Precios
Los precios de la insulina de Lilly están bajo el microscopio (Lilly insulin prices come under microscope)
John Russell
Indianápolis Business Journal, 26 de agosto de 2017
https://www.ibj.com/articles/65163-lilly-insulin-prices-come-under-microscope?utm_source=this-week-in-ibj&utm_medium=newsletter&utm_campaign=2017-08-26
Traducido por Salud y Fármacos
Durante los últimos 20 años, mientras el precio de un galón de leche subió un 23% y el impuesto de revisión de una camioneta Dodge Caravan subió un 21%, el precio de lista de la insulina Humalog, fabricada por Eli Lilly, subió un 1.157%.
Otras insulinas de Lilly también registraron fuertes aumentos de precios, incluyendo Humulin, que se encuentra en el mercado desde 1982. Ha tenido un aumento de precio de casi 800% en las últimas dos décadas.
Los inflados y crecientes precios de Lilly, que tiene su sede en Indianápolis, y de otros dos fabricantes de insulina cuyos precios están subiendo a tasas similares, están generando conmoción entre los diabéticos. En los últimos meses, los pacientes presentaron demandas y pidieron al Congreso de la nación que investigue, y ahora planean una manifestación el mes que viene frente a la sede de Lilly en Indianápolis.
Estás acciones están llamando la atención sobre la franquicia más vieja y famosa de Lilly. La compañía fue la primera en producir grandes cantidades de insulina en la década de 1920, contribuyendo a que pudiera atraer a científicos y hacer otros descubrimientos farmacéuticos importantes en otros campos, desde el cáncer hasta la depresión.
Es un momento crítico para Lilly, que está intentando aumentar su dominio en el mercado de los medicamentos contra la diabetes, valorado en US$10.000 millones, y tiene como rivales principales a Sanofi de Francia y Novo Nordisk de Dinamarca.
El gerente general de Lilly, David Ricks, continúa señalando a la diabetes como un área clave para la inversión y el crecimiento, pero la capacidad de la compañía para mantener satisfechos a los pacientes y a sus médicos podría depender de cuán bien aborden el tema de los precios.
Algunos médicos dicen que los altos precios de la insulina, que han puesto todas las industrias, están obligando a los pacientes con problemas financieros a racionar o interrumpir sus medicamentos, lo que podría generar problemas médicos graves.
“Es algo cotidiano”, dijo el Dr. Michael Hancock, un endocrinólogo de Franciscan Health. “Lo vemos en al menos un 15 a 20% de las consultas médicas, los pacientes dicen que no pueden pagar la insulina”.
A veces, dijo, los pacientes no se molestan en decirlo hasta mucho más tarde, cuando sus niveles de azúcar en la sangre se descontrolan.
Si no se trata, la diabetes puede provocar enfermedades cardíacas, enfermedades renales, úlceras en los pies y daños oculares. Aproximadamente 30,3 millones de estadounidenses, o el 9,4% de la población, tienen diabetes, en comparación con los 29,1 millones en 2014.
Lilly comercializó Humalog en 1996 con un precio de lista de US$21 por vial, que para muchos pacientes representa alrededor de un mes de tratamiento. Durante las siguientes dos décadas, la compañía aumentó el precio de lista más de 30 veces, incluyendo un aumento del 8% en la primevara de 2017. El vial ahora tiene un precio de lista de US$274,70.
Esas cifras fueron compiladas por Truven Health Analytics, una empresa que investiga el mercado. Truven dijo que no sabía si el precio de la insulina aumentaba más rápido que el de otras clases de medicamentos.
Lilly reconoció que el precio de Humalog y otras insulinas ha aumentado considerablemente, pero dijo que pocas personas pagan el precio de lista. En cambio, dijo la compañía, pagan menos por los rebates y descuentos que se han concertado con los administradores de beneficios de farmacia, que son las compañías que negocian los precios de medicamentos para las empresas de seguros médicos.
“Así que realmente hay que mirar los precios netos que pagan las compañías de seguro”, dijo Mike Mason, vicepresidente del negocio de diabetes de Lilly en EE UU. “Los precios netos han bajado desde 2009”.
