Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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A finales de 2020, un equipo publicó un análisis de informes de tics atribuidos a medicamentos, que se identificaron en la base de datos de farmacovigilancia de Francia y en la base de datos de farmacovigilancia de la OMS [1].
La base de datos francesa contenía 66 informes relacionados con tics. 70% de los pacientes afectados eran hombres, y la mitad eran niños menores de 13 años. Los medicamentos más frecuentemente asociados a tics fueron: psicoestimulantes, en especial metilfenidato; neurolépticos, en especial aripiprazol y risperidona; antiepilépticos, en especial lamotrigina; antidepresivos, en especial mirtazapina y venlafaxina; analgésicos, en especial tramadol; y medicamentos que se usan para tratar trastornos respiratorios, en especial montelukast.
En la base de datos de la OMS, los tics relacionados con metilfenidato, montelukast, aripiprazol, risperidona y venlafaxina se informaron de manera desproporcionada, en comparación con otros medicamentos en esta base de datos.
Los tics son movimientos (o vocalizaciones) involuntarios, estereotipados y repetitivos. A diferencia de otros movimientos anormales, los tics se pueden controlar temporalmente, pero es difícil reprimirlos por períodos largos de tiempo. Afectan sobre todo a la cabeza y el cuello, y pueden ser movimientos simples (como parpadear, fruncir el ceño o girar la cabeza) o movimientos más complejos (como marcha grotesca, saltar, girar el cuerpo o patear). Los tics vocales incluyen aclararse la garganta, ecolalia (repetición sistemática, en totalidad o en parte, de lo que dice la persona que habla con el paciente) o coprolalia (uso involuntario de lenguaje obsceno) [2].
En la práctica, los psicotrópicos son los medicamentos implicados más frecuentemente en la aparición de tics. Se debe añadir a la lista al montelukast, un antagonista del receptor de leucotrienos que se usa para tratar el asma, que también tiene muchos efectos adversos psiquiátricos [3].
Referencias