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La eszopiclona es el enantiómero S de la zopiclona. Su evaluación comparativa con la zopiclona no demostró ninguna ventaja clínica en términos de eficacia, efectos adversos o interacciones farmacológicas.
Para los pacientes con una baja calidad de sueño, algunas medidas que los puedan ayudar a recuperar la sensación de que han tenido un buen descanso por las noches incluyen hacer cambios en el estilo de vida, mejorar el ambiente en su dormitorio, someterse a terapias cognitivas y conductuales para reestablecer un ciclo de descanso satisfactorio y utilizar extracto de valeriana. Si tales medidas no se pueden implementar fácilmente o fallan, se puede considerar la doxilamina (un antihistamínico sedante). Si la falta de sueño es muy problemática, una alternativa es el oxazepam, una benzodiacepina con una semivida corta que no tiene metabolitos activos. Se debería tomar durante la menor cantidad de tiempo y en la dosis más baja posible debido a los efectos adversos de las benzodiacepinas, a saber: trastornos de la memoria, reducción del estado de alerta, somnolencia, trastornos cognitivos, caídas, dependencia y síntomas de abstinencia cuando se las suspende. La zopiclona, que es un análogo de las benzodiacepinas, conlleva un riesgo mayor de efectos residuales que persisten durante la mañana siguiente a la exposición en comparación con el oxazepam, porque algunos de sus metabolitos son activos [1].
La eszopiclona es el enantiómero S de la zopiclona [2,3]. Ha sido autorizada en varios países, incluyendo Francia, para tratar el insomnio en adultos [2].
Según los estudios de biodisponibilidad, 3,5 mg de eszopiclona equivalen a 7,5 mg de zopiclona [3]. En 2009, la EMA llegó a la conclusión de que este enantiómero no tiene ventajas demostradas sobre la zopiclona en términos de eficacia o efectos adversos [4]. Para 2022, esta situación no había cambiado, según los resultados de un ensayo clínico aleatorizado y de doble ciego que se ejecutó durante cuatro semanas e incluyó a 262 pacientes, y que comparó 3 mg de eszopiclona con 7,5 mg de zopiclona [2]. En otro ensayo clínico, que la comparó con un placebo, 1 mg de eszopiclona redujo el tiempo necesario para conciliar el sueño sin extender su duración total, por lo que el beneficio de esta dosis es incierto [2,3]. Se puede prever que el perfil de efectos adversos de la eszopiclona sea similar al de la zopiclona [3,5,6]. En particular, se debería tomar en cuenta el riesgo de dependencia cuando se usa por períodos prolongados [5,6]. Desde que la eszopiclona se empezó a comercializar en EE UU, ha habido informes de disosmia (trastornos olfativos) [7].
La zopiclona y la eszopiclona son metabolizadas principalmente por la isoenzima CYP3A4 del citocromo P450. Comparten las mismas posibilidades de producir interacciones farmacológicas, incluyendo, por ejemplo, un riesgo mayor de sedación y de depresión respiratoria cuando se combinan con un opioide, una benzodiacepina o con alcohol [5,6].
A finales de 2022 había muy pocos datos disponibles sobre las consecuencias del uso de la eszopiclona en mujeres embarazadas. Se sospecha que la exposición a la zopiclona durante el primer trimestre del embarazo aumenta el riesgo de que el feto tenga el paladar hendido, y se han informado casos de síndrome de abstinencia en recién nacidos que habían sido expuestos poco tiempo antes del nacimiento [6].
En respuesta a nuestra solicitud de información, GL Pharma nos proveyó datos publicados.
Revisión de la literatura hasta el 24 de octubre de 2022