Los ingresos de Lilly en EE UU por las ventas de Humalog cayeron un 5% el año pasado, a US$1.680 millones, a consecuencia de los “precios más bajos”, según el informe anual de la compañía.
Sin embargo, Lilly se negó a revelar los precios netos de sus insulinas, diciendo que era información confidencial en una industria altamente competitiva.
“Nuestros abogados no nos permiten hablar sobre precios netos o rebajas”, dijo Mason. Señaló que Lilly tiene programas de asistencia al paciente que reducen el costo del tratamiento y en algunos casos lo regalan.
Resistencia del paciente
El año pasado, los medicamentos para la diabetes constituyeron casi el 25% de los US$21.200 millones que ingresó Lilly. La compañía no quiso decir cuán rentables son los medicamentos de insulina comparados con otras clases de medicamentos.
Pero los expertos dicen que los fabricantes de medicamentos se han vuelto cada vez más agresivos en promover el uso la insulina para aumentar sus ingresos. Según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, el precio promedio de la insulina más que se triplicó, de US$231 a US$736 anuales para un paciente típico, entre 2002 y 2013.
Durante el mismo período, la inflación general subió un 32%, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE UU.
Michael Schwarb, de 57 años dijo que gasta unos US$300 al mes para tratar su diabetes tipo 1, una afección por la cual el cuerpo deja de producir su propia insulina.
Ha estado utilizando insulina desde 1974, y ahora necesita cinco administraciones diarias de Humalog de acción rápida de Lilly, y una de Levemir de acción intermedia, fabricada por Novo Nordisk.
Su gasto mensual en realidad es bajo para los estándares de diabetes porque Schwab cuida su dieta y, como un ciclista de resistencia, cada semana pasa horas haciendo ejercicio.
Aun así, le está poniendo nervioso. Dijo que abandonó su plan de seguro con deducible alto porque no cubría sus insulinas hasta que hubiera pagado de su bolsillo US$6.000 al año. Por lo que ahora no tiene seguro que cubra el costo de los medicamentos.
Trabaja como representante del servicio al cliente en una empresa de gráficos, y para llegar a fin de mes, a veces usa insulina caducada o tiene amigos que le donan su insulina.
“Realmente no veo razón para el aumento de precios”, dijo Schwab. “Muchas de estas insulinas han estado en el mercado durante años. Es una especie de delito que cobren tanto para mantenerme con vida”.
Desafío legal
La tendencia hacia planes de seguro de deducible alto significa que más pacientes están sintiendo las consecuencias de los costos de los medicamentos, incluyendo las insulinas.
La cartera de la diabetes
Eli Lilly ha estado produciendo insulina y otros tratamientos para diabetes durante casi un siglo, fue la primera farmacéutica en comercializar insulina (llamada lletin fabricada de los páncreas de ganado) en 1923. Aquí se pueden ver los medicamentos que Lilly tiene hoy para la diabetes.
A principios de este año, un grupo de pacientes entabló una demanda en una corte federal en Massachusetts, acusando a los tres principales fabricantes de insulina de violar las leyes federales de delincuencia organizada aumentando sistemáticamente los precios.
La demanda alegaba que los fabricantes de medicamentos habían estado aumentando los precios, casi al mismo tiempo, para ampliar los descuentos y las rebajas a los administradores de beneficios farmacéuticos. El efecto práctico, según la demanda, fue obligar a los pacientes a hacer pagos “de bolsillo abrumadores”.
Lilly y los otros fabricantes de medicamentos dicen que la demanda no tiene mérito y planean enfrentarse a ella.
Los médicos dicen que los pacientes más vulnerables a los aumentos de precios son los que no tienen seguro, los que tienen planes de seguro con deducible alto y los que tienen Medicare, porque hay una porción del gasto farmacéutico que Medicare no cubre que se conoce como “el agujero del donut”.
El agujero del donut se refiere al límite de lo que Medicare cubre por los medicamentos. La brecha comienza cuando los gastos incurridos por el paciente llegan a cierta cantidad, y entonces el paciente tiene que pagar de su bolsillo.
