El desabasto en hospitales públicos, aunado a las presiones económicas de los consumidores y la reciente reforma a la Ley de Salud –que obliga a los médicos a prescribir la sustancia activa en la receta, en lugar de la marca comercial del fármaco–, impulsará hasta 20 por ciento las ventas de genéricos, de acuerdo con estimaciones del sector.
“La industria de medicamentos genéricos crece a doble dígito desde hace 10 años porque hay más oferta y variedad conforme se terminen patentes, y ahora con la reforma a la Ley General de Salud nos hace prever un escenario de un crecimiento del 20 por ciento”, dijo Arturo Manríquez, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores y Laboratorios de medicamentos genéricos (Dilameg).
El mercado de medicamentos genéricos son todas aquellas formulaciones cuyo dominio ya es público porque su patente venció y perdieron exclusividad; y poseen los mismos principios activos, concentraciones y dosificaciones que los productos de patente y marca.
En el 2021 la industria de medicamentos acumuló un valor estimado de 194.5 mil millones de pesos, un crecimiento anual del 9.24 por ciento, y se proyecta que este 2022 alcance los 207.8 mil millones de pesos, arrojan estimaciones de la consultora IQVIA.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha empujado el otorgamiento de registros sanitarios y la liberación de medicamentos genéricos, con lo que logró que el año pasado el 46.2 por ciento de participación de valor de mercado fuera para los genéricos, una suma de 88.6 mil millones de pesos, un incremento del 20 por ciento anual, y 35.7 por ciento más comparado 2019, previo a la pandemia en 2019.
Mientras que en volumen en 2021 los genéricos sumaron el 69.3 por ciento de participación de mercado en la industria con 831.6 millones de unidades, equivalente a un alza anual del 14 por ciento, y 29 por ciento contra el 2019.
Respaldan la ley a los genéricos
Hasta hace unas semanas el Reglamento de insumos para la salud en el Artículo 31 establecía que los médicos tenían la libertad de escribir en las recetas el medicamento con la marca de patente o la sustancia activa.
Sin embargo, en las farmacias no podían ofrecer otras opciones genéricas distintas o que no vinieran en la receta, lo que dejaba sin opciones a los consumidores y mermaba su bolsillo.
Con la pandemia el gasto promedio para salud en las familias mexicanas se incrementó 40 por ciento, al pasar de 2 mil 358 en 2018 a 3 mil 299 pesos el año pasado, alertaron datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Los médicos no anotaban la denominación genérica en las recetas, por ende no se hacía el cambio a un medicamento de marca al genérico en las farmacias, y esta situación traía consigo que los pacientes pagarán más. Ahora con esta reforma se empodera al consumidor porque nos brinda información donde hay hasta cuatro marcas que brindan el mismo efecto terapéutico, entonces seremos los consumidores los que escojamos el que mejor se adapte a nuestro bolsillo”, expuso Manríquez.
Tras los cambios a los artículos 225, 226 y 226 bis 1 de la Ley General de Salud, que obligan al personal médico a prescribir en las recetas el nombre de los medicamentos genéricos, y no solo los de patente.
“Los medicamentos, para su uso, prescripción médica y comercialización, serán identificados por sus denominaciones genéricas y distintivas. La identificación genérica será obligatoria”, se lee en los artículos publicados el pasado 30 de marzo en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Desabasto en IMSS les da ventaja
COVID-19 y el desabasto de medicamentos triplicó, entre el 2019 y el 2021, las recetas médicas no surtidas en el sector salud, un volumen de 24 millones de recetas, reveló el estudio ‘Radiografía del Desabasto Informe de Transparencia en Salud 2017-2021′.
“No vemos que se tenga una propuesta distinta en el 2022, si bien el Estado puede dar cuenta de qué se compra y no, sabemos que las licitaciones de este año no fueron tan exitosas como se esperaba, y no ha habido un cambio de estrategia real, o por lo menos que se hiciera público, con respecto al 2021, que es el peor año en temas de acción de medicamentos que tenemos registrado”, apuntó Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto.
El faltante en el sector salud llevó a los pacientes a buscar su tratamiento en las farmacias particulares, que si bien llegaron a enfrentar también faltantes de productos, elevan 20% sus consultas en los consultorios anexos, y ventas.
“La expectativa del 2022 es que tras la mayor cuesta de la crisis ya estamos un poco más empoderados con estos consultorios, calculamos que el tráfico se pueda ver incrementado hasta un 20 por ciento más”, estimó Marcos Pascual, director comercial de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex).