Resumen
En la vejez, es cada vez más frecuente vivir con múltiples enfermedades crónicas (multimorbilidad) . Entre más enfermedades crónicas padezca una persona, más medicamentos es probable que tome. La hospitalización como consecuencia de daños relacionados con la medicación está aumentando, y se requiere un esfuerzo conjunto para controlar esta situación. Sin embargo, tomar decisiones sobre el equilibrio entre beneficio y daño para una persona mayor con multimorbilidad y polifarmacia es muy complejo. Existen diversas herramientas clínicas que pueden ayudar a identificar a los pacientes con mayor riesgo de sufrir daños, y existen numerosas estrategias —como las revisiones de optimización de medicamentos que incluyen información de salud personalizada— para intentar reducir los riesgos. Se necesita más educación y formación de los profesionales de la salud para dotar al personal multidisciplinar de las habilidades y conocimientos necesarios para afrontar estos retos. En este artículo se analizan algunos de los cambios que se pueden aplicar ahora, y se destacan las áreas que requerirán más investigación antes de que se puedan incorporar, con el fin de ayudar a los pacientes a sacar el máximo provecho de sus medicamentos.
Lecciones más importantes
Recuadro 1 Siete pasos para una polifarmacia adecuada
¿Qué es importante para el paciente?
Identificar la farmacoterapia esencial
¿El paciente está utilizando farmacoterapia innecesaria?
¿Se están logrando los objetivos terapéuticos?
¿El paciente corre el riesgo de sufrir reacciones adversas a los medicamentos (RAM) o las está sufriendo?
¿La farmacoterapia es rentable?
¿El paciente está dispuesto y es capaz de seguir la farmacoterapia según lo establecido?
Conclusión
La toma de decisiones en adultos mayores con multimorbilidad y polifarmacia es muy compleja. Las revisiones personalizadas e integrales de la medicación, que están estructuradas en torno a la toma de decisiones compartida, tienen un enorme potencial para beneficiar a las personas con multimorbilidad. Hay muchas enfermedades prolongadas en las que la combinación de tres o más fármacos es ventajosa y deseable. Este suele ser el caso en enfermedades con una etiología común y estrategias de tratamiento sinérgicas (como la hiperlipidemia, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes). El máximo potencial de daño se da en las personas con multimorbilidad discordante, es decir, con múltiples enfermedades prolongadas que afectan a diferentes sistemas orgánicos, con estrategias de tratamiento aisladas y, en ocasiones, con regímenes de tratamiento contradictorios y que interactúan entre sí. En estas personas, el examen periódico de la prescripción completa, por parte de personas con conocimientos, tanto de diagnóstico como de prescripción, es esencial para prevenir las reacciones adversas y las interacciones. Una estrategia multidisciplinar, que abarque a profesionales de atención primaria y secundaria, es clave para una optimización exitosa y sostenible de los medicamentos.