Para algunos gobiernos y activistas por la salud pública, la pandemia de covid-19 ha evidenciado que un sistema de I+D basado en la privatización del conocimiento a través de las patentes y las diversas formas de propiedad intelectual es incapaz de dar respuesta a las necesidades globales de salud. Muchos encuentran un paralelismo con lo que sucedió durante la epidemia del VIH/SIDA, cuando habiendo antirretrovirales eficaces disponibles, los habitantes de los países en desarrollo continuaban enfermando y muriendo por no poder afrontar los altos precios que imponían los titulares de sus patentes.
La aprobación de comercialización – en principio para su uso en emergencia- de las primeras vacunas contra la covid-19 suscitó esperanzas de que la pandemia pronto podría acabarse, pero se evidenciaron dos principales problemas: los países de altos ingresos, a través de contratos de compras anticipadas con los laboratorios, acapararon dosis para vacunar a más que toda su población, mientras que los países de ingresos bajos y medios (PIBM), al no poder pagar los precios de las nuevas vacunas, quedaron relegados. Por otro lado, la capacidad instalada para la producción de las vacunas aprobadas era insuficiente para abastecer a la demanda mundial existente, por lo que, rápidamente, se evidenció la necesidad de transferir la tecnología que poseen los principales laboratorios productores de vacunas, generalmente radicados en países de altos ingresos, a otras regiones del planeta, para así poder expandir la capacidad manufacturera y responder mejor a las necesidades de un gran porcentaje de la población global que continuaba excluida.
En consecuencia, en octubre de 2020 India y Sudáfrica presentaron ante el Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) perteneciente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) una propuesta de exención temporal sobre los derechos de propiedad intelectual de todas las tecnologías que se pudieran utilizar para mitigar los efectos del virus sobre las poblaciones. No es casualidad que hayan sido India y Sudáfrica quienes lideraron la iniciativa, ambos países tuvieron un rol clave en lograr la producción de versiones de medicamentos genéricos con precios sensiblemente más bajos para tratar el VIH/SIDA, lo que amplió drásticamente el acceso y permitió controlar la epidemia.
La propuesta contó inicialmente con el apoyo de muchos países en desarrollo, pero con la oposición de la mayoría de las naciones industrializadas. En mayo de 2021, en una declaración histórica, la embajadora estadounidense ante la OMC, Katherine Tai anunció que su país apoyaría la propuesta de exención, aunque solo sobre vacunas y no mencionaba los tratamientos ni los test diagnósticos [1]. A partir de allí, la posición de algunos países que se oponían se fue flexibilizando, las discusiones se destrabaron y tras arduas deliberaciones, el 17 de junio de 2022, en la 12° Conferencia Ministerial de la OMC finalmente se llegó a un principio de acuerdo y se firmó una resolución [2] que ha suscitado críticas de diversos sectores.
Con el objetivo de conocer la opinión de una especialista y saber qué consecuencias se pueden esperar de cara al futuro conversamos con Lorena Di Giano, abogada y activista en la defensa del acceso a los medicamentos y especialista en derechos de propiedad intelectual. Actualmente es directora ejecutiva de Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP) en Argentina.
Lorena, teniendo en cuenta cómo se comporta la industria farmacéutica yo quería empezar preguntándote ¿Qué crees que otros actores globales más allá de la OMC hubieran podido hacer? Se me ocurre la OMS, ¿como ves lo que pasó con COVAX y demás? Me gustaría que empecemos hablando sobre este tema.
Lorena Di Giano: Bueno, el hecho de que todo este tema de la escasez de vacunas se hiciera más visible a nivel mundial, creo que puso el tema más sobre relieve ¿no? Como cualquier razonamiento lógico, lo primero que se hizo fue plantearnos la discusión de cómo podíamos hacer para llevar vacunas a todo el mundo en el marco de la OMS. Sin embargo, nosotros ya venimos trabajando el tema hace años, cumplimos 10 años con el programa de acceso a medicamentos que venimos trabajamos con el tema de propiedad intelectual, por lo que inmediatamente nos dimos cuenta de que la discusión no tenía que darse en el marco de la OMS sino en la OMC, porque conocemos cómo la propiedad intelectual genera monopolios legales para impedir que otros fabricantes puedan producir, salvo el titular de las patentes.
