ECONOMÍA Y ACCESO
Entrevistas
James Love: «Que EE.UU. ceda sus patentes es un gran paso en la lucha contra el sida»
Tatiana López,
La Voz de Galicia, 1 octubre 2010
http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2010/10/02/0003_8758850.htm
La Voz entrevista en exclusiva a James Love, director de la ONG Knowledge Ecology International y promotor del Fondo de Patentes para los fármacos contra el sida.
-¿Cómo y cuándo surge la idea de crear un fondo común de patentes para los fármacos contra el VIH y cuál es el cometido de esta iniciativa?
-El proyecto surge durante un Congreso Mundial del VIH celebrado en el 2002 en la ciudad de Barcelona, en el cual se me encarga buscar una solución para reducir los altos costes que los nuevos fármacos contra el sida poseen a causa de las patentes y que hacen imposible acceder a ellos a muchos países del segundo y Tercer Mundo. La solución la encontramos en la famosa crisis de los aviones en Estados Unidos.
-¿Y qué tienen que ver los aviones con los medicamentos para el Tercer Mundo?
-En 1917, cuando EE.UU. trató de entrar en la Primera Guerra Mundial se dio cuenta de que era incapaz de construir aviones propios porque la mayoría de las empresas tenían bloqueados sus conocimientos a causas de las patentes. En ese momento el Gobierno decidió sentar en la misma mesa a todos los constructores y obligarlos a liberar sus patentes a cambio de un royalty. Desde el punto de vista humano, resulta impensable que las empresas pudieran unirse para una guerra y no para la mayor batalla de nuestro siglo, como es la lucha contra el sida. Es por eso por lo que en el año 2008 se creó la organización Médicos sin Fondo Común de Patentes para medicamentos contra el sida.
-¿Cómo funciona exactamente este fondo y qué papel desarrollan las empresas y los gobiernos en él?
-Básicamente lo que el fondo pretende es evitar el costoso proceso de liberar uno a uno los monopolios de propiedad intelectual sobre los medicamentos para el VIH y ofrecer una oportunidad para que las empresas puedan licenciar de manera abierta con el objeto de que los países en desarrollo tengan acceso al conocimiento y puedan hacer genéricos. Desde 1995 existe, además, un acuerdo ratificado, entre otros países, por España que permite a los gobiernos sustituir el monopolio al titular de la patente a cambio de una remuneración. En temas de salud pública esta sustitución puede hacerse siempre y cuando la patente ponga en peligro la integridad ciudadana.
-¿Qué importancia tiene el hecho de que EE.UU. haya decidido unirse al Fondo Común de Patentes?
-Se trata sin duda de una noticia histórica, supone uno de los grandes pasos en la lucha contra el sida, porque aunque EE.UU. tiene antecedentes liberando monopolios de determinados sectores, sus acciones suelen estar centradas en otras industrias, como, por ejemplo, la armamentística. Sin embargo, en temas de propiedad intelectual de medicamentos el Gobierno estadounidense ha sido tradicionalmente más cercano a los intereses de las farmacéuticas. Es más, la mayoría de los gobiernos que poseen laboratorios de investigación tienen un sistema de patentes abiertas. Por lo tanto, este es un paso de enorme trascendencia que puede ayudar enormemente en la lucha contra el virus del sida.
-¿Creen que las compañías privadas seguirán el ejemplo?
-Creemos que sí. Desde Unitaid hemos pedido ya a las compañías privadas del país que sigan el ejemplo iniciado por el gobierno de Barack Obama.
-¿Cuál es el siguiente paso para mejorar el acceso a los antivirales de los enfermos de países en desarrollo?
-El siguiente paso sería evitar los intermediarios; es decir, que también las universidades, especialmente aquellas que han sido financiadas con dinero público, puedan unirse al sistema de patentes abiertas.