Este informe revela que, a pesar de invertir más de £1.500 millones de fondos públicos en el desarrollo de vacunas contra el covid-19 y otros productos para la salud, el gobierno británico no negoció medidas para proteger la salud pública. Utiliza seis estudios de caso para resaltar cómo el no haber condicionado el financiamiento de la I+D al acceso equitativo a los medicamentos y vacunas perpetúa un sistema de salud global extractivo, que agrava las desigualdades en materia de salud.
El informe pide al Gobierno británico que implemente las siguientes recomendaciones para garantizar un acceso asequible a los productos para la salud que se requieran en futuras pandemias:
Aunque el informe se centra en los gobiernos del Reino Unido, las conclusiones y recomendaciones también son aplicables a otros financiadores públicos de I+D y a los procesos internacionales en curso, incluyendo a las Reuniones de Alto Nivel.