Agencias Reguladoras
EE UU y Canadá
Declaración del comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, sobre el esfuerzo de la FDA para fomentar el descubrimiento y el desarrollo de nuevas herramientas para combatir las infecciones resistentes a los antimicrobianos (Statement from FDA Commissioner Scott Gottlieb on FDA’s efforts to foster discovery and development of new tools to fight antimicrobial-resistant infections)
FDA, 12 de junio de 2018
https://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm610503.htm
Traducido por Salud y Fármacos
El aumento de infecciones graves resistentes a los antimicrobianos es una preocupación crítica de salud pública y una amenaza creciente para los pacientes. Según nuestros colegas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en EE UU cada año se infectan al menos 2 millones de personas con bacterias resistentes a los antibióticos y 23.000 personas mueren por esas infecciones.
Como más y más bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos disponibles, debemos abordar este problema persistente y potencialmente mortal desde todos los frentes y buscar nuevas formas de resolverlo. Esto significa que hay que asegurar la buena administración y el buen uso de antibióticos en los escenarios clínicos apropiados. También significa que hay que estimular el desarrollo de nuevos antibióticos, por ejemplo, estableciendo incentivos novedosos para los productores, que incorporen la desafiante dinámica económica y de uso de estos productos.
Desafortunadamente, a pesar de la creciente incidencia de cepas de bacterias resistentes ha habido una disminución general en la investigación de antibióticos, inducida principalmente por los obstáculos para el desarrollo de innovaciones en esta categoría. Esto es especialmente cierto cuando se trata de desarrollar antibióticos nuevos, que utilicen mecanismos de acción novedosos y logren evadir los patrones de resistencia existentes.
Considere a los pacientes que están hospitalizados con infecciones que amenazan su vida y necesitan tratamiento inmediato, pero la gravedad y los síntomas de la enfermedad aguda, como el delirio, dificultan la obtención de su consentimiento informado y su inscripción en un ensayo clínico. Este es solo un ejemplo de los muchos desafíos para realizar ensayos clínicos efectivos en pacientes con enfermedades bacterianas graves.
Para complicar aún más las cosas, muchos pacientes con infecciones graves podrían haber utilizado varios antibióticos antes de considerar un ensayo clínico. Si los pacientes ya han recibido bastante tratamiento para su infección antes de inscribirse en un ensayo clínico, esta exposición a otros tratamientos puede hacer que sea más difícil aislar los efectos del medicamento en investigación.
Estos son algunos de los desafíos científicos. Pero también hay impedimentos económicos.
Desarrollar nuevos medicamentos es una tarea costosa. Pero el modelo actual de reembolso, por el que se paga en función de cada uso, no incentiva el uso eficaz de antibióticos nuevos que pueden ser muy eficaces contra patógenos muy raros y peligrosos. Cuando dichos medicamentos están disponibles, tratamos de usarlos con moderación, para que los patógenos no estén excesivamente expuestos al un nuevo mecanismo de ataque y desarrollen resistencia. Por lo tanto, los proveedores han impuesto restricciones comprensibles al uso de tales medicamentos. Si bien esto representa una administración responsable, también significa que un antibiótico nuevo puede tener un mercado muy limitado. Si los fabricantes saben que no podrán recuperar sus inversiones, puede haber poco incentivo para invertir el dinero necesario en descubrir y desarrollar dicho medicamento.
El esfuerzo global por educar a los pacientes y proveedores sobre la importancia de reducir el uso innecesario y excesivo de antibióticos es una forma crucialmente importante de desacelerar la tasa de resistencia. Sin embargo, debemos reconocer que estos programas esenciales de administración de antimicrobianos tienen un impacto, como deberían y pretenden hacer, en el uso de antibióticos y, por lo tanto, en la cantidad de productos vendidos. Y como consecuencia, debemos encontrar formas de estimular el desarrollo e incentivar a los innovadores. La FDA y otras agencias federales están avanzando para abordar cada uno de estos desafíos, incluyendo la necesidad de establecer mejores incentivos económicos.
