Fierce Pharma informa que la organización Funders Concerned about AIDs (FCAA) ha dicho que, en 2020, el apoyo filantrópico total de 323 financiadores para abordar el VIH y el SIDA alcanzó los US$707 millones. El mayor donante de tratamientos contra el VIH en EE UU ha sido Gilead (38% de las donaciones totales para ese país), y también ha sido el tercer donante a nivel mundial [1].

La FCAA también dijo que Gilead fue el número uno las siguientes categorías: financiación corporativa, financiación para hacer frente a la pandemia por covid-19 y la financiación de las comunidades negras, indígenas y de personas de color en EE UU [1].

Según el informe anual de Gilead [2], en 2020, sus ventas alcanzaron los US$24.700 y sus donaciones totales US$344 millones (1,4% de los ingresos totales). Además, repartió US$3.400 millones (12,5% de los ingresos totales) en dividendos a los accionistas (diez veces más de lo que donó a nivel mundial).

Los ingresos de la empresa en 2021 aumentaron en un 11%, hasta alcanzar los US$27.300 millones, gracias únicamente a las ventas de remdesivir (Veklury), su tratamiento para el covid, que alcanzaron los US$5.600 millones. En 2021, Gilead distribuyó US$3.600 millones en dividendos para los accionistas [2]. Vale la pena notar que el uso de remdesivir para tratar la covid sigue siendo controversial pues los ensayos clínicos no han demostrado que aporte beneficios clínicamente significativos.

Gilead canalizó los US$344 millones que donó en 2020 a través de 1.800 organizaciones de defensa del paciente, organizaciones locales e investigadores de todo el mundo [2]. Como los lectores de los Boletines Fármacos saben, estas donaciones acaban redituando a las empresas porque los que se benefician de las donaciones ayudan a promover sus productos, y en algunos casos, especialmente los grupos de pacientes, intervienen para lograr que las políticas y regulaciones farmacéuticas les sean favorables.