El pentosano polisulfato (Elmiron) es un heparinoide que está autorizado para tratar la cistitis intersticial (síndrome de dolor vesical), a pesar de que no se ha demostrado su eficacia. Conlleva un riesgo de retinopatía, con anomalías características en el pigmento del epitelio de la mácula [1]. La retinopatía se manifiesta como dificultad para leer, especialmente con luz tenue.
Un equipo de EE UU investigó la evolución espontánea de esta maculopatía tras la interrupción del pentosano polisulfato realizando un estudio exhaustivo de la función visual y la estructura retinal en 12 pacientes que habían sido expuestos previamente [2]. En estos pacientes, de entre 47 a 64 años (mediana: 58 años), fueron afectados 17 de 23 ojos. Se habían expuesto al medicamento durante 9 a 18 años (mediana: 14 años). Los autores del estudio compararon los datos registrados algunos meses después de interrumpir el tratamiento con pentosano polisulfato (mediana del intervalo: 6 meses) con los que se obtuvieron 2 años después.
Después de suspender el tratamiento, la agudeza visual de la mayoría de los pacientes había disminuido, incluso con la mejor corrección óptica posible. Dos pacientes sufrieron una pérdida significativa de la agudeza visual en ambos ojos debido a una atrofia de la periferia de la retina. Cuando se suspendió el pentosano polisulfato, cinco pacientes ya padecían una atrofia de la periferia de la retina, que posteriormente se extendió más en los cinco casos. En otro paciente, la atrofia se desarrolló durante el período de seguimiento [2].
Después de interrumpir el pentosano polisulfato, se observó un empeoramiento en varias medidas de la función visual durante el período de seguimiento de dos años.
En la práctica, este estudio muestra que la maculopatía asociada al pentosano polisulfato por lo general avanza después de interrumpir el medicamento, y en algunos pacientes provoca una pérdida significativa de la agudeza visual.
Dado su balance riesgo-beneficio desfavorable, se debería evitar el uso de este medicamento. Ha estado en la lista de “medicamentos a evitar” de Prescrire desde 2020 [3]. Hay que hacer un monitoreo oftalmológico regular de los pacientes expuestos a este medicamento, incluso después de suspenderlo.
Referencias