ÉTICA Y DERECHO
Conflicto de interés
Fundaciones, conflictos de Interés y productores de medicamentos (Foundations, conflicts of interest and drugmakers)
Ed Silverman
Pharmalot, 13 de abril de 2011
http://www.pharmalot.com/2011/04/foundations-conflicts-of-interest-and-drugmakers/
Las fundaciones filantrópicas, como la de Bill y Melinda Gates, acaparan los titulares de las noticias con sus donaciones e iniciativas para mejorar la salud global. Pero hay un aspecto de sus esfuerzos que podríamos estar pasando por alto – estas organizaciones pueden tener vínculos con productores de medicamentos que pueden tildarse de conflictos de interés, como indica un análisis publicado en PLoS Medicine [1].
Los investigadores estudiaron las cinco fundaciones privadas o familiares, ubicadas en EE UU, que trabajan en salud global: Las fundaciones Gates, Ford, W K Kellogg, Rockefeller y Robert Wood Johnson, esta última es la cara filantrópica de un fundador de Johnson&Johnson. Analizaron la información disponible al público sobre su patrimonio, incluyendo las declaraciones de renta y las acciones en bolsa que constan en la bolsa de valores de EE UU. También estudiaron los posibles conflictos de interés de los empleados de las fundaciones.
¿Qué encontraron? En algunos casos, miembros de la junta directiva de las fundaciones también eran miembros de las juntas directivas de las corporaciones que se pueden beneficiar de las becas de las fundaciones. Lo opuesto también ocurre – las becas de las fundaciones se asocian con compañías que tienen representación en la mesa directiva de las fundaciones y con las que han establecido alianzas y también reciben inversiones.
Tomemos por ejemplo la Fundación Gates. Varios miembros de su junta directiva, grupos en posiciones de liderazgo, afiliados y financiadores son o han sido miembros de los comités de dirección o las ramas ejecutivas de varios productores de medicamentos, incluyendo Merck y Novartis (Ver http://mapper.nndb.com/start/?map=12051 y http://mapper.nndb.com/maps/087/000012051/ )
En el 2005, la Fundación Gates anunció una beca de US$107,6 millones para la iniciativa de PATH de desarrollar una vacuna contra la malaria (PATH Malaria Vaccine Initiative -MVI) para establecer relaciones público-privadas entre MVI y GlaxoSmithKline Biologicals para desarrollar la vacuna de GSK contra la malaria para los niños africanos. Tres meses más tarde, la Fundación Gates contrató a Tachi Yamada como director ejecutivo del programa de Salud Global. Hasta entonces había sido director la Investigación y Desarrollo de Glaxo.
La Fundación Gates tiene acciones en Berkshire Hathaway, quién es dueño de una buena parte de GlaxoSmithKline, Sanofi- Aventis, y Johnson&Johnson. Además la Fundación Gates tenía acciones de Merck cuando estableció una alianza para probar los productos de Merck con la Alianza Africana para Combatir el Sida y la Malaria (African Comprehensive AIDS and Malaria Partnership) y con la Fundación de la Compañía Merck.
Los investigadores dicen que la Fundación de Robert Wood Johnson tuvo un papel de liderazgo en la promoción de productos contra el tabaco y apoya centros pioneros y programas para dejar de fumar, pero tiene acciones de Johnson & Johnson, uno de los productores más importantes de sustancias para dejar de fumar. También señalan que algunos de los miembros de su junta directiva eran también miembros de la junta directiva de Johnson & Johnson (Ver http://dynamodata.fdncenter.org/990pf_pdf_archive/226/226029397/226029397_200812_990PF.pdf)
Para determinar lo que es un conflicto de interés los autores utilizaron la definición de la OMS, quién dice “puede haber conflicto de interés cuando la capacidad para juzgar el papel que uno juega está disminuido por sus obligaciones como miembro de otro grupo por la existencia de otro tipo de intereses… Puede haber conflictos de interés sin que resulten en acciones poco éticas o no apropiadas. Se puede crear la imagen de no ser apropiado y con ello disminuir la confianza en la persona, su grupo u organización. Tanto los conflictos reales como los percibidos pueden afectar negativamente el trabajo de una alianza.”
Los autores afirmaron que “una fundación privada tiene el derecho legal de gastar el dinero de la forma que quiera dentro de lo que permite la ley… pero, en un contexto en que las fundaciones privadas influyen sobre la orientación, por ejemplo, de los programas que se realizarán en comunidades extranjeras, sin dejar que los directivos de esos grupos o la comunidad vote, sería razonable que los mecanismos de decisión de esos grupos se expusieran al debate público, especialmente si esos fondos podrían haber sido recabados por el heraldo público a través de impuestos…”
“Si bien las fundaciones privadas adoptan protocolos estándar para dar a conocer los conflictos de interés de sus empleados y así mitigar sus posibles conflictos de interés, estas declaraciones no siempre se aplican a las inversiones del patrimonio de la fundaciones o de los miembros de la mesa directiva” concluyen. “La amplia gama de relaciones entre las fundaciones libres de impuestos y las corporaciones sugiere que la transparencia o el que algunos empleados con conflictos de interés no participen en la concesión de becas, puede no ser suficiente para prevenir los conflictos de interés entre los programas de salud global y su financiamiento”.
Referencias
1. David Stuckler, Sanjay Basu, Martin McKee Global Health Philanthropy and Institutional Relationships: How Should Conflicts of Interest Be Addressed? PLoS Med 2011; 8(4): e1001020.