Políticas
EE UU y Canadá
¿Puede Trump usar el púlpito intimidante para bajar los precios de los medicamentos? Poco probable (Can Trump use the bully pulpit to lower drug prices? Don’t bet on it)
E. Mershon
Statnews, 4 de mayo de 2018
https://www.statnews.com/2018/05/04/drug-prices-trump-effect/
Traducido por Salud y Fármacos
¿Hay un efecto Trump en los precios de los medicamentos?
El presidente Trump aún no ha pronunciado su muy anunciado discurso sobre los precios de los medicamentos, y nunca proclamó la supuesta orden ejecutiva. Sin embargo, en Washington, algunos funcionarios del gobierno sugieren que el clima político creado por el presidente -por no mencionar sus comentarios acerca de que los fabricantes de medicamentos “se salen siempre con la suya” – ha ayudado a mantener los precios bajo control.
“Parece que el año pasado los aumentos en los precios de lista para los minoristas se mantuvieron estables. ¿Eso se debe a los tweets del presidente Trump?” preguntó un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos en una sesión informativa el mes pasado.
“Hay algo de verdad en eso. Los fabricantes se dieron cuenta de que estaban en la mira, y varios de ellos salieron y dijeron que no iban a subir los precios más allá de un digito” respondió un segundo funcionario del HHS.
Tal explicación representaría un beneficio político para la administración Trump. Pero también es, según los expertos, probablemente falso.
Es cierto que el gasto en medicamentos de venta con receta se ha ralentizado. El año pasado, considerando los descuentos y reembolsos, el gasto creció solo un 0,6%, la tasa de crecimiento más lenta desde 2012. Los precios netos de los medicamentos de marca crecieron solo un 1,9%, después de tener en cuenta los reembolsos, los descuentos y otros factores.
Pero los expertos argumentan que la desaceleración se ha visto impulsada por una serie de factores ajenos a la Casa Blanca. Durante el año pasado hubo relativamente pocos medicamentos (costosos) de gran éxito que salieran al mercado. Menos personas están usando algunos de los medicamentos más exitosas de los últimos años. Los gerentes de beneficios de farmacia continúan negociando reembolsos para ayudar a reducir los precios que las personas pagan en el mostrador de la farmacia. Y los precios de los genéricos también están disminuyendo.
“El aumento de los precios netos se está desacelerando. Eso es noticia … Pero decir que eso se debe a algo que está sucediendo en Twitter, quiero decir, también podría asociarse a lo que está sucediendo en Siria. Es como, es completamente … ridículo “, dijo James Robinson, profesor de economía y gestión en salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Berkeley.
Los expertos también expresan dudas sobre la idea de que la mera retórica -como la que pueda llenar el próximo discurso de Trump sobre cuestiones de fijación de precios de medicamentos la próxima semana- pueda tener un impacto significativo en los precios que enfrentan los pacientes en el mostrador de la farmacia.
“Sin ningún cambio regulatorio o legislativo, creo que vamos a ver mucho más de lo mismo”, dijo Gerard Anderson, profesor de políticas y gestión en salud en la Universidad Johns Hopkins. “Las compañías farmacéuticas saben que tienen precios altos, saben que el público estadounidense está preocupado por ellos, pero también tienen accionistas y banqueros de inversión que les dicen: ‘Debes maximizar tus ganancias'”.
La información que inspiró a los funcionarios de HHS provino del Instituto IQVIA de Ciencias de Datos Humanos. Las asociaciones comerciales de la industria y de gerentes de beneficios farmacéuticos, que en algunos entornos juegan un papel en la negociación de esos reembolsos, han estado pregonando los datos en anuncios y declaraciones para probar que los precios no están fuera de control.
Pero las tendencias destacadas en ese informe tienen más que ver con la dinámica de la industria que con la presión pública.
“Estoy viendo los datos y si tomamos las proyecciones de IQVIA, parece que la tendencia continúa siendo muy parecida”, dijo Allan Coukell, director sénior de programas de salud de Pew Charitable Trusts, y señaló las proyecciones del grupo para los próximos cinco años, que muestran un crecimiento del precio neto del 2 al 5%.
Dijo que las menores tasas de crecimiento de este año eran más atípicas, al menos parcialmente atribuibles a un menor gasto en medicametnos contra la hepatitis C, en parte porque los precios netos de estos medicamentos disminuyeron y en parte porque la utilización de esos medicamentos también disminuyó.