La otra cuestión es que las patentes de las vacunas recién ahora se están publicando, porque se presentaron en 2021 y a partir de que se presentan demora unos 18 meses para que se publiquen, entonces todavía estamos trabajando a nivel del El Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) [a] para ver todo lo que va apareciendo y todavía no hemos podido terminar de armar el “rompecabezas” completo. Lo que podemos ver es que la tecnología está dispersa en distintas solicitudes de patentes. Lo que hacen las compañías farmacéuticas es solicitar múltiples patentes sobre una misma vacuna, por lo cual esto también implica una investigación un poco más compleja que cuando nos referimos a medicamentos[1].
Pero volviendo a tu pregunta, como esperábamos, por parte de la OMS fueron meras buenas intenciones, declaraciones por el acceso universal y demás, incluso se promovieron algunos mecanismos voluntarios, pero no dieron los resultados que se esperaban porque la mayoría de las empresas que estaban desarrollando vacunas no entraron al mecanismo COVAX, salvo AstraZeneca.
Además, el mecanismo lo manejaban los organismos de Naciones Unidas, países o instituciones donantes con poca sociedad civil participando activamente, o sea poca transparencia, entonces la principal barrera que tenía que comenzar a debatirse y ver cómo eso se sorteaba estaba en la OMC. Allá por octubre del 2020 aparecieron India y Sudáfrica con esta propuesta de hacer un “waiver”, si bien inicialmente amplio en el sentido que no solamente cubría patentes sino secretos industriales, copyrights, etc, para abarcar todas las tecnologías que se necesitan para covid-19, nosotros lo veíamos acotado porque nada más se refería a todo lo relacionado con la pandemia de covid-19, y no sería aplicable para el resto de las enfermedades que nosotros venimos trabajando (VIH/SIDA, hepatitis C, tuberculosis) y que hace rato que tenemos evidencia de que el acuerdo de los ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) no está dando los resultados que habían prometido.
Esto empezó a tratarse en ese momento, pero creo que a nivel político tomó mayor trascendencia en un hecho que para mí es histórico, que es cuando el presidente de EE UU, Joe Biden reconoció (a través de la presión que hicimos organizaciones de todo el mundo, pero en especial las que tienen base en EE UU que lograron llegar al partido demócrata) que durante una pandemia el ADPIC no está dando respuestas. Aunque también aclaró que aceptaba “sólo vacunas”, lo que todavía acotó más el ámbito de aplicación del waiver.
Posteriormente la Liga de Países Africanos también presentó una propuesta y después la Unión Europea (UE) presentó otra. Entonces los debates se fueron sucediendo y ahí es cuando nos damos cuenta de que principalmente Reino Unido, la UE, Suiza y EE UU fueron dilatando la discusión y tratando de reducir el texto del waiver lo más posible de manera que casi quede inaplicable.
En este punto¿Cuál fue tu primera reacción cuando finalmente se llegó a un acuerdo en la 12° Conferencia Ministerial de la OMC?
Lorena Di Giano: Bueno fue ver plasmado lo que ya se esperaba, ¿no? Porque nosotros venimos siguiendo tanto el modo de actuar de la industria farmacéutica internacional como el de los países que la representan y esto es más de lo mismo. Yo creo que la primera amenaza importante que sintió el sector farmacéutico es que se empieza a hablar de que los ADPIC no pueden dar respuestas adecuadas ya de una manera contundente.
La cantidad de muertes que teníamos a diario y la necesidad de África de recibir vacunas (que todavía hoy está muy rezagado en materia de vacunación). La verdad es que yo no me esperaba mucho más que esto, hace muchos años que venimos tratando el tema.
El acuerdo final es muy acotado, en el tema de la elegibilidad por ejemplo, primero menciona que todos los países en desarrollo son elegibles pero después se llama a “no hacer uso” de esta herramienta a aquellos países que tienen capacidad de producción, entonces…¿cómo vamos a disponer de esa tecnología si los que tienen capacidad de producirla no pueden?
