La agenda ministerial en materia de política farmacéutica se complica. Las tensiones presupuestarias afectan al menos a nueve comunidades autónomas que están ya en números rojos antes de fin de año por la factura farmacéutica.
Algunas regiones, como Canarias, han reconocido que el pago de las recetas absorbe ya el 40 por ciento de todo su presupuesto sanitario; otras, como Andalucía o Aragón, se han lanzado a la elaboración de guías farmacoterapéuticas únicas entre críticas de encubrir con ello una exclusión de la financiación pública de ciertos fármacos, y las más, como Galicia, se han embarcado en controvertidas campañas para reenfocar la prescripción hacia fármacos más baratos, y Madrid ha lanzado ya el debate sobre la conveniencia de una reforma drástica del sistema de precios de referencia para conseguir mayores ahorros.
El Ministerio de Sanidad se ha pronunciado ya sobre algunas de estas medidas dando su visto bueno a iniciativas como la aragonesa o la andaluza, pero descartando ya por completo propuestas como la madrileña para establecer un sistema de precios de referencia basado en grupos terapéuticos en lugar de en principios activos.
La tensión que empieza a respirarse en el sector podría acelerar la presentación del Plan Estratégico de Política Farmacéutica. El Ministerio acaba de anunciar que el proyecto "está terminándose", pero no ha concretado fecha para presentarlo.
Sanidad ha solicitado ya propuestas a agentes del sector (aunque no a las sociedades médicas), y entre las variopintas sugerencias que éstos le han hecho llegar tan sólo parece haber acuerdo sobre la necesidad de revisar el actual sistema de precios de referencia, bien para generar mayores ahorros, bien para tener en cuenta los costes reales de producción y distribución de fármacos y evitar la desaparición de ciertas presentaciones de medicamentos. Patronales y distribuidores no aspiran a encontrar en el nuevo plan más que las bases para el desarrollo legal de cuestiones pendientes como el decreto de la distribución farmacéutica, la trazabilidad de fármacos o la receta médica, pero han aprovechado la ocasión para trazar su carta a los Reyes Magos en farmacia.
Concretamente, la patronal de los laboratorios de genéricos, Aeseg, ha remitido un documento a Sanidad en el que solicita que se acelere el registro y la fijación de precio de los fármacos genéricos para facilitar su introducción temprana y, con ello, mayores ahorros al sistema sanitario.
Aeseg reclama además la modificación del actual sistema de precios de referencia de forma que al calcular el precio se tenga en cuenta no sólo el principio activo y la dosificación sino también la vía de administración o las indicaciones farmacéuticas porque en caso contrario desaparecerían presentaciones y vías de administración de fármacos que dejarán de ser rentables.
A estas propuestas se suman ideas como las trasladadas por Farmaindustria para el Pacto de Estado por la Sanidad que proponía "una mejora de la eficiencia en la cadena del medicamento", una revisión de los copagos actuales y políticas que actúen sobre la demanda en lugar de sobre los precios y la oferta de fármacos.
Entre las propuestas para el Plan de Política Farmacéutica destacan también las de la patronal de los distribuidores, Fedifar, que alerta sobre cómo los recortes de precios de los fármacos tienen en cuenta la estructura de costes de la industria farmacéutica pero no la de los distribuidores, provocando que no resulte rentable la distribución de ciertos fármacos.
Desde los colegios farmacéuticos, el Consejo General apuesta en sus propuestas por regular correctamente la venta de medicamentos sin receta por internet. La patronal de las farmacias FEFE va un paso más allá en esta cuestión y solicita que se prohíba la venta por internet, pese a la sentencia europea de 2004 que obligó a España a permitirla.
Los colegios de farmacéuticos reclaman también que el nuevo plan contemple una actualización anual de los pagos que deben realizar las farmacias a Sanidad en función de sus ventas y que se promocione la prescripción por principio activo.
Pero, pese a estar ya sobre la mesa las propuestas del sector, el Ministerio de Sanidad ha desvelado muy poco del proyecto. Hace tan sólo unos días que la ministra Trinidad Jiménez avanzó como único adelanto de su contenido que la llamada atención farmacéutica, ocupará un papel relevante en el nuevo plan.
El mayor cambio que podría llegar a producirse sería el propuesto por el consejero Juan José Güemes: la formación de precios de referencia por grupos terapéuticos. Sin embargo, el director de Farmacia, Alfonso Jiménez (en la imagen), dice tener claro que generaría problemas técnicos insalvables.
Un ‘NICE’ a la Española
El Plan de Estratégico de Política Farmacéutica camina de forma paralela a los trabajos del Pacto de Estado. Entre las iniciativas propuestas para este acuerdo se incluye la evaluación del coste-efectividad de los nuevos medicamentos por un órgano independiente semejante al NICE británico, que decidiría sobre la inclusión de las nuevas terapias en la financiación pública y sobre su precio. Al respecto, la patronal de los laboratorios Farmaindustria se muestra a favor "siempre y cuando se trate de un órgano independiente y bien organizado", que no ralentice las decisiones y la salida al mercado de los productos y que dé carácter nacional real a las decisiones.