Uno de esos pasos es implementar el conjunto de incentivos especiales que el Congreso creó para antibacterianos y antimicóticos que tratan infecciones graves o que amenazan la vida. Esto incluye la designación de producto calificado para enfermedad infecciosa (QIDP). Bajo este programa, las nuevas solicitudes de medicamentos que están designadas como QIDP pueden procesarse por la vía rápida, a través del programa de revisión de medicametnos prioritarios y, una vez aprobados, pueden recibir una posible extensión de cinco años de cualquier exclusividad para la cual califique la solicitud.
Incluso con estos incentivos, reconocemos que los desafíos permanecen. Como tal, continuamos trabajando con el Congreso, con nuestros socios en otras agencias y con la comunidad científica para encontrar incentivos adicionales para el desarrollo de nuevos medicamentos antimicrobianos y fortalecer la cartera de investigación y desarrollo.
Una idea que estamos discutiendo con otras agencias como los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) implicaría cambiar el modelo para el reembolso de ciertos medicamentos antimicrobianos nuevos que satisfagan necesidades críticas de salud pública, principalmente su capacidad para combatir efectivamente las infecciones peligrosas y resistentes a múltiples medicamentos.
Con este acercamiento, en lugar de pagar los medicamentos que cumplen con un conjunto limitado de criterios críticos de salud pública por su uso, por cada medicamento recetado, como se hace ahora, uno podría utilizar un modelo de licencia. Bajo dicho modelo, las instituciones de cuidados intensivos que tienen más probabilidades de recetar estos medicamentos pagarían una tarifa de licencia fija por el acceso al medicamento, lo que les ofrecería el derecho a usar un cierto número de dosis anuales. Esto es similar a la forma en que a menudo se reembolsa el software, donde las instituciones pagan una tarifa de licencia por un número fijo de instalaciones. Hemos estado hablando con nuestras contrapartes en CMS sobre si tal acercamiento es factible, si puede formularse como demostración, y si como demostración aportaría los beneficios de salud pública previstos.
Estos conceptos todavía se están desarrollando y esperamos una mayor participación del público en torno a estas ideas. La adaptación de este modelo de pago por licencias a medicamentos para combatir organismos peligrosos resistentes a los antimicrobianos puede ayudar a lograr dos objetivos importantes de salud pública. En primer lugar, un modelo de este tipo crearía un mercado natural para los medicamentos que cumplan con ciertos criterios de salud pública, al proporcionar un retorno predecible a la inversión y un flujo de ingresos a través de las licencias es más previsible. Segundo, pondría a las instituciones completamente a cargo de la administración de estos importantes medicamentos. Una vez que adquieren la capacidad de acceder a un medicamento, serían administradores de su uso hasta un cierto número de dosis anuales, lo que podría estar relacionado con el número de camas que tenga una institución o la probabilidad de que tengan que enfrentar ciertos organismos.
Este modelo de reembolso abordaría algunos de los desafíos a la inversión asociados al mercado de antimicrobianos potentes para organismos resistentes a múltiples fármacos. Estos son medicamentos que queremos que estén disponibles, pero que debemos mantener en reserva y esperamos que rara vez tengamos que usar. Creo que un modelo de licencia podría ofrecer un “incentivo atractivo” que pretende crear un mercado predecible para los antimicrobianos que satisfagan un conjunto estrecho de criterios críticos de salud pública.
Estamos discutiendo estas ideas como parte de un trabajo de políticas más amplias de la FDA en esta área. Pronto daremos más información. Este acercamiento potencialmente desvincula el retorno de la inversión en un medicamento antimicrobiano importante del volumen de uso de ese medicamento. Esto lograría un importante propósito de salud pública, ya que estos son medicamentos que quisiéramos mantener en reserva.
También estamos haciendo otras cosas para ayudar a avanzar en el desarrollo de medicamentos antimicrobianos mejorados, a través de medidas que hacen que el proceso de desarrollo sea más predecible y eficiente.
