Johnson & Johnson (J&J) dejará de fabricar y vender su talco para bebés en todo el mundo a partir del próximo año.

El anuncio se produce más de dos años después de que pusiera fin a las ventas del producto en EE UU.

J&J enfrenta cerca de 38.000 demandas de mujeres que alegan que el producto contenía asbesto y que provocó que desarrollaran cáncer de ovario. Pero la empresa reiteró su opinión de que el producto es seguro.

“Como parte de una evaluación de la cartera de productos en todo el mundo, hemos tomado la decisión comercial de incluir en la cartera de polvos para bebés, exclusivamente a los polvos a base de almidón de maíz”, anunció la firma en un comunicado.

La empresa añadió que el polvo de bebé a base de almidón de maíz ya se vende en países de todo el mundo.

Nada que temer
J&J reiteró su posición de que su talco para bebés es seguro de usar y para ello apeló a “las décadas de análisis científicos independientes realizados por expertos médicos de todo el mundo que confirman que los polvos para bebés son seguros, no contienen asbesto y no provocan cáncer”.

En 2018 una investigación de la agencia de noticias Reuters reveló que J&J sabía, al menos desde la década de los 70, que sus talcos para bebé contenía algo de amianto.

En 2020, la firma anunció que dejaría de vender este producto en EE UU y Canadá, por la caída en la demanda provocada por lo que calificó como “información errónea” sobre su seguridad, y estando en medio de una serie de demandas legales.

Sin embargo, en ese momento, la empresa dijo que seguiría vendiendo sus polvos de talco para bebés en el resto del mundo.

La otra versión
El talco es un mineral arcilloso compuesto de magnesio hidratado que se extrae de la tierra y se encuentra en vetas cercanas a la del asbesto o amianto, que es un material conocido por causar cáncer.

En 2018 la agencia de noticias Reuters publicó una investigación en la que afirmó que J&J sabía desde hacía décadas que el amianto estaba presente en sus talco.

La firma estadounidense tiene 130 años vendiendo este talco para bebés, el cual se ha convertido en un símbolo dentro de su cartera de productos.

Reuters dijo que los registros internos de la compañía, los testimonios de los juicios y otras pruebas mostraron que, al menos entre 1971 y hasta principios del 2000, el talco crudo y los polvos terminados de J&J a veces dieron positivo en pequeñas cantidades de amianto.

Pese a las evidencias, la empresa ha negado repetidamente las acusaciones.

En octubre, J&J creó una filial, LTL Management, a la que asignó la tarea de lidiar con las reclamaciones por talco. Más tarde la declaró en quiebra, lo cual paralizó las demandas pendientes.

Antes de la declaración de quiebra, la empresa tuvo que hacer frente a los costes derivados de condenas y acuerdos extrajudiciales por valor de US$3.500 millones, incluido uno en el que 22 mujeres recibieron una sentencia de más de US$2.000 millones.

En abril, fracasó una propuesta de los accionistas (Nota de Salud y Fármacos: liderada por una organización de mujeres led by Black Women for Wellness) que pedía el fin de las ventas mundiales de los polvos de talco para bebés.

Johnson’s Baby Powder se vende desde hace casi 130 años y se convirtió en un símbolo de la empresa como garante del bienestar familiar

Nota de Salud y Fármacos: Una división de la Organización Mundial de la Salud comenzó a clasificar el polvo de talco como “posiblemente cancerígeno” en 2006, pero Johnson & Johnson continuó vendiéndolo. La empresa retiró 33.000 botellas en octubre de 2019, después de que la FDA detectara amianto crisotilo en una botella comprada a un minorista en línea. Anteriormente, J&J dijo que había dicho que había reemplazado el talco con almidón de maíz, en respuesta a la caída de las ventas “alimentada por la desinformación en torno a la seguridad del producto”. J &J dirigió sus campañas de promoción del talco a las mujeres negras e hispanas con sobrepeso, por lo que ha sido tachada de racista [1].