Desde que se identificó por primera vez el COVID-19, las infecciones por el virus y el número de muertes se han disparado. La pandemia también ha paralizado las economías (en particular, el comercio, el turismo y el transporte mundiales) de muchos países. Las graves ramificaciones sociales y psicológicas asociadas a la pandemia son también inmensas. La amenaza que representa COVID-19 para la salud mundial y la recesión económica resultante de ella exige el desarrollo de tecnologías sanitarias (como medicamentos y vacunas). Desde el estallido de la pandemia también se está realizando un esfuerzo mundial para inventar nuevas tecnologías de la salud o la probable aplicación de las tecnologías existentes. Aunque la carrera por desarrollar estas tecnologías puede considerarse una empresa fundamental, es posible que el desarrollo de tecnologías sanitarias, por sí solo, no acelere el acceso equitativo a los resultados de ese desarrollo. En particular, la falta de acceso a las tecnologías sanitarias puede ocurrir si se establece el modelo convencional de fijación de precios de las tecnologías sanitarias, que se deriva de los derechos de monopolio creados por la protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, se pueden utilizar instrumentos jurídicos y normativos para superar esos obstáculos y asegurar el acceso mundial a las tecnologías de la salud. En este sentido, en el presente documento se examinan las opciones jurídicas y normativas plausibles que pueden contribuir a acelerar el acceso a las tecnologías de la salud orientadas a COVID-19.