Incluso si Trump no puede reclamar el crédito por tales tendencias generales de la industria, muchos de los expertos admitieron que el escrutinio público y la opinión probablemente inspiraron, o al menos alentaron, las “promesas” relativamente recientes y relativamente amplias de mantener los aumentos de precios en un solo dígito, una promesa que compañías como AbbVie, Allergan, Merck, Johnson & Johnson y Novo Nordisk hicieron abiertamente.
Trump, sin embargo, puede no haber sido la fuerza impulsora.
“Ese 9,9% no fue una respuesta al presidente Trump; no necesita al presidente Trump. Todo el mundo que no trabaja para una compañía farmacéutica piensa que los precios de los medicamentos son demasiado altos. Las compañías farmacéuticas lo saben, saben que tienen un problema. Entonces intentan manejarlo”, dijo Robinson.
El gerente general de Allergan, Brent Saunders, también desestimó la presión presidencial como posible ímpetu para la desaceleralización de los aumentos de precios.
“Yo no aprobé este contrato social, ni abogaria por que otra compañía hiciera lo que quisiera, porque están preocupados por un tweet [Trump] o una mala acción”, le dijo a Fortune justo después de la toma de posesión de Trump.
También hay indicios de que esas promesas corporativas podrían no durar si las compañías consideran que el escrutinio está disminuyendo.
“AbbVie cree que la intensidad de los debates sobre los precios de los medicamentos y los riesgos políticos están disminuyendo, y no ve ningún indicio de que el entorno de precios comerciales se haya vuelto más desafiante”, escribió el analista de Leerink Geoff Porges en una nota a los inversores. “En consecuencia, la gerencia sugirió que tiene la flexibilidad para volver a aumentar los precios más de una vez por año, y aumentos de dos dígitos en 2018 y después”.
AbbVie luego dijo que esos comentarios habían sido “caracterizados incorrectamente” e insistió en que mantendrá su compromiso hasta 2018. También dijo que “continuará actuando de manera responsable con respecto a los precios de los medicamentos”.
Compromiso o no, un aumento de precio del 9% sigue siendo mucho más que el aumento normal de la inflación, o de los precios de otras industrias, como señalaron Anderson y Coukell.
“Lo aplaudo totalmente, ¡pero el 9,9% es cuatro veces la tasa de inflación! Si alguien más dice, voy a mantener mis aumentos de precios por debajo del 10% sin que aumenten los costos, creo que diríamos: ‘Eso es ridículo’ “, dijo Anderson.
Al final, el púlpito intimidante a menudo es una herramienta limitada, una herramienta más adecuada para captar el sentimiento del público en un momento dado que para lograr un cambio significativo y duradero, dijo George Edwards, profesor de ciencias políticas en Texas A & M.
Edwards, autor de un libro sobre los límites del púlpito presidencial, podría señalar solo un ejemplo en que el discurso de un presidente convenció a un grupo de empresas para que bajaran sus precios: un discurso de John F. Kennedy en 1962 implorando a los fabricantes de acero que revirtieran su plan de aumentar el precio en un 3,5% y Kennedy creía que contradecía un acuerdo anterior.
El discurso de Kennedy, criticando a los ejecutivos “cuya búsqueda de poder privado y ganancias excede su sentido de responsabilidad pública”, junto con acciones clave contra las compañías que responden a otras agencias, incluyendo el Departamento de Defensa y el fiscal general, llevó a las empresas a abandonar el aumento.
Edwards dijo que era probable que el acoplamiento del discurso con otros cambios de política pública más significativos, como el traspaso de los contratos de acero del Departamento de Defensa a otros proveedores, obligó a los fabricantes a revertir el rumbo.
Es posible, por supuesto, que el discurso de Trump de la próxima semana ofrezca un momento similar para la industria farmacéutica, especialmente si también se combina con otros cambios en las políticas, dijo Edwards. Pero también señaló que el gobierno enfrenta limitaciones con respecto a la negociación de los precios de los medicamentos.
Si Trump realmente quiere crédito por bajar los precios, es posible que tenga que centrarse de manera sostenida y agresiva en una compañía.
“Si vas a avergonzar y presionar a alguien, vas a tener que llamarlo por su nombre y tienes que mantener la presión de alguna manera”, dijo Edwards. “No creo que vaya a hacer eso, no puede concentrarse”.