El mundo carece de fondos, voluntad política y plataformas globales adecuadas para enfrentar la próxima pandemia, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) posiblemente debería dividirse en dos entidades, una de las cuales se centraría exclusivamente en las emergencias sanitarias.
Así lo afirma un nuevo informe de la ex primera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark y la ex presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf, ex copresidentas del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante Pandemias [1].
Según dijo Clark en un evento organizado por el Club de Madrid donde presentó el informe: “Si hoy tuviéramos una nueva amenaza de pandemia, por ejemplo, si el H5N1 comenzara a propagarse de persona a persona a gran escala, el mundo probablemente se volvería a ver desbordado. Simplemente no estamos lo suficientemente equipados para detener los brotes antes de que se propaguen”.
El informe, “No time to gamble: Leaders must join to prevent epidemics” (No hay tiempo para jugar: los líderes deben unirse para prevenir pandemias) [1], hace un balance de los avances logrados en la implementación de las recomendaciones formuladas por el Panel Independiente a la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2021, después de haber invertido ocho meses en la evaluación de la respuesta global al covid-19.
“En 2021, en el punto álgido de la covid-19, teníamos claro que los líderes debían actuar con urgencia para introducir cambios transformadores en el sistema internacional, para que hubiera una nueva estrategia de financiación, nuevas formas de gestionar el acceso equitativo a productos como vacunas, terapias y pruebas diagnósticas, y un nuevo Convenio Marco en la OMS para complementar las normas sobre brotes y pandemias”, afirmó Clark.
Clark y Sirleaf escriben en el informe: “En lugar de tomar medidas para prepararse para el próximo brote importante, los líderes se han desviado de la preparación para la pandemia. Están jugando con nuestro futuro.
Clark denunció la falta de fondos para proteger al mundo de las pandemias, el hecho de que “los países de altos ingresos se aferran demasiado a los enfoques tradicionales de equidad basados en la caridad” y que, tras dos años y medio de negociaciones, todavía no se ha alcanzado un acuerdo sobre la pandemia.
En el informe se puede leer: “Es necesario concluir con éxito un nuevo acuerdo. Pero el mundo no puede esperar a que se adopte o a que lo ratifiquen 60 países, un esfuerzo que podría llevar tres años o más”.
“Hay que actuar ahora para cerrar las brechas que ponen a ocho mil millones de personas en riesgo frente a una nueva pandemia. El reciente salto del virus aviar H5N1 a otros mamíferos (incluidos nuevos casos humanos transmitidos por el ganado en EE UU) presagia una pandemia de gripe que el mundo no está, ni de lejos, preparado para gestionar”.
Sin embargo, Clark dijo que se habían producido algunos “avances alentadores”, como las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional.
Sirleaf no estuvo presente, pues estaba en el funeral de su hijo, Charles.
Polémica propuesta de dividir la OMS
El informe señala que el 40% del gasto operativo de la OMS se destina a emergencias, incluyendo la entrega de suministros, y que esta cifra “supera con creces” el gasto en cuestiones importantes como la cobertura sanitaria universal, las enfermedades no transmisibles y los determinantes sociales de la salud.
Sin embargo, según el informe, la OMS: “debe centrarse en hacer un trabajo normativo y técnico de gran calidad, no solo durante las emergencias sino también con fines de preparación”.
Clark preguntó: “Planteamos una pregunta abierta, y subrayo que es una pregunta abierta: ¿Debería dividirse la OMS en dos organizaciones, una que se centre en las operaciones de emergencia, ya que ese trabajo debe realizarse, y otra que se centre en la excelencia operativa y técnica en materia de salud?”
Gastos de la OMS en 2023, según se recoge en el informe “No time to gamble” (No hay tiempo para jugar).
Reiteró el llamado del Grupo Independiente de Expertos a favor de “un mecanismo de seguimiento verdaderamente independiente” para evaluar la preparación de los países ante una pandemia, como una “Junta Mundial de Vigilancia de la Preparación que sea completamente independiente de la OMS” o “un nuevo grupo de seguimiento independiente”, tal vez en la línea del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (en inglés IPCC).
