Perez-Vilar S y cols escribieron un artículo sobre los efectos de la legalización del cannabis [1] que resumimos a continuación.
En EE UU, el número de estados que han legalizado el uso de la marihuana por la población adulta y el cannabis medicinal va en aumento, y los autores de este artículo estaban interesados en averiguar si los pacientes cubiertos por Medicare (65 años y más) que residen en estados que han legalizado el cannabis se diagnostican con mayor frecuencia con trastornos relacionados con el cannabis que aquellos que residen en estados que no lo han legalizado.
Los autores utilizaron los registros de inscripción en Medicare, las facturas de pago por servicio (en inglés Fee for Service o FFS) y los datos de consultas anuales a través de Medicare Advantage (MA), desde 2017 hasta 2022. Se excluyó a los residentes en hogares de ancianos de larga estadía y a los beneficiarios que recibían diálisis.
Se identificaron las consultas de atención médica por trastornos relacionados con el cannabis utilizando los códigos de diagnóstico ICD-10-CM (F12x). Todos los análisis se hicieron según el estatus legal del cannabis (ilegal, medicinal, y adulto y medicinal) en el estado o territorio de residencia de los beneficiarios, según lo establecido por la ley al comienzo de cada año natural. Además, se estratificó según el establecimiento que presentaba la factura y por tipo de cobertura de Medicare. Se calcularon las tasas de encuentros anuales por cada 10.000 beneficiarios con IC del 95%, se estimó el cambio medio anual en las tasas y se evaluó la significación estadística mediante pruebas de Mann-Kendall. La significación estadística se estableció en P < .05. Los datos se analizaron de agosto a diciembre de 2023.
La población elegible fue de 55.941.880 beneficiarios únicos. Las tasas de consulta de atención médica por trastornos relacionados con el cannabis aumentaron entre 2017 y 2022, independientemente del estado legal del cannabis en el estado o territorio. Las tasas más altas se registraron en los estados o territorios con legalización para uso médico y para adultos (45,4 [IC del 95%, 45,1-45,7] por cada 10.000 beneficiarios en 2022), seguidos por los estados o territorios con legalización para uso médico (41,5 [IC del 95%, 41,2-41,8] por cada 10.000 beneficiarios en el 2022) y los estados o territorios donde el consumo de cannabis era ilegal (27,7 [IC del 95%, 27,4-28,0] por cada 10.000 beneficiarios en el 2022).
Se detectaron tendencias crecientes en los entornos ambulatorios que no son de urgencias para todas las categorías de legalización, y mayores incrementos promedio anuales entre los beneficiarios inscritos en Medicare Advantage que entre los inscritos en Medicare de pago por servicio.
En general, los datos sugieren un aumento de las tasas de consultas de atención médica que documentan trastornos relacionados con el cannabis entre los adultos mayores que podría estar asociado con el tipo de legalización del cannabis. Sin embargo, las diferencias en los patrones de consumo de cannabis y la percepción de riesgo pueden influir en los cambios de política y presentar desafíos para la inferencia causal.
No se tuvieron en cuenta otros factores que pueden afectar los resultados, como la demografía, los indicadores socioeconómicos, las comorbilidades, la pandemia de covid-19, la incapacidad de distinguir entre la marihuana y el cáñamo legal a nivel federal, y las diferencias en las políticas entre estados o territorios con el mismo estatus legal de cannabis.
Las diferencias en la legalidad pueden dar lugar a diferencias en la divulgación del consumo de cannabis, así como en la detección, el diagnóstico y el registro de los trastornos relacionados con el cannabis. Las diferencias entre los incentivos de facturación del pago por servicio y Medicare Advantage, los gastos de bolsillo, y las herramientas disponibles para administrar la atención a los beneficiarios podrían generar diferencias en la forma en que los médicos usan los códigos ICD-10-CM.
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