Una opción es comprar una insulina genérica de Novo Nordisk comercializada por Walmart por alrededor de US$25 por vial, dijeron varios médicos.
El Dr. Paris Roach, endocrinólogo de Indiana University Health “Creo que es una desgracia que haya estos aumentos de precios”, dijo. “Es simplemente una locura. … Nos encontramos teniendo que cambiar a insulinas menos costosas, algo que podemos hacer, pero si alguien está estable con un medicamento, el cambio siempre es perjudicial”.
Otro desafío es que los médicos a menudo no saben qué planes de seguro tienen los pacientes, dijo el Dr. Clark Perry, un endocrinólogo de Community Health Network.
“Pero puedo decirles que es muy frecuente que el paciente regrese y nos diga que necesita algo menos costoso”.
Buscar la innovación
Para Lilly, innovar en el campo de las insulinas es un proyecto en marcha.
En los últimos años, la compañía ha lanzado varios medicamentos nuevos contra la diabetes, incluido Jardiance, promovidp por sus beneficios para bajar el peso, y Trulicity, un medicamento que se toma una vez a la semana.
La compañía indica que la diabetes es una de las cinco enfermedades principales en las que trabajan, y que tiene un futuro muy promisorio. Lilly está desarrollando siete medicamentos para la diabetes. En marzo, la compañía dijo que va a gastar US$85 millones en ampliar una planta que fabrica las plumas de inyección Trulicity en el Lilly Technology Center en Inidanápolis.
Mientras tanto, Lilly y sus competidores deben lidiar con una creciente ola de ira. La Asociación Americana de Diabetes está haciendo circular una petición solicitando más transparencia, accesibilidad y acceso a la insulina.
También le pide al Congreso que organice audiencias con todos los actores de la cadena de suministro de insulina, incluyendo los fabricantes de medicamentos, aseguradoras, farmacéuticos y cadenas de farmacias, “para garantizar que todas las personas que usan insulina tienen acceso asequible” a la medicina que salva vidas. Hasta el momento, más de 225.000 personas han firmado la petición.
El año pasado, el Senador Bernie Sanders solicitó al Departamento de Justicia y a la Comisión Federal de Comercio que investiguaran a los fabricantes de insulina por una posible colusión de precios. En una carta a las agencias, señaló 13 casos en los que los precios de las marcas de insulina Lilly, Sanofi y Novo Nordisk aumentaron al mismo ritmo, una practica que se conoce como precios sombra (shadow pricing).
“La patente original de insulina expiró hace 75 años”, decía la carta de Sanders. “En lugar de bajar los precios, como cabría esperar después de décadas de competencia, tres fabricantes de medicamentos que fabrican diferentes versiones de insulina han aumentado continuamente los precios de esta medicina que salva vidas”.
El próximo mes, los críticos llevarán su queja a los establecimientos de Lilly. Según un folleto que circula en Internet, el 9 de septiembre, a partir de la 1 p.m. y hasta 3 p.m., dos grupos de pacientes planean manifestarse en la sede de la compañía. Su objetivo: “detener el aumento de precios” de los medicamentos para las personas con diabetes.
La organizadora principal es Elizabeth Rowley, quien fue diagnosticada con diabetes tipo 1 a los 4 años, aunque creció en Illinois, ahora vive en Inglaterra.
En un intercambio de correos electrónicos con IBJ, Rowly dijo que no podía regresar a EE UU por temer a que el costo de la diabetes la arruinaría o la obligaría a tomar “decisiones increíblemente peligrosas”.
“A los fabricantes de insulina les gusta señalar a la ‘complejidad del sistema’ para esquivar su responsabilidad en la crisis de los precios de la insulina”, escribió. “Si bien el sistema está ciertamente roto, lo cierto es que en definitiva estas compañías son las que establecen los precios”.
Nota del Editor: puede leer más sobre este tema en https://khn.org/news/timeline-insulin-market-under-scrutiny/ (en inglés)