También estuvo el debate entre China y EE UU que se prolongó hasta último momento, de hecho, la resolución se extendió un día más de lo que estaba previsto. EE UU promovía un texto en el que decía que aquellos países que habían exportado más del 10% de materiales para tratar el covid-19 no eran elegibles, lo que apuntaba directamente a China, claro, entonces estos países estuvieron debatiendo hasta último momento. Finalmente se sacó esa parte del texto porque China, para destrabar la negociación, expresó que si se sacaba esa cláusula no haría uso, pero que no se tenía que incluir porque también podía afectar a India y a algunos otros países importantes en materia de producción de medicamentos.
Sobre ese tema…Finalmente la nota al pie que hacía referencia a los países que habían exportado más del 10% se sacó, pero ¿Qué implicancias podría haber tenido si esto se dejaba?
Lorena Di Giano: Hubiera sido un antecedente grave de un trato desigual para todos los países miembros de la OMC, además, mientras se daban las discusiones se generaron las “green rooms” o “salas verdes” donde algunos países podían entrar en la discusión y otros no. Todavía se puede ver a nivel de la diplomacia este tipo de estrategias de negociación que se dan a espaldas del pueblo.
También estuvo en discusión que se iba a definir como el objeto del waiver, si se refería a ingredientes, productos, procesos o procedimientos; y la otra gran discusión fue en torno a ajustarlo solamente a vacunas y dejar los test diagnósticos y los tratamientos y otras tecnologías por fuera.
Este es otro de los temas por lo que quería consultarte, pero antes de pasar allí ¿qué implicancias tiene que solo refiera a patentes y que se haya excluido todos estos otros tipos de protección de los derechos de propiedad intelectual?
Lorena Di Giano: La implicancia es que va a traer otros cuellos de botella. Si la decisión no abarca la información no divulgada vamos a tener un problema grave para conseguir el know-how, y más teniendo en cuenta esta complejidad que mencionaba anteriormente, que la forma de hacer público el conocimiento patentado es justamente a través de la inscripción de las patentes.
Todo esto además de la tendencia que venimos viendo en Argentina de que las patentes no cumplen con el requisito de suficiencia descriptiva [b]. Nosotros estamos haciendo oposiciones acá en el INPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial) de Argentina y muchas veces tenemos que hacer referencia no solo a que no se cumplen los requisitos de patentabilidad (novedad, actividad inventiva y aplicación industrial) sino que tampoco tiene suficiencia descriptiva, con lo cual acceder a esta información para tener el know-how es fundamental y las patentes no nos la estarían dando. Es algo que vemos frecuentemente, y hemos advertido al INPI sobre este tema.
Cuando escuché a Biden decir que era solo para las vacunas sentí que esa expresión era como decir, “bueno, las vacunas sí porque se pueden generar nuevas variantes que nos pueden afectar a nosotros, ahora si ustedes tienen la población afectada que necesita respiradores u otros tratamientos nos tiene sin cuidado, porque eso pasa en su territorio” eso me pareció horrible, no había voluntad de llegar a una solución real, y yo creo que sigue siendo así, ahora han dicho que en seis meses vamos a ver si se discuten estas otras áreas que se quedaron afuera (tratamientos y test diagnósticos).
Teniendo en cuenta esto que me decías de que las vacunas son muy complejas para emitir las licencias porque hay muchos ingredientes, procesos y viendo que el waiver quedó tan acotado ¿Qué implicancias reales puede tener de cara al futuro?
Lorena Di Giano: Estamos dudando sobre la efectividad real, porque contiene muchas excepciones, en cuanto a la elegibilidad, en cuanto a que solo abarca patentes y demás…con todo esto creemos que vamos a encontrar una serie de obstáculos para poder hacer uso. La idea era otorgar seguridad jurídica a los países y a las empresas que tienen capacidad de producir vacunas y otras tecnologías, pero dudamos mucho sobre la efectividad cuando vemos que quieren limitar a China, que junto con India son los grandes productores de principios activos.
Tal como quedó el texto yo creo que China queda excluido, porque dice que “aquellos que expresaron que no iban a hacer uso de esa excepción no iban a poder” entonces China ya quedó atado de manos, India no, por suerte, pero también hay una cuestión de que la resolución tal como está escrita, también está prohibiendo la reexportación.