Financiación insuficiente
Se necesitan entre US$10.000 y US$15.000 millones anuales para subsanar las deficiencias en la preparación ante una pandemia, en particular en los países de ingresos bajos y medianos.
Según el informe: “Esto no incluye las inversiones en One Health, que requerirían entre US$10.300 y US$11.500 millones anuales adicionales para elevar los estándares veterinarios públicos, mejorar la bioseguridad de las explotaciones agrícolas y reducir la deforestación en los países de alto riesgo”.
El Fondo para Pandemias, creado por el Banco Mundial, ha recaudado casi U$$2.000 millones.
El informe propone que el fondo se convierta en un “mecanismo de preparación y respuesta basado en un modelo de inversión pública global” en lugar de un mecanismo de ayuda internacional para el desarrollo (en inglés AOD).
Según el informe, “Todos los gobiernos [deberían] contribuir en base a una fórmula acorde a su capacidad de pago, apoyando tanto los esfuerzos de preparación como las necesidades de respuesta inmediata, incluyendo el pago de las contramedidas que los países necesitarán para detener los brotes y mitigar el impacto de las pandemias. Añade que los países también deberían tener voz y voto en la administración del fondo.
Sin embargo, Mauricio Cárdenas, ex ministro de Hacienda de Colombia, advirtió que las finanzas públicas están “bajo mucha presión en diferentes países, principalmente debido a los altos niveles de deuda y a que las tasas de interés son muy altas”.
Enfatizo que: “Las finanzas públicas juegan un papel muy importante, porque la movilización de recursos internos es crucial y debería ser la base de la preparación y la respuesta, pero eso no es suficiente. Necesitamos financiación internacional, pero no necesitamos caridad”.
Ampliar el acceso a las contramedidas médicas
El ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin, pidió que se establecieran normas diferentes para el Fondo para la Pandemia durante una pandemia, que comparó con una época de guerra, que incluyeran “una toma de decisiones rápida y un desembolso de fondos acelerado”. Sadikin, que habló sobre el lanzamiento, también pidió que todas las contramedidas médicas de emergencia producidas durante las pandemias se hicieran “públicas”.
Sadikin agregó que el acuerdo sobre pandemias debe incluir un “acuerdo inicial” por el que las empresas con fines de lucro que responden a los accionistas reciban una compensación razonable por sus productos, como vacunas y terapias, por parte de una gran institución pública o país.
El informe describe las contramedidas médicas como un “bien común global”, y señala que las desigualdades en el acceso a las mismas durante la covid-19 “han dejado una mancha moral dolorosa y duradera, y la desconfianza resultante ha afectado la negociación de un acuerdo para pandemias”.
El Dr. Petro Terblanche, director ejecutivo de Afrigen Biologics, que alberga el centro de ARNm de la OMS en Sudáfrica, dijo que la base de conocimientos que hay en el mundo entorno a la respuesta a las pandemias se había “triplicado” en los últimos tres años.
Terblanche añadió: “Sin embargo, si tenemos una pandemia hoy, el Norte Global se moverá a gran velocidad y estará mejor preparado que hace tres años debido al conocimiento que hemos podido adquirir”. Pero la posición del Sur Global dependerá de “dónde se produzcan estas contramedidas médicas críticas”. También dijo que los resultados finales del programa de ARNm “se ven amenazados por la falta de financiación”, e instó a invertir ampliamente “en promover la capacidad de investigación y fabricación en países de ingresos bajos y medianos” para prepararse para futuras pandemias.
“En 2023, el continente africano tuvo 155 brotes y tuvo vacunas disponibles para menos de 10 de ellos”, dijo.
“La fiebre del Valle del Rift, ofrece una oportunidad para desarrollar una vacuna única con un antígeno que utilice ARNm para la vacunación de animales, ganado y humanos”. Terblanche agregó que este enfoque se debe priorizar desde una perspectiva de investigación y desarrollo, y de desarrollo de productos.
Referencias