No todos los tratamientos son iguales
Los países ricos están acaparando los tratamientos para el covid-19 que están disponibles, por lo que el resto del mundo tendrá que esperar meses para acceder a los mismos. La espera en algunos países de ingresos medios podría ser aún más larga.
“Todos los días tenemos muertes, y cuando entre el invierno aumentarán”, dijo Luis Villarroel Villalón, que dirige una organización sin ánimo de lucro que ofrece servicios legales en Chile. Su país es uno de las decenas de países de ingresos medios que tendrán que esperar, quizás hasta bien entrado el año 2023, para acceder a los nuevos tratamientos, en particular al antiviral oral de Pfizer, Paxlovid. “Con Paxlovid se podrían salvar vidas”, dijo Villalón.
En cambio, en la distribución de los nuevos tratamientos se están reproduciendo las mismas disparidades que afectaron el acceso temprano a las vacunas covid, ya que los países ricos pujan más que otras naciones para comprar los suministros disponibles. Están surgiendo vías de acceso asequibles para algunos países de ingresos bajos y medios, pero los países de ingresos medios altos -incluyendo gran parte de América Latina- tendrán que enfrentar las próximas oleadas de covid sin una herramienta clave para salvar a los pacientes de alto riesgo.
“En lo que respecta al Paxlovid, el mundo se está dividiendo en tres “, dijo Luis Gil Abinader, investigador principal de Knowledge Ecology International.
En abril, la Organización Mundial de la Salud calificó al Paxlovid [1] como ” hasta la fecha, la mejor opción terapéutica para los pacientes de alto riesgo”, pero es probable que Pfizer sólo produzca 30 millones de tratamientos del antiviral en el primer semestre de este año. Los países más ricos ya han contratado 28,4 millones [2], según datos de la Universidad de Duke, en acuerdos criticados por la OMS por la falta de transparencia en los precios. Los defensores del acceso dicen que la promesa de Pfizer de establecer precios diferenciados [3] no ha impedido que la empresa dé prioridad a las ventas en los países ricos [4]. La industria farmacéutica achaca las disparidades a una respuesta global desarticulada [5].
Pfizer ha llegado a un acuerdo de licencia con el Medicines Patent Pool para permitir la producción y venta de una versión genérica en 95 países de ingresos bajos y medios. Los primeros tratamientos se deberían distribuir a principios de 2023 a precios tan bajos como US$25, tras los acuerdos de la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud [6] con algunos de los fabricantes que han obtenido la licencia a través del MPP [7].
UNICEF también ha firmado un acuerdo con Pfizer para distribuir 4 millones de dosis a precios diferenciales en 95 países [8].
Sin embargo, Chile se encuentra entre los países excluidos de estos acuerdos, lo que ha llevado a que Villalón encabezara una iniciativa para que el gobierno emita una licencia obligatoria. Esto permitiría el acceso al Paxlovid genérico sin el permiso de Pfizer.
Hay iniciativas similares en Perú [9], Colombia [10] y la República Dominicana, donde la decisión es inminente. Pfizer ha argumentado que Republica Dominicana no requiere licencia obligatoria porque las vacunas y otros tratamientos están disponibles [11].
Abinader lidera la iniciativa de la licencia obligatoria en la República Dominicana. Dijo a Político que una victoria “sería un ejemplo para otros países de ingresos medios. Deberíamos utilizar todas las herramientas legales y políticas disponibles para abordar estas desigualdades”.
Referencias