El Washington Post [1] ha publicado un artículo informando que la Comisión Federal de Comercio (en inglés Federal Trade Comission, FTC) ha iniciado una investigación sobre Teva Pharmaceuticals por negarse a retirar aproximadamente dos docenas de patentes relacionadas con inhaladores de asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
La FTC ha solicitado a Teva que proporcione comunicaciones internas, análisis y datos financieros relacionados con las patentes citadas en el Libro Naranja (Orange Book), argumentando que las farmacéuticas, incluyendo Teva, han realizado cambios menores en sus productos para mantener las patentes en el Libro Naranja y así evitar la competencia de medicamentos genéricos. En cuanto a precios, se ha indicado que Teva cobra mucho dinero por los inhaladores en EE UU mientras que en otros países sólo cobra una fracción de ese precio [2].
El plazo que tiene Teva para responder la solicitud de la FTC expira el 24 de julio de 2024.
Representantes de Teva han manifestado que están seguros de que las patentes que han incluido en el Libro Naranja están correctamente registradas y cumplen con la ley.
Hay que recordar que en noviembre de 2023 la FTC solicitó a Teva y a otras nueve empresas farmacéuticas que retiraran voluntariamente del Listado del Libro Naranja más de 100 patentes [3], y en abril amplió su solicitud a 300 patentes. Mientras que tres farmacéuticas renunciaron a sus patentes, Teva no lo hizo.
A pesar de que Teva defiende la validez de sus patentes, la presión política sobre la farmacéutica ha aumentado, con legisladores como el senador Bernie Sanders y la senadora Elizabeth Warren exigiendo la eliminación de las patentes que consideran abusivas y que contribuyen a que los medicamentos que salvan vidas tengan precios exorbitantes.
Las compañías farmacéuticas en general se han mostrado reacias a la campaña de presión, argumentando que los demócratas se están centrando erróneamente en sus patentes y tergiversando el uso del Libro Naranja.
De hecho, PhRMA, el grupo de presión más grande de la industria farmacéutica lanzó la semana pasada una campaña para defender la protección de la propiedad intelectual de su industria, incluyendo a las patentes.
Según The Washington Post, su director ejecutivo Robert Zirkelbach escribió: “EE UU es líder mundial en innovación médica porque nuestro ecosistema mantiene un equilibrio adecuado entre promover la innovación y la asequibilidad… Instamos a los responsables de las políticas a preservar las fuertes protecciones de la propiedad intelectual y los beneficios a largo plazo que este sistema proporciona a los pacientes y a la sociedad”. Este comentario ignora el hecho de que uno de cada tres estadounidenses no puede acceder a los medicamentos que necesita por su elevado costo.
El presidente Biden ha respaldado los esfuerzos de la FTC, señalando que las tácticas de las farmacéuticas para ampliar la protección de patentes resultan en precios más altos para los consumidores. Además, Teva enfrenta un desafío legal por parte de Amneal Pharmaceuticals, que quiere desarrollar una versión genérica de uno de sus inhaladores, lo que podría intensificar aún más la presión sobre la compañía.
Expertos en la materia sugieren que la FTC está estableciendo un precedente para futuras acciones legales contra las farmacéuticas que mantengan listados de patentes inapropiados, lo que podría resultar en una reforma significativa de la forma cómo se utiliza el Libro Naranja.
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