El Consejo Europeo aprobó la semana pasada por unanimidad un paquete de medidas para mejorar el sistema de patentes que incluye una patente comunitaria y un tribunal europeo únicos.
Facilitar que la industria pueda patentar "es una prioridad en la agenda política desde hace muchos años", sostiene el vicepresidente Günter Verheugen, comisario de Empresa e Industria, que entiende que es una condición ineludible para "fomentar la innovación y la competitividad".
Un tribunal comunitario de patentes eliminaría la multiplicación de litigios en distintos países europeos. Los litigios paralelos superan €500.000 de media en un caso típico. El tribunal incluiría cámaras locales y centrales integradas en un tribunal de apelación común, aunque en un primer momento las partes podrían seguir utilizando los tribunales nacionales hasta que el nuevo sistema generase confianza en los usuarios.
Ahora, tras este acuerdo político, el Tribunal Europeo de Justicia debe respaldar a través de un dictamen jurídico este nuevo tribunal. Los ministros acordaron también volver al Reglamento de Patentes de la UE.
El Reglamento fue propuesto originalmente por la Comisión en 2000, bajo la estrategia de Lisboa, pero las negociaciones se estancaron en 2004. Implicaría la creación de una patente comunitaria que ahorraría mucho dinero a las compañías.
Tasas de Renovación
Además, se ha alcanzado un acuerdo sobre las tasas de renovación que cobran las oficinas de patentes, que tendrán un límite que se fijará para facilitar la innovación y fomentar la competitividad.
Además, la patente comunitaria supondrá la colaboración efectiva entre las oficinas de patentes europeas, de forma que se generen sinergias que permitan una prestación más rápida de las patentes y aumente la velocidad de acceso a los mercados de los productos y servicios innovadores. El debate sobre el Reglamento Europeo de Patentes recae ahora en el Parlamento Europeo.