Cuando llegan los resfriados, las gripes y las alergias, muchas personas recurren automáticamente a medicamentos de venta libre para combatir y tratar los síntomas. Estos incluyen descongestivos, analgésicos, medicamentos para la tos o la alergia y combinaciones de los mismos. Casi el 70% de los adultos en EE UU utilizan medicamentos de venta libre como primer recurso para tratar los síntomas del resfriado y la gripe [1].
Aunque estos medicamentos son de fácil acceso y se utilizan ampliamente, puede que a muchas personas les sorprenda saber que no están exentos de riesgos.
Somos un equipo de farmacoepidemiólogo [2] y farmacéutico e investigamos la adherencia a los medicamentos y los posibles daños de la medicación asociados a las interacciones entre fármacos. La farmacoepidemiología es el estudio del uso de medicamentos y los resultados del tratamiento entre grandes poblaciones en entornos reales.
Un estudio de 2021 mostró que, entre 2017 y 2019, aproximadamente 6,1 de cada 1.000 personas visitaron las salas de emergencia debido a daños causados por medicamentos [3] en EE UU. De estas visitas a las salas de emergencia, el 38,6% resultaron en hospitalización. La mayoría de estos casos ocurrieron en pacientes de 65 años o más.
Otro estudio calculó que, cada año, 26.735 personas fueron a urgencias por efectos adversos relacionados con medicamentos de venta libre para el resfriado y la tos [4]. Y más del 60% utilizaron los medicamentos por razones distintas a su uso original.
Combinar medicamentos, hierbas e incluso ciertos tipos de alimentos puede ser perjudicial.
Los peligros de mezclar medicamentos
A veces, cuando dos o más medicamento se toman juntos, sus interacciones pueden producir efectos nocivos inesperados [5]. Los farmacéuticos y los médicos suelen estar bien informados sobre las posibles interacciones entre medicamentos, por lo que es muy importante que los pacientes pregunten a sus proveedores de servicios de salud qué medicamentos de venta libre pueden utilizar sin peligro.
Es importante leer atentamente los ingredientes del envase de los medicamentos de venta libre para evitar la duplicación de dosis. Los medicamentos para el resfriado —incluyendo analgésicos, descongestivos nasales y antitusivos o expectorantes— suelen estar compuestos por varios ingredientes. Una persona que tome también un medicamento de un solo ingrediente combinado con una de estas formulaciones de múltiples ingredientes puede recibir una dosis poco segura de ese ingrediente.
Por ejemplo, el paracetamol (también conocido por su nombre comercial Tylenol) se suele tomar como principio activo único en un comprimido. Pero el paracetamol también se añade a menudo a medicamentos de venta libre con varios ingredientes. Por ejemplo, algunas formulaciones de DayQuil — un medicamento de venta libre para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe— contienen paracetamol junto con un antitusivo y un descongestivo nasal. Los médicos no suelen recomendar el uso simultáneo de Tylenol de un solo ingrediente y DayQuil, ya que aumenta el riesgo de sufrir efectos adversos, como daños hepáticos debido a una sobredosis accidental. Los signos y síntomas de una sobredosis de paracetamol son náuseas, vómitos, dolor abdominal y confusión.
También es peligroso para los pacientes que toman fármacos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa — una de las primeras clases de antidepresivos que incluye Marplan (isocarboxazida) y Nardil (fenelzina), entre otros—, o antidepresivos tricíclicos, en combinación con pseudoefedrina [6], fenilefrina [7] o efedrina, que se utilizan para tratar la congestión. La combinación de estos descongestivos [8] con los inhibidores de la monoaminooxidasa o con antidepresivos tricíclicos podría provocar una tensión arterial muy alta y arritmias.
Tomar oxicodona, un opiáceo, al mismo tiempo que ciertos antidepresivos también puede ser peligroso [9].
La escasez de medicamentos para niños es parte del problema.
Cada persona responde a los fármacos de forma diferente
Además de la posibilidad de que se produzcan interacciones farmacológicas u otros efectos adversos, estos medicamentos pueden afectar de forma diferente a cada persona [10] y aumentar el riesgo de sufrir daños en función de sus características y grupo de edad. A medida que envejecemos, nuestro organismo empieza a perder la capacidad de eliminar eficazmente los fármacos, lo que aumenta el riesgo de efectos adversos y sobredosis accidentales.
