Tras conocerse la resolución emitida por el Ministerio de Salud de Bolivia la semana pasada, el Servicio Departamental de Salud (Sedes), anunció el pronto retiro de los medicamentos que contengan dextropropoxifeno, más conocido como klosidol, en su versión inyectable.
El director del Sedes, Rodrigo Heredia, agregó que la determinación surge tras concluirse que este fármaco tiene efectos secundarios perjudiciales para la salud, ya que incluso se ha reportado la muerte de tres pacientes a nivel nacional a causa del inyectable.
El klosidol es un analgésico que se usa en pacientes con dolores que van en el rango de crónicos a severos, en enfermedades como el cáncer, pero se ha determinado que sus efectos secundarios van desde simples urticarias, dolores de cabeza, cefaleas, malestar general y depresión, hasta lesiones graves de la piel en los lugares de inyección.
“Hay un antecedente que a nivel mundial se ha identificado estos problemas. En el Reino Unido ya está prohibida la venta”, dijo Heredia y aclaró que entre las alternativas de este fármaco se cuenta con la morfina, la meperidina y otras comprobadamente más seguras.
Explicó que la resolución permite la venta del dextropropoxifeno, pero cuya administración sea por vía oral, con dispensación de una receta médica archivada. Esto quiere decir que las farmacias que lo vendan deben quedarse con la receta del paciente y archivarla para rendir detalle a las Direcciones Departamentales de Farmacias, que junto a los Sedes y las unidades de medicamentos quedan encargadas del cumplimiento de esta medida.