Resumen
Se estima que cada año se atribuyen 7,7 millones de muertes a infecciones bacterianas, de las cuales 4,95 millones se asocian a patógenos resistentes a los medicamentos, y 1,27 millones se deben a patógenos bacterianos resistentes a los antibióticos disponibles. El acceso a antibióticos eficaces, cuando están indicados, prolonga la vida, reduce la discapacidad y los gastos de atención médica, y permite el acceso a otras innovaciones médicas que salvan vidas. La resistencia a los antimicrobianos anula estos beneficios y es un obstáculo importante para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo las metas para la supervivencia de los recién nacidos, el camino hacia el envejecimiento saludable y el alivio de la pobreza.
Las consecuencias adversas de la resistencia a los antimicrobianos se observan a lo largo de la vida humana, tanto en las infecciones asociadas a los servicios médicos como a las comunitarias, así como en los animales y la cadena alimentaria. El pequeño conjunto de antibióticos eficaces se ha reducido, especialmente en entornos de escasos recursos, y las personas muy jóvenes, muy ancianas y gravemente enfermas son particularmente susceptibles a las infecciones resistentes.
Este documento, el primero de una serie sobre el desafío de la resistencia a los antimicrobianos, considera el alcance global del problema y cómo se debe medir Se necesitan datos sólidos y procesables para impulsar cambios e informar intervenciones efectivas para contener la resistencia. La vigilancia debe abarcar todas las regiones geográficas, minimizar el sesgo hacia los datos derivados de los hospitales e incluir nichos no humanos.