Algunos medicamentos pueden ser peligrosos para las personas que padecen determinadas enfermedades. Por ejemplo, la pseudoefedrina, la fenilefrina y la efedrina podrían aumentar los niveles de azúcar en la sangre [11], por lo que es importante que los pacientes diabéticos tengan cuidado al consumirlos. Además, dado que estos medicamentos se asocian a un aumento de la tensión arterial, los pacientes con hipertensión, hipertiroidismo o enfermedades cardíacas deben tener cuidado al tomarlos, o evitarlos por completo.
Aunque todo el mundo puede sufrir los efectos adversos de los medicamentos para el resfriado y la gripe, algunos grupos —como los adultos mayores, los niños y las mujeres embarazadas— pueden correr un riesgo mayor.
Las personas mayores que utilizan fármacos de venta con receta para tratar múltiples enfermedades pueden tener un mayor riesgo de interacciones farmacológicas debido al gran número de medicamentos que se utilizan simultáneamente para tratar diferentes enfermedades. El organismo de las personas mayores no es tan hábil como el de los jóvenes para absorber, distribuir y eliminar los medicamentos. Esto puede aumentar el riesgo de sobredosis y de interacciones entre medicamentos.
Alternativas para niños
La FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no recomiendan administrar medicamentos para el resfriado a niños menores de 4 años [12]. Debido a una serie de factores, los niños pequeños tienen un mayor riesgo de sobredosis accidental y acontecimientos adversos [13] que podrían causar la muerte.
Por un lado, los cuerpos pequeños responden a las dosis de forma diferente [14]: la misma dosis en un niño puede hacer que la concentración sanguínea de un fármaco sea superior a la que se produciría en un adulto. Además, a medida que el niño se desarrolla, los órganos maduran a su propio ritmo y se observan cambios en la composición corporal. Así que, además de la talla del niño, los médicos deben tener en cuenta su etapa de desarrollo. Y algunos medicamentos ni siquiera están recomendados para niños [15], ya que no han desarrollado los mecanismos necesarios para procesar el fármaco.
Sin embargo, existen algunas alternativas más seguras [16]. Las investigaciones han demostrado que la miel puede ser útil para reducir los síntomas del resfriado y la gripe [17] en niños mayores de un año.
La solución salina nasal, una solución salina utilizada para limpiar las fosas nasales y mejorar el flujo de aire nasal, puede ayudar a aliviar la congestión y el goteo nasal. Y ciertas cremas y pomadas que contienen los compuestos calmantes alcanfor, mentol o aceites de eucalipto pueden a veces ser eficaces para reducir la tos, la congestión y las dificultad para dormir [18].
Prácticas recomendadas durante el embarazo
Algunos de los componentes utilizados frecuentemente en los medicamentos para el resfriado no se recomiendan durante el embarazo, ya que pueden poner en riesgo no solo a la madre, sino también al feto. El paracetamol es el medicamento de venta libre que los médicos recomiendan [19] para tratar el dolor y la fiebre en cualquier etapa del embarazo. Pero el paracetamol solo se debe usar cuando sea necesario y en la dosis mínima, ya sea una sola vez o durante unos cuantos días como máximo [20].
Cualquier otro analgésico o antiinflamatorio, como el ibuprofeno, el ketoprofeno, el naproxeno y la aspirina, no deben tomarse durante el embarazo sin la aprobación de un médico [21]. Estos fármacos, a excepción de la aspirina, se conocen como antiinflamatorios no esteroideos o AINE. Se asocian a diversos efectos adversos en el feto [22], como insuficiencia renal y reducción de la cantidad de líquido amniótico.
Para síntomas como la congestión nasal durante el embarazo, el fármaco de elección [23] es un descongestivo llamado oximetazolina en su forma intranasal. Pero también es de vital importancia utilizar este fármaco siguiendo las recomendaciones de un médico, porque se sospecha que, en determinados contextos, puede tener algunos efectos adversos sobre el flujo sanguíneo placentario y uterino.
Por su seguridad, pregunte siempre a su farmacéutico o proveedor de atención médica sobre los riesgos y peligros de tomar varios medicamentos al mismo tiempo.
Referencias