Resumen
La rápida propagación del SRAS-CoV-2 alrededor del mundo ha desencadenado una intensa actividad en el campo de la biotecnología, que ha resultado en el desarrollo y la aprobación regulatoria de múltiples vacunas contra el covid-19 en menos de un año, al tiempo que ha suscitado un constante escrutinio de las cuestiones éticas asociadas a este proceso.
Este artículo responde a un doble objetivo. En primer lugar, reconstruye y ofrece una visión exhaustiva de los diferentes pasos, desde el diseño de los ensayos clínicos hasta los procedimientos reguladores, que sustentan la “vía rápida” de I+D y la aprobación de las vacunas covid-19. En segundo lugar, basándose en una revisión de la bibliografía publicada, el artículo identifica, resume y analiza los aspectos éticamente más problemáticos relacionados con dicho proceso, incluyendo las preocupaciones en torno a la seguridad de la vacuna, los problemas en el diseño de los ensayos, la inscripción de participantes en los estudios y las dificultades para obtener un consentimiento informado válido.
Al analizar los aspectos pertinentes del desarrollo de la vacuna covid-19 y los procesos normativos que conducen a la autorización de su comercialización, este artículo pretende, en última instancia, ofrecer una visión global de las cuestiones normativas y éticas que sustentan el despliegue de esta tecnología clave para la contención de pandemias en todo el mundo.
Comentario adicional
En esta revisión de la literatura se incluyeron 55 artículos. La mayoría de problemas éticos relacionados con la aceleración de la I+D y la aprobación regulatoria de las vacunas se relacionaron con cuatro temas:
Preocupación por la seguridad.
Dado que los participantes en la investigación se enfrentaban a un riesgo muy elevado de sufrir la enfermedad, se consideró que los beneficios potenciales de la investigación justificaban mayores riesgos en su diseño, por lo que se omitieron los ensayos con animales y se aceleraron considerablemente los plazos.
Temas relacionados con la aprobación rápida de las vacunas y diseño de los estudios
Temas relacionados con la inscripción de participantes.
Los participantes en los ensayos clínicos con las vacunas no eran representantes de la población mundial, por lo que los resultados podían no ser generalizables. Para compensar por este problema, desde una perspectiva basada en la justicia, la inscripción de participantes se debe dirigir a las poblaciones con más probabilidades de beneficiarse del candidato a la vacuna, que incluiría a los grupos con mayor riesgo de infección, morbilidad grave o mortalidad, es decir, los adultos mayores, así como las poblaciones socioeconómicamente desfavorecidas, incluyendo las minorías étnicas. Sin embargo, se ha señalado que la mayoría de los ensayos de la vacuna covid-19 no han alcanzado este objetivo, ya que ambos grupos estaban infrarrepresentados. A menudo se excluía a los adultos mayores de los ensayos, ya fuera directamente, con un límite de edad superior, o mediante otros criterios de selección indirectos. Del mismo modo, el porcentaje de participantes de minorías étnicas en los ensayos de la vacuna covid-19 fue muy bajo. Además, la mayoría de los ensayos se realizaron en países de altos ingresos, excepto cuando las vacunas empezaron a estar disponibles en estos países y requirieron seguir experimentando en participantes que todavía no tenían acceso a las vacunas – lo que podría llevar a situaciones de explotación si posteriormente esas poblaciones no tuvieran acceso a las vacunas.
Consentimiento informado
Las formas de consentimiento eran demasiado largas, utilizaban un lenguaje demasiado técnico y eran difíciles de entender. En algunos casos no se aplicaron de forma correcta, y los participantes no tuvieron suficiente tiempo para hacer preguntas. Además, con frecuencia, los investigadores eran los médicos tratantes. Era frecuente que las formas de consentimiento omitieran información, como por ejemplo las opciones para el grupo placebo en el momento que se aprobara una vacuna. En algunos casos el consentimiento se obtuvo de forma virtual.
Los autores concluyen que, desde el punto de vista ético, los problemas con la seguridad y el diseño de los estudios se pudieron haber compensado con buenos programas de farmacovigilancia. Lo que todavía no se ha estudiado, es si los programas de farmacovigilancia que se implementaron en la Unión Europea fueron capaces de compensar por estos aspectos.