicos [25]. No recomendamos su uso porque el beneficio modesto a corto plazo es superado grandemente por el riesgo de la dispersión de toxinas desde el sitio de inyección (lo músculos de la vejiga) hacia otras partes del cuerpo. Esto puede ocasionar aspiración respiratoria de la comida y bebida, hacia los pulmones lo que puede llevar a complicaciones como la neumonía, lo cual implica una amenaza para la vida [26]. Un efecto secundario frecuente de onabotulinumtoxinA es la retención de grandes cantidades de orina en la vejiga, la cual permanece aún después de la micción y requiere la inserción repetida de sondas vesicales para vaciar la vejiga [27]. Además, los ensayos clínicos demostraron un marcado incremento en el riesgo de infección urinaria con el tratamiento con onabotulinumtoxinA.
Lo que usted puede hacer
No se avergüence de pedir ayuda si sufre de incontinencia. Comience con cambios en el estilo de vida y terapias para cambiar el comportamiento. Si sus síntomas no mejoran, consulte con su médico sobre la posibilidad de añadir a su tratamiento medicamentos anticolinérgicos. No use medicamentos que no hayan sido aprobados para el tratamiento de la incontinencia, tales como, mirabegron, onabotulinumtoxinA ni ningún otro producto. Debe evitar la cirugía hasta que no haya intentado los tratamientos descritos en este artículo.
Referencias