En los años 90, los conflictos de interés entre médicos y laboratorios farmacéuticos llegaron a tal grado que en el año 2000 arrancó toda una corriente mundial de autorregulación empujada por la OMS para transparentar la relación médicoindustria de medicamentos.
En los años 90, los conflictos de interés entre médicos y laboratorios farmacéuticos -unos promoviendo el medicamento de los otros sin que siquiera lo sospechara el paciente- llegaron a tal grado que en el año 2000 arrancó toda una corriente mundial de autorregulación empujada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para transparentar la relación médico-industria de medicamentos.
México se incorporó a esta tendencia de compliance en el 2005 cuando se conformó el Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmacéutica (Cetifarma) y se publicó el Código de Ética y Transparencia y el Código de Buenas Prácticas de Promoción de Medicamentos. El esfuerzo buscó reforzarse este sexenio con el Compromiso por la Transparencia firmado en el 2007 por los máximos organismos que representan a los médicos: Academia Nacional de Medicina, Academia Mexicana de Cirugía, de Pediatría, Colegio Médico de México, Facultad de Medicina de la UNAM y la Escuela Superior de Medicina del IPN, el IMSS, ISSSTE y la Asociación Nacional de Hospitales Privados (ANHP).
Por lo que toca a los médicos, no se sabe de sanciones. Por lo que toca a las empresas, a la fecha, Cetifarma, que preside Carlos Campillo y dirige Juan Francisco Millán, ha recibido 53 denuncias, pero no se conocen las empresas denunciadas ni Boletín Fármacos 2010, 13(1) 95 las sanciones; sólo se informa a Canifarma y ésta nunca lo divulga.
Los cambios serán definitivos. A partir del próximo año, Cetifarma dará a conocer públicamente las empresas que han tenido fallas en el cumplimiento del código ético.
Juan Millán calcula que a partir del segundo semestre del 2010 darán a conocer en la web las fallas más frecuentes, qué sanciones, por qué y cuáles fueron las resoluciones de Cetifarma. Posteriormente difundirán los nombres de las empresas sancionadas.
Además, Cetifarma ha reconocido necesario afilar sus dientes elevando las sanciones económicas; hasta hoy la sanción más alta había sido de hasta 10,000 salarios mínimos, a partir de enero se elevará a 20,000 salarios mínimos. Es decir, se duplica de 500,000 pesos a más de 1 millón de pesos el castigo máximo para la empresa que no sea ética en la promoción de sus productos.
En el caso, por ejemplo, de Genomma Lab -de Rodrigo Herrera-, acusado de falta de ética con su campaña de Primer Nivel, Cetifarma está en proceso de analizar el caso y está por definir si habrá sanción y de cuánto será. Sabemos que en la sesión de octubre se presentó el caso, y ayer jueves, que es la última sesión del Consejo, se estaría resolviendo la situación de dicha empresa. Como parte de la reforma al código, se impulsará también una mayor transparencia en la relación con asociaciones de pacientes que tienen un papel cada vez más activo. También se incentivará la farmacovigilancia para que se tome más en serio el reporte de efectos adversos de un medicamento, porque a diferencia de otros países donde los médicos son quienes más reportan, aquí en México son los laboratorios.