Cada vez es más evidente que, si no hay demanda, aumentar la oferta de vacunas no es suficiente para que aumente la tasa de vacunación en los países de ingresos bajos y medios (PIBM), así lo demuestra una nota de Kansteiner publicada en Fierce Pharma, que resumimos a continuación [1].
Aspen Pharmacare, una empresa farmacéutica con base en Sudáfrica firmó en 2020 un acuerdo con la empresa estadounidense Johnson & Johnson para fabricar y distribuir su vacuna contra la covid-19 en África, un continente que sufrió y sigue sufriendo la inequidad en la distribución de medicamentos y vacunas contra la covid-19, y en el que todavía hay mucha población que no está vacunada (sólo el 15,9% de 1.200 millones de personas).
A comienzos de 2021, Aspen comenzó a producir la vacuna, comercializada bajo el nombre de Aspenovax. Se esperaba que el acuerdo sirviera tanto para proveer vacunas al continente, como para producir localmente otras vacunas, por ejemplo para la malaria, en un continente en que la mayoría de las vacunas que se administran son importados.
Sin embargo, a los dos meses de comenzar a producir, Aspen ha constatado que la baja demanda no justifica seguir haciéndolo. Ninguno de los grupos internacionales importantes en la distribución de productos covid, como COVAX, Gavi y La Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias (The Coalition for Epidemic Preparedness Innovations, CEPI) le han comprado.
Por otra parte, se ha criticado a Johnson & Johnson por incumplir sus contratos de entrega con COVAX, priorizar su entrega a los países ricos (ver https://www.saludyfarmacos.org/boletin-farmacos/boletines/feb202204/10_in/) y por enviar las vacunas producidas por Aspen en Sudáfrica a Europa, en un momento en que África las necesitaba con urgencia. Por su parte, Gavi ha dicho que ellos estuvieron interesados en adquirir vacunas de Aspen, pero la empresa sudafricana decidió enviarlas a otras regiones.
La baja demanda podría haberse profundizado cuando la FDA emitió en mayo de 2020 una alerta para limitar la utilización de la vacuna de Johnson & Johnson sólo a las personas mayores de 18 años que no pudieran recibir otra vacuna covid-19, debido al riesgo de causar el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en inglés)*.
Aspen no es la única empresa afectada por la caída de la demanda de vacunas covid-19, el Serum Institute de India, que produce la vacuna de AstraZeneca bajo el nombre de Sinovac, ha detenido la producción porque acumula una reserva de 200 millones de dosis. Biovac, el socio sudafricano de Pfizer también ha anunciado que en el futuro podría reducir su producción por la falta de demanda.
Hasta ahora se había hecho mucho hincapié en que la producción de vacunas y tratamientos covid en los países periféricos mejoraría el acceso, ahora sabemos que mejorar la oferta no es suficiente.
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