En 2004, la OMS y la UNICEF difundieron una declaración conjunta en la que recomendaban una nueva preparación de sales de rehidratación oral (SRO) de baja osmolaridad y suplementos de zinc como tratamiento de la diarrea. Más de cinco años después, la diarrea sigue siendo la segunda causa de muerte, y en los países en desarrollo son muy pocos los niños que se benefician de esas intervenciones que salvan vidas. Muchos países están paralizados debatiendo detalles técnicos para adaptar su política nacional, mientras otros intentan con dificultad encontrar los fondos necesarios para iniciar sus actividades. En casi todos los países, no es posible encontrar localmente suplementos de zinc para la población infantil, y esos problemas para adquirir zinc siguen siendo un gran obstáculo. Los recursos mundiales no han sido suficientes para resaltar la importancia del tratamiento de la diarrea, de ahí la lentitud en la aplicación de las nuevas recomendaciones. La reactivación del tratamiento de la diarrea debe constituir una prioridad internacional si deseamos reducir la carga de mortalidad a ella asociada y la mortalidad general en la niñez en todo el mundo.