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El proyecto la Década de las Vacunas ignora el alto precio de las vacunas y carece de ambición para incluir vacunas más apropiadas a las necesidades (‘Decade of Vaccines’ blueprint ignores high vaccine prices and lacks ambition on better-adapted vaccines)
Médicos sin Fronteras, 24 de enero de 2012
http://www.msfaccess.org/about-us/media-room/press-releases/decade-vaccines-blueprint-ignores-high-vaccine-prices-and-lacks
Traducido por Salud y Fármacos
Esta semana los gobiernos que participan en la reunión del Comité Ejecutivo de la OMS deben aprovechar la oportunidad para mejorar las serias deficiencias del documento que va a regir la respuesta global sobre las vacunas. Si no lo hacen, quedarán sin resolverse las principales causas por las cuales los niños seguirán sin vacunarse.
Los países están discutiendo el marco para el monitoreo y evaluación que medirá el éxito y dirigirá las actividades del Plan de Acción para la Vacuna Global. Aunque el alto precio de las vacunas crea una amenaza considerable a la sustentabilidad de los programas de vacunación, el marco no incluye medida alguna para monitorear los precios.
“El costo de vacunar a un niño ha subido un 2.700 por ciento durante la última década de forma que es difícil comprender que el plan vacunal para la próxima década no tenga un objetivo de bajar los precios,” dijo Manica Balasegaram, médico y director ejecutivo de la Campaña para el Acceso de Médicos sin Fronteras.
En 2011, el costo de vacunar a un niño era US$1,37 para el paquete de las vacunas básicas (BCG, Polio, difteria, tétanos, pertusis y sarampión). Con la incorporación de más vacunas, en particular contra el neumococo y el rotavirus las cuales juntas suponen casi un 75% del costo de vacunar a un niño, el costo por niño ha subido a US$38,80 en el mejor de los casos, muchos países tienen que pagar precios más altos.
“Hay que prestar mucha más atención y conseguir precios más baratos, lo cual se puede conseguir como por ejemplo acelerando la entrada en el mercado de nuevos productores para incrementar la competitividad. Se espera que la factura de la Década de las Vacunas sea alrededor de unos US$1.000 millones, y el costo de las vacunas va a representar una buena parte de este dinero. Sencillamente, ignorar este hecho no es aceptable,” dijo el Dr. Balasegaram.
Igualmente alarmante es que el programa de vacunación no tenga interés en enfrentarse con la realidad de que muchas vacunas actuales no son lo más adecuadas para que se usen en países en vía de desarrollo. Durante los últimos cinco años, 112 millones de niños no recibieron el paquete básico de vacunas que pueden reducir la mortalidad de los niños porque una buena parte de las vacunas que tenemos son de uso difícil en áreas rurales dispersas y alejadas, ya que hay que mantener una cadena de frio, necesitan trabajadores sanitarios entrenados para administrar las inyecciones o hay que administrarlas en dosis múltiples, lo que requiere repetidas visitas a las clínicas.
A pesar de la urgencia de esta necesidad, el plan de trabajo de la Década tiene un objetivo que es muy poco ambicioso, solamente anticipa la adaptación tecnológica de una vacuna de las que ahora se usan para 2020, aunque hay varias tecnologías nuevas—por ejemplo, vacunas que se pueden administrar sin inyección a través de una máscara o por presión de aire—a punto de recibir la aprobación de calidad de la OMS.
Para Kate Elder, la asesora de vacunas de Médicos sin Fronteras “vacunar a niños en lugares de difícil acceso con vacunas que necesitan ser guardadas a temperaturas fría es un serio reto incluso para una organización con la capacidad logística de Médicos sin Fronteras, y el resultado es que muchos niños se quedan sin vacunas”.