Se sabe que el uso de dosis anticonceptivas de las combinaciones de estrógeno + progestágeno interactúan con la lamotrigina (Lamictal u otras marcas) y provocan una reducción de aproximadamente un 50% de la concentración plasmática de la lamotrigina y de su acción antiepiléptica y estabilizadora del estado de ánimo. Esto refleja un aumento de la tasa del metabolismo de la lamotrigina inducida por el estrógeno [1-3].
Un caso clínico sugiere que existe un riesgo similar con las dosis que combinan estrógeno + progestágeno y se utilizan como tratamiento de reemplazo hormonal durante la menopausia.
En 2023, Lareb, un centro de farmacovigilancia de los Países Bajos, notificó el caso de una mujer que había estado tomando lamotrigina durante siete años como estabilizador del estado de ánimo y que había aliviado sus síntomas con éxito. En febrero de 2022, comenzó un tratamiento de reemplazo hormonal (estradiol + didrogesterona) para tratar los síntomas de la menopausia. Cinco meses después, comenzó a padecer depresión. En ese momento, la concentración plasmática de lamotrigina era de 2,9 mg/l [4].
Se interrumpió el tratamiento de reemplazo hormonal. Al inicio, se ajustó la dosis de lamotrigina considerando la interrupción de este tratamiento, y posteriormente se estabilizó en 200 mg por día como antes. Algunas semanas después de tomar esta dosis de lamotrigina y suspender el tratamiento de reemplazo hormonal, la concentración plasmática de lamotrigina fue de 5,3 mg/l, y la paciente refirió que se sentía mejor [4].
En la práctica, si una paciente que toma lamotrigina comienza un tratamiento de reemplazo hormonal por la menopausia, se debería controlar cuidadosamente la concentración plasmática de la lamotrigina. También se la debería controlar si se suspende el tratamiento de reemplazo hormonal.
Referencias