Estas son las cláusulas “anti-desviación”, ¿no?
Lorena Di Giano: Claro, estas están también en la resolución y ha pasado anteriormente con las licencias obligatorias, cuando se genera el artículo 31bis de los ADPIC, dice que los países tienen que emitir una licencia para hacer exportaciones a países que no tienen capacidad de producción. Un ejemplo es ese famoso caso sobre Canadá y Ruanda, que al final tenía tantos requisitos que finalmente no se pudo hacer, parecido a esto, ¿no? Cada vez que iba a salir un lote nuevo había que emitir una licencia obligatoria nueva. No se llegaba a cubrir los trámites administrativos en Canadá que ya había que volver a hacerlos en Ruanda.
Hasta todo lo que es el packaging, el envasado, tenían que ser distintos. Entonces la verdad es que ya tenemos evidencia de que este tipo de resolución con tantas limitaciones no prospera. Más allá de eso, algunas empresas nacionales celebraron el acuerdo, CILFA (Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos) sacó un comunicado donde celebran la decisión y expresan su interés en hacer uso, por lo cual el gobierno argentino va a tener que sacar alguna adaptación a la normativa actual.
Una parte positiva es que no necesariamente se necesita una ley, porque cada país adoptó su legislación al ADPIC en los años 90’, entonces la normativa podría adaptarse por una resolución ministerial, por un decreto del presidente, quiero decir eso es bueno porque en el caso de Argentina si los laboratorios nacionales quieren hacer uso de la decisión no es necesario aprobar una ley.
Yendo al caso de los países latinoamericanos y teniendo en cuenta la capacidad de producción que hay en Argentina, Brasil, México o Cuba…
Lorena Di Giano: Si, Chile, Perú y Colombia también tenían capacidad de producción, pero los distintos gobiernos neoliberales fueron desmantelando más que nada las estructuras, cuando hablamos con colegas de estos países nos dicen que todavía hay capacidad en recursos humanos para empezar a funcionar nuevamente, pero ha habido una gran desinversión en infraestructura.
Nosotros cuando empezamos a discutir este tema del waiver a mediados de 2020 en conversaciones con el gobierno argentino y aún no se había llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), algunos funcionarios nos decían “no, pero bueno, hay que esperar, hay que ir viendo…”. Tuvimos que trabajar en la idea de que estamos hablando de un organismo multilateral en donde no se puede acotar a un país una solución que se tenía que tomar entre todos. Además, el hecho de que India y Sudáfrica hayan llevado la delantera en esta propuesta no es solamente porque quieran beneficiarse ellos, sino que habla de solidaridad internacional.
Todo esto lo planteamos nosotros al gobierno argentino, que por suerte, desde el principio apoyó la propuesta, después se convirtió en sponsor y durante las negociaciones, los funcionarios del gobierno en la OMC estuvieron muy activos, formaron parte incluso de las negociaciones dentro de las green rooms.
Igual, la mayoría de países latinoamericanos habían apoyado desde un principio la propuesta ¿no? Salvo Brasil, si mal no recuerdo…¿Cómo ves el rol que jugaron los países latinoamericanos en la negociación, se hubiera podido hacer algo más y no se hizo?
Lorena Di Giano: Yo creo que si…Recuerdo que Perú, Colombia y Chile al principio no se expresaban ni a favor ni en contra. Brasil se expresó en contra, Bolivia fue el primer sponsor de Latinoamérica, Costa Rica por ejemplo también tenía una posición a favor. Creo que esto fue un proceso paulatino, de ir entendiendo de qué se trataba.
Hay gente que trabaja en el tema y lo relaciona solamente con licencias obligatorias, pero para mí eso es todo lo que tenemos en el marco del ADPIC y en lo que a nosotros nos gusta llamar “salvaguardas” a favor de la salud, para mi hay como una categorización, hay algunas salvaguardas que son importantes, pero otras que son principales en materia de salud pública, en primer lugar, los criterios de patentabilidad, tienen que ser rigurosos así evitamos el otorgamiento de patentes. Las oposiciones a patentes también son una herramienta fundamental, porque los terceros colaboramos en el análisis de las solicitudes y advertimos con argumentos y pruebas cuando las mismas no cumplen con los requisitos legales y solicitamos su rechazo.
