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Aumento de las visitas a emergencias por eventos adversos relacionados con medicamentos
Akansha Vaswani
Mad in America, 9 de diciembre de 2016
https://www.madinamerica.com/2016/12/increase-ed-visits-due-drug-related-adverse-events/
Traducido por Salud y Fármacos
Un artículo publicado recientemente en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA) destaca un aumento de visitas a los servicios de urgencias (SU) por eventos adversos relacionados con los medicamentos [1]. Los datos revelan que en 2013-14 ha habido un aumento de estos eventos en comparación con 2005-06.
Los investigadores utilizaron los datos del Proyecto Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones – Proyecto Cooperativo de Vigilancia de Efectos Adversos de Medicamentos (NEISS-CADES) (National Electronic Injury Surveillance System–Cooperative Adverse Drug Event Surveillance NEISS-CADES) que contiene datos procedentes de entre 58 y 63 hospitales de EE UU y funciona desde 2004. Los eventos adversos incluyeron reacciones alérgicas leves y moderadas, hemorragias, palpitaciones, pérdida de conocimiento, trastornos gastrointestinales, hipoglucemia, etc., dependiendo del fármaco.
Informan de que “En 2013 y 2014, se estimó que en EE UU la prevalencia de visitas a SU por eventos adversos por medicamentos fue de 4 por 1000 personas. Los medicamentos más comúnmente implicados eran los anticoagulantes, antibióticos, productos para la diabetes y analgésicos opiáceos”.
Presentamos un resumen de los resultados del estudio por grupos etarios:
Adultos mayores de 65 años
La proporción de eventos adversos a medicamentos fue mayor entre los adultos de más de 65 años – 34,5% de las visitas a los SU en 2013-14, en comparación con 25,6% en 2005-06. Las tasas de hospitalización a partir de la consulta a emergencias también fueron más altas para este grupo (43,6% visitas), siete veces superior que para cualquier otro grupo de edad. Cuatro de los 15 fármacos que estuvieron m’as freceutnemente involucrados en las visitas al SU “eran anticoagulantes (warfarina, rivaroxaban, dabigatrán y enoxaparina) y cinco eran productos para la diabetes (insulina, metformina, glipizida, gliburida y glimepirida)”. Adicionalmente, las violaciones de los criterios de Beers (que enumera medicamentos potencialmente inapropiados que los adultos mayores deben evitar) se produjeron en aproximadamente el 3,4% de los casos por tratarse de medicamentos “potencialmente inapropiados” y en el 1,8% de los casos por “medicamentos potencialmente inapropiados que siempre se deben evitar”.
Niños y adolescentes menores de 19 años
Ocho de los 15 fármacos más freceutnemente implicados en las reacciones adversas en este grupo eran antibióticos y dos eran medicamentos típicamente indicados para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Niños de 5 años o menos – los antibióticos fueron la clase de fármacos más comúnmente asociada a eventos adversos.
Niños de 6 a 19 años – Los antibióticos fueron responsable de 31,8% de visitas a los SU y los antipsicóticos fueron la segunda clase de medicamentos en causar problemas. Al menos un fármaco neuropsiquiátrico (anticonvulsivo, antidepresivo, antipsicótico, analgésico opiáceo, sedante o hipnótico, o estimulante) estuvo involucrado en el 23,5% de las visitas a los SU.
Otras edades: Las tasas de eventos adversos también aumentaron para adultos entre las edades de 50-64 en 2013-14 en comparación con 2005-06, pero se mantuvo igual para todos los demás grupos.
De acuerdo a sus datos, los investigadores sugieren que sería beneficioso dirigir los esfuerzos para reducir los eventos adversos asociados a las clases de medicamentos implicadas para cada grupo etario. Por ejemplo, los médicos pueden reducir la prescripción inadecuada de antibióticos para las infecciones pediátricas, a quienes se recomienda posponer la prescripción y mantener una atención vigilante. Los datos también revelan la necesidad de monitorear más de cerca la prescripción antipsicótica a niños. Las prescipciones de antipsicóticos a niños han aumentado dramáticamente en los últimos 20 años, a pesar de las recomendaciones contra su uso. Los antipsicóticos no están indicados como terapia de primera línea para niños y a menudo se prescriben fuera de etiqueta. La monitorización de la receta puede ser especialmente importante en el caso de niños con problemas de desarrollo, como el autismo.
Los investigadores informaron de que los programas de manejo de anticoagulantes para los adultos mayores están dando resultados prometedores. Teniendo en cuenta las tasas de prescripción inadecuada de medicamentos para adultos mayores, los autores informan que “los criterios de Beers tienen utilidad limitada para identificar a las poblaciones de pacientes en mayor riesgo de sufrir eventos adversos por medicamentos” y podrían tener que ser reemplazados por otras guías más específicas.
Finalmente, los investigadores describen las limitaciones de su estudio que pueden haber llevado a subestimar eventos adversos medicamentosos: 1) limitar la recolección de datos a visitas a SU; 2) la posibilidad de que los médicos de los SU no detecten eventos adversos de baja severidad; 3) la eliminación en este análisis de eventos adversos mortales; 4) la eliminación en este análisis de las visitas a los SU relacionadas con el abuso o la autolesión; y 5) no calcular las tasas por prescripción, lo cual podría haber proporcionado más datos para identificar tendencias específicas.
Los autores concluyen: “Hay una gran oportunidad para mejorar la seguridad del paciente concentrando la atención en los eventos adversos de medicamentos que consistentemente son frecuentes, serios y medibles”.
Referencias
1. Shehab, N., Lovegrove, M. C., Geller, A. I., Rose, K. O., Weidle, N. J., & Budnitz, D. S. (2016). US Emergency Department Visits for Outpatient Adverse Drug Events, 2013-2014. JAMA, 316(20), 2115-2125. doi:10.1001/jama.2016.16201