Los prescriptores suelen dispensar las muestras gratuitas. La información al consumidor (CMI) que se incluye en los contenedores de las muestras es una fuente importante de información para el paciente. Sin embargo, una tercera parte de los estadounidenses tienen dificultades para entender la información médica y estudios previos han demostrado que el CMI es demasiado complejo para que lo puedan entender los pacientes. Esto puede impedir que los pacientes puedan utilizar las muestras adecuadamente.
Objetivo. Evaluar la facilidad que tienen los pacientes para leer el CMI de las muestras gratuitas de productos no sólidos (cremas, lociones, parches e inhaladores).
Método. Obtuvimos 55 muestras de medicamentos no sólidos de consultas médicas privadas y universitarias, incluyendo proveedores de atención primaria y especialistas. El estudio se realizó en el sureste de EE.UU. Si los frascos tenían CMI evaluamos su presentación, la facilidad de lectura, la medida del texto, el formato y la comprensión.
Resultados. 43 de los 55 productos tenían CMI en el frasco o en folleto separado. Los CMI estaban escritos para que los pudiera entender un estudiante entre el sexto y catorceavo grado, y solo 4 (16%) se habían escrito al nivel recomendado, que es sexto. El tamaño de la letra era 9,48±2,14 puntos (rango 5-12) utilizando un C-Thru Ruler. Se considera que el tamaño de letra en los folletos debe ser superior o igual a 10 puntos. Los textos escritos directamente en el frasco tenían un tamaño de 6,61±2,62 puntos (rango 4-11). El 92% de los CMI combinan el texto y la imagen; solo el 11,1% de los CMI que estaban impresos en el frasco utilizaban imágenes.
Conclusiones. Los CMI que acompañan las muestras no sólidas están escritos para personas con un nivel de lectura que excede el de muchos consumidores, y no alcanzan los estándares de facilidad de lectura y comprensión que deben tener los materiales de educación para pacientes.