Yo recuerdo que solés decir que las guías de patentabilidad son de lo mejor…
Lorena Di Giano: Si, claro, porque después lo que uno hace es prevenir, por ejemplo, en nuestro criterio “novedad” se define como que no se haya publicado en ningún lugar del mundo el año anterior a que se presenta (la solicitud de patente), sin embargo, en otros países el criterio es distinto, en EE UU por ejemplo, es que no se haya presentado en EE UU. Yo considero que eso es algo muy importante, que todos los países definan cuales son los criterios de patentabilidad.
Otra salvaguarda muy importante son las oposiciones a patentes, que con Fundación GEP venimos haciendo. Consiste en participar en el proceso de una solicitud de patente y solicitar su rechazo si no cumple con los requisitos de patentabilidad. Nosotros hemos presentado hasta el momento 18 y sólo nos quedan seis pendientes de resolución, todas las demás fueron refutadas menos una que fue otorgada. Sólo con tres de estas solicitudes que fueron rechazadas pudimos lograr que Argentina se ahorre US$350 millones por haber comprado a través del fondo de OPS, pero también por haber facilitado la producción local de medicamentos.
No te digo que todo lo que brilla es oro, también tenemos algunos problemas todavía, nosotros venimos haciendo el seguimiento con el observatorio de compras públicas y hemos encontrado estrategias de “dumping” [c] en los propios, hay de todo….
Claro, con los nacionales tampoco estamos exentos de problemas, seguro…
Lorena Di Giano: No, totalmente, pero preferimos a los nacionales porque aportan al desarrollo local, porque es industria, trabajo para nuestro pueblo. No es lo ideal comprar a la India a través del fondo de la OPS, pero si los productores nacionales a veces quieren abusar de los precios al mismo nivel que los multinacionales, a veces usar ese mecanismo es necesario para ver si bajan un poco los precios.
Ahora que mencionas el tema de las flexibilidades, una de las críticas que había leído era que el borrador estaba muy basado en la posición europea que contemplaba flexibilidades ya existentes…
Lorena Di Giano: Claro, es que lo que decía era “hagan lo que ya está permitido”. Eso ya se viene haciendo, con todas las represalias que los países sufren por hacer uso de las licencias obligatorias, pero también como en el caso de Argentina, por hacer uso de los criterios de patentabilidad…por ejemplo, las guías de patentabilidad en Argentina están judicializadas, estamos esperando que el Poder Judicial defina sobre este tema.
Si, un mismo principio puede tener muchísimas patentes asociadas, las “marañas de patentes” que le dicen….
Lorena Di Giano: Claro, a medida que el INPI aplica las guías de patentabilidad le va diciendo: “de tal a tal número no cumple con actividad inventiva u otra cosa”, entonces se llegan a quedar con sietes solamente, entonces uno pensaría que esto es algo positivo, porque renunciaron a las 1.400 y se quedaron sólo siete. Nosotros hicimos oposición a esas siete que quedaban, pero el laboratorio presentó “divisionales” o sea…las sacan de acá y las ponen allá…vos decís ¿para qué? Y bueno porque están esperando que se resuelva el expediente judicial de las guías para ver si cambian los criterios.
Claro, no es que renuncian, sino que las “esconden” detrás de otras
Lorena Di Giano: Claro, hay que ver lo complejo que es el tema…por eso es necesario que esta resolución del waiver salga lo más amplia posible, de manera que se pueda aplicar.
Y considerando que el acuerdo al que se llegó es muy diferente del que se partió, que haya quedado tan diluido…¿Vos crees que sirve igualmente como precedente para futuras pandemias?
Lorena Di Giano: Esa fue otras de las discusiones que se dieron al interior de la OMC, tampoco se decidió sacar una resolución que dejara sentado que esto iba a servir como un precedente para futuras pandemias…Yo vuelvo a remarcar, nosotros trabajamos con un consorcio de 17 países para este trabajo de guías de patentabilidad, oposiciones, licencias obligatorias, etc. y con lo duro que ha sido para nosotros avanzar y poder llevar las discusiones a nivel global, es complejo.
