Hasta el día de hoy, 27 países miembros de la Unión Europea han aceptado las conclusiones del consejo en relación a incentivos para producir antibióticos efectivos. Las conclusiones incluyen una serie de medidas y recomendaciones sobre la resistencia a los antibióticos, y abarcan desde estrategias para el nivel nacional – para asegurar que los ciudadanos y los profesionales de la salud se familiarizan con la problemática-, hasta trabajar con los sindicatos para promover acuerdos público-privados que faciliten la investigación en antibióticos y nuevos métodos de diagnóstico, y estrategias para utilizar los antibióticos existentes.
El director de React, el profesor Otto Cars, quién ha estado íntimamente involucrado en el proceso y está liderando esta iniciativa dijo que se trata de uno de los esfuerzos políticos más importantes de la historia en el tema de la resistencia bacteriana.
La segunda causa de muerte a nivel mundial son las enfermedades bacterianas y parasitarias, y solo en Unión Europea las infecciones adquiridas en el hospital representan unas 175.000 muertes anuales. Las perspectivas de futuro son aun peores porque han surgido bacterias que no responden a los antibióticos disponibles.
Según el profesor Cars se precisan nuevos antibacterianos y la inversión en el desarrollo de estos medicamentos ha sido insuficiente. Quizás esta iniciativa europea pueda romper el estancamiento, añadió.
El consejo, en uno de los párrafos centrales, solicita a la Comisión que “desarrolle en una plazo de 24 meses un plan de acción comprehensivo, con propuestas concretas para incentivar el desarrollo de antibióticos efectivos, incluyendo estrategias para asegurar que se utilizan adecuadamente; y teniendo en cuenta el impacto económico de las propuestas en la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud”.
Los esfuerzos de la Unión Europea, especialmente bajo la presidencia sueca, han repercutido en una serie de iniciativas, entre otras el acuerdo alcanzado en una reunión de alto nivel entre la Unión Europea y EE.UU. de establecer un grupo transatlántico de trabajo en resistencia antimicrobiana.
El profesor Cars, con optimismo reservado, dijo que los grupos de interés más importantes están prestándole la debida atención al problema, pero afirmó que queda mucho por hacer. Todavía hay obstáculos, no solamente financieros que tenemos que superar.
En realidad, dice Cars, los retos científicos podrían ser más importantes que los obstáculos financieros. Hace décadas resolvimos los problemas más fáciles de solucionar, refiriéndose a que la investigación y desarrollo para tratar bacterias Gram-negativas, como las E-Coli y Klebsiella que producen beta-lactamasas de amplio espectro, ha sido muy limitada. “Sin embargo, este es una avance significativo y estoy más optimista ahora que en muchos años”, añadió Cars.
React considera que el esfuerzo de la Unión Europea es un signo prometedor de la lucha contra la resistencia a los antibióticos y un ejemplo del liderazgo que se necesita. Esperamos que esto sea el principio de un proceso que culminará con el descubrimiento de nuevos antibacterianos que beneficiarán no solo a la Unión Europea y otros países ricos, sino también a los países en desarrollo donde también tienen grandes problemas de resistencia a los antibióticos.
Véase sobre este tema las dos noticias en este mismo número del Boletín Fármacos unA en la sección de Economía-Industria: Estados Unidos y la Unión Europea. Iniciativa para desarrollar nuevos antibióticos, AIS-LAC, diciembre de 2009 y la segunda en la sección de Prescripción, Farmacia y Utilizacion-Noticias, La resistencia microbiana aumenta pero no se investigan antibióticos nuevos (Resistance rages but antibiotic pipeline is dry) React, 22 de septiembre