Con este fin, otro programa nuevo es el programa de Población Limitada para Medicamentos Antibacterianos y Antifúngicos, o vía LPAD; establecido por el Congreso bajo la Ley de Curas del Siglo XXI (21st Century Cures Act). La FDA cree que este programa impulsará el desarrollo y la aprobación de medicamentos antibacterianos para tratar infecciones graves o potencialmente mortales en poblaciones limitadas de pacientes con necesidades no satisfechas. Hoy, la FDA emitió un borrador de guía para ayudar en el desarrollo de medicamentos usando esta vía adicional e importante.
Este borrador de guía, una vez finalizado, apoyará el desarrollo de medicamentos pues describirá los criterios, procesos y otras consideraciones generales para los medicamentos aprobados según la vía LPAD. Al revisar una solicitud presentada bajo la vía LPAD, la FDA considerará la gravedad, la rareza o la prevalencia de la infección que el medicamento está destinado a tratar. La agencia también considerará la disponibilidad o la falta de tratamiento alternativo en la población específica.
La guía también ayudará a las empresas a desarrollar el etiquetado/ficha técnica, incluyendo la información de prescripción, etiquetas para los pacientes y etiquetas para el envase, para informar a los prescriptores de que el medicamento fue aprobado según el método LPAD, basado en una evaluación beneficio-riesgo en una población limitada.
Ya hemos recibido un interés significativo y temprano por parte de los innovadores en el desarrollo potencial de medicamentos bajo esta nueva vía.
Esperamos que los programas de desarrollo de medicamentos elegibles para la aprobación por la vía LPAD sigan estrategias simplificadas de desarrollo clínico. Esto puede consistir en ensayos clínicos más pequeños, más cortos o menos ensayos. Sin embargo, la vía LPAD todavía requiere que estos productos farmacéuticos cumplan con los estándares de aprobación de la FDA de seguridad y eficacia. Las comunicaciones tempranas y frecuentes entre la FDA y las compañías farmacéuticas interesadas en buscar la aprobación bajo la vía LPAD para sus productos pueden ayudar a reducir los tiempos generales necesarios para su desarrollo.
Si bien esperamos que nuestro trabajo ayude a avanzar en el desarrollo de nuevos medicamentos antibacterianos y antimicóticos, este no es un problema que nuestra agencia pueda abordar por si sola. Estamos colaborando con los socios de la agencia, la comunidad científica y la más amplia de decisores de políticas, y con los patrocinadores de productos médicos para abordar los desafíos científicos. Las bacterias continuarán evolucionando. Continuarán reduciendo la utilidad de los tratamientos disponibles, incluyendo los medicamentos en los que hemos confiado durante años.
Muchos de los antibióticos existentes son simplemente viejos. Fueron sacados de la naturaleza, donde residieron en el suelo durante siglos, participando en una batalla natural con varios insectos.
Un uso más juicioso de los antibióticos en los entornos de atención médica y agricultura puede ayudar a reducir la velocidad a la que las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos. Pero incluso con un uso prudente, tendremos que alentar continuamente el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas para seguir el ritmo de estos desafíos. Los pasos que estamos dando, incluyendo la publicación del borrador de la guía sobre la vía de LPAD y la discusión de nuevos modelos de incentivos con nuestros socios en otras agencias, son algunos de los pasos adicionales que estamos tomando para fortalecer el frágil portafolio de investigación de antibacterianos, como parte de un esfuerzo mayor para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos.
La FDA, una agencia que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU protege la salud pública al garantizar la seguridad, eficacia y seguridad de los medicamentos humanos y veterinarios, vacunas y otros productos biológicos para uso humano y dispositivos médicos. La agencia también es responsable de la seguridad del suministro de alimentos, cosméticos, suplementos dietéticos, los productos que emiten radiación electrónica y los productos de tabaco de nuestra nación.