Encima cada vez vemos más frecuentemente que las nuevas solicitudes de patentes son por materia no patentable, que quedan por fuera del ADPIC, métodos terapéuticos, por ejemplo, de qué manera se va a dosificar un medicamento…no tiene aplicación industrial, no es patentable…también polimorfos y otros…no tienen actividad inventiva. Como decía, el 90% de las solicitudes no cumplen con los requisitos de patentabilidad, claramente este sistema está agotado, nosotros hemos hecho un esfuerzo grande en hepatitis, tuberculosis, VIH y creemos que este sistema no sirve más.
A tu pregunta te respondería que es un precedente, yo lo que veo que es el principio, esto va a llevar tiempo pero lo importante es que son pequeños pasos que van en la dirección de tener un modelo alternativo a través de la OMS, que podría ser la mejor forma…la OMS podría sacar un acuerdo vinculante sobre I+D, esto ya se debatió años atrás pero EE UU logró que se sacara de agenda, quiero decir, el hecho de tener un modelo mediante el cual a través de un porcentaje de inversión que aporten los países se desarrollen tecnologías médicas, pero que estas sean libres, que lo puedan usar quienes quieran y a partir de las necesidades reales de salud de la población, no de las necesidades de lucro que tiene el mercado.
También destacaría el tema de la cronificación de los tratamientos ¿por qué en un año pudimos tener vacunas para covid y hace 40 años estamos esperando la cura para VIH-SIDA? Cuando los Estados firmaron el ADPIC se creía que el mercado nos iba a solucionar la vida y el mercado no nos quiere ni sanos ni muertos, nos quiere enfermos crónicos.
Yo creo que este waiver tiene que ver con que en algún momento frenemos este poder que tiene el mercado sobre la salud, sobre nuestras vidas, y que nos pongamos como Estado a debatir otro modelo alternativo de innovación tecnológica, porque ya se demostró que este modelo predominante no sirve, entonces si tenemos una alternativa como la que comentaba, pensamos que podría funcionar para llevar medicamentos que respondan a las necesidades de salud.
También está el caso de otras enfermedades que son menos frecuentes y que generalmente son más prevalentes en los países más pobres, y no hay tratamientos o los que hay tienen un precio muy alto que las personas no pueden pagar, entonces ¿Cuándo vamos a terminar con esto? Para nosotros el hecho de que se empiece a discutir la liberación de patentes me parece que nos ha sacado de la oscuridad, nosotros hicimos más de 60 notas con distintos medios, incluso con algunos de los medios más importantes del país.
Claro, la visibilización que tuvo el tema fue impresionante….
Lorena Di Giano: Si, claro…estas son las reflexiones que yo hago, también tengo esperanzas en otras discusiones que se están dando en el marco de la OMC, como la reforma en materia de alimentos, porque con el tema de los alimentos está pasando lo mismo que con los medicamentos, tienen la misma lógica de mercado que se da en el sector farmacéutico.
¿Quién se perjudica y quién se beneficia con estos procesos de deliberación tan largos y cómo ves el rol de la OMC para deliberar y tomar decisiones, pensando en futuras pandemias?
Lorena Di Giano: Creo que el multilateralismo que sucede tanto en la OMC como en otros ámbitos está bastante deteriorado, porque no todos los países tienen la misma capacidad de influencia, los países desarrollados tienen el poder económico y eso termina corrompiendo cualquier decisión que se pueda adoptar y generando distintos estándares dentro de los organismos.
Ahí también me parece importante discutir, que si bien hay un estatuto constitutivo que dice que en este marco las decisiones se dan por mayoría, es costumbre que se den por consenso entre todas las partes, entonces si hay uno o dos representantes que no están de acuerdo ya no hay consenso, esos dos tienen el poder que no tienen todos…entonces nos preguntamos ¿por qué no se llama a votación? pero no…se sigue dando de esa manera.
