Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su último informe “2023 Antibacterial agents in clinical and preclinical development: an overview and análisis” (Agentes antibacterianos en desarrollo clínico y preclínico: visión general y análisis 2023) sobre los agentes antibacterianos que se encuentran en etapa de desarrollo clínico (sexto informe) y preclínico (cuarto informe) en cualquier parte del mundo [1].
Este análisis incluye las moléculas pequeñas de acción directa y los antibacterianos innovadores (que no son tradicionales) que se están desarrollando alrededor del mundo. Este informe evalúa si los antibióticos que están en fase de investigación y desarrollo (I+D) son eficaces para tratar adecuadamente las infecciones causadas por las bacterias farmacorresistentes más peligrosas para la salud de los seres humanos, recogidas en la Lista OMS de patógenos bacterianos prioritarios 2024 [2]. El objetivo de ambos documentos es guiar la I+D antibacteriana para estar en mejores condiciones de hacer frente a la amenaza creciente de la resistencia a los antimicrobianos (RAMI).
El informe también valora si los agentes tradicionales cumplen una serie de criterios predefinidos y se pueden calificar como innovadores, a saber, no hay resistencia cruzada conocida, utilizan una diana o un modo de acción nuevo, o son de una clase nueva. También incluye una visión general de los agentes que obtuvieron el permiso de comercialización a partir del 1 de julio de 2017.
El potencial de cada uno de los antibacterianos tradicionales y no tradicionales de fase 1-3 para aportar utilidad y diferenciación clínica se describe en detalle en los respectivos perfiles de producto (anexos 3-23). Para esta revisión de la cartera de productos se han realizado una serie de análisis de tendencias específicos, examinando las formulaciones de los productos, su actividad y las indicaciones clínicas para las que se quieren usar desde el 1 de julio de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2023, fecha de corte del análisis de 2023.
Este informe forma parte de los esfuerzos de la OMS por priorizar y coordinar las actividades globales de investigación y desarrollo (I+D) para hacer frente al actual vacío en el desarrollo de fármacos antibacterianos.
Referencias