Otra cuestión es que los presidentes de las comisiones en general son de países en desarrollo, pero muchas veces lo que menos hacen es defender los intereses de los países de donde vienen. No es el caso de Tedros (Adhanom Ghebreyesus, Director de la OMS), él es de Etiopía, y yo creo que hizo esfuerzos importantes que se fueron diluyendo porque las patentes no son su competencia, pero yo creo que él ha hecho un gran esfuerzo por defender los intereses de su país y de su región.
Ya que lo mencionas…¿recordás el Director General anterior de la OMC?, Roberto Azevêdo, es brasileño… Él había hecho una declaración priorizando la salud por sobre los derechos de propiedad intelectual y después al poco tiempo se anunció el retiro anticipado ¿sabés si eso tuvo algo que ver?
Lorena Di Giano: No, la verdad que sobre eso no tengo información, lo que sí claramente la posición de Brasil en el ámbito internacional ha cambiado mucho, siempre ha sido de vanguardia en materia de DD HH y salud y cuando uno compara con las posturas que está teniendo ahora con las que tenía antes se queda asombrado. Más aún cuando Trump era presidente, Brasil se viene alineando siempre con la posición de EE UU.
Para ir cerrando …la movilización de la sociedad civil fue impresionante y bien argumentada, pero viendo que el waiver que se logró es tan acotado, ¿cómo ves la autocrítica a las organizaciones civiles o es que directamente los intereses son tan grandes que se vuelve imposible avanzar?
Lorena Di Giano: Autocríticas se pueden hacer siempre e incluso entre organizaciones muchas veces tenemos diferencias de criterios que suelen tener que ver con el lugar de donde provenimos, a veces los países en desarrollo tenemos formas más radicales y los países desarrollados son más diplomáticos.
Por ejemplo, la cuestión de las licencias voluntarias fue una gran discusión entre los grupos por el acceso a medicamentos, nosotros sostenemos que estos mecanismos mediante los cuales las compañías ceden de manera voluntaria la tecnología no terminan siendo del todo útiles porque quien tiene las patentes decide quien pueden fabricar y quien no, a quienes se le puede vender ese producto y a quién no …y en la mayoría de los casos los países de renta media quedamos excluidos, por ejemplo, Sudamérica nunca está en una licencia voluntaria.
Entonces yo creo que el Medicines Patent Pool, si bien logró que las licencias sean públicas, estas siguen teniendo el mismo ámbito de aplicación…entonces yo creo que esta es otra de las estrategias de la industria. Para mi voluntario no existe, las empresas no regalan nada.
Entonces, creo que la sociedad civil puede hacer su propia autocrítica, pero acá lo que ganó fue el poder económico, el poder político asociado a las grandes corporaciones, vemos que el negocio sigue prevaleciendo por sobre la salud de las mayorías.
Nosotros vamos a seguir haciendo todo lo que podamos, trabajando en colaboración con colegas y organizaciones de otros países, tanto de países en desarrollo como de países desarrollados, porque creemos que allí también hay organizaciones valiosas que están en contra de lo que hacen sus propios mandatarios y como te digo…espero que sea el principio de algo, es importante que los y las jóvenes sepan de estos temas, va a ser una lucha de muchos años.
Leí también muchas críticas a las estrategias diplomáticas, recuerdo una ahora que criticaba mucho a India…¿por qué crees que países que inicialmente apoyaron este waiver más amplio terminan aceptando esta versión tan “diluida”? ¿Es mejor tener esto que no tener nada?
Lorena Di Giano: Un poco si…yo creo que esto era lo que era posible hoy, estamos en un mundo muy complejo, te decía que cuando empezamos a hablar con el gobierno argentino para apoyar la iniciativa nos mencionaban el tema del FMI, entonces…todo se relaciona. India también tiene muchos intereses comerciales con EE UU en otros ámbitos, más allá de la salud, además tampoco tiene un gobierno que podamos decir que es de izquierda, como cualquier otro país en desarrollo son dependientes en otros ámbitos y está todo relacionado…lo mismo vemos ahora con la guerra en Ucrania, los países en desarrollo van con cuidado viendo de no quedar enfrentados totalmente con ninguna de las facciones porque dependemos de todos.
Notas
Referencias