Investigaciones
Nivolumab y pembrolizumab: cardiomiopatía
Revue Prescrire 2018; 38(413):188-189
Traducido por Salud y Fármacos
Nivolumab y pembrolizumab son anticuerpos monoclonales que bloquean los receptores PD-1 (muerte celular programada tipo 1) localizados, concretamente, en los linfocitos T. De este modo, aumentan la actividad de estas células, que actúan contra las células tumorales. Son inmunoestimulantes que se emplean en varios tipos de cáncer [1,2].
El Centro de Farmacovigilancia Regional en Marsella (Francia) analizó los informes de cardiomiopatía atribuidos a nivolumab o pembrolizumab que se registraron en la base de datos de farmacovigilancia francesa entre el 1 de septiembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2016 [3].
En total, se identificaron 10 casos de cardiomiopatía en pacientes con edades entre 32 y 88 años: ocho casos con nivolumab y dos casos con pembrolizumab [3]. Dos pacientes también se expusieron a ipilimumab, un anticuerpo monoclonal que estimula la proliferación y activación de los linfocitos T mediante otro mecanismo de acción [4]. Los pacientes presentaban melanoma (5 casos), cáncer de pulmón de células no pequeñas (4 casos), o linfoma de Hodgkin (1 caso).
Los trastornos cardíacos aparecieron una mediana de 21 días tras el inicio del tratamiento (rango: 1 día a 6 meses). El resultado, solo conocido en ocho pacientes, fue una clara mejora o resolución de los trastornos tras la administración de corticoides en cinco pacientes, sin mejora en un paciente y fallecimiento de dos pacientes de 72 y 88 años [3].
El mismo equipo identificó otros ocho casos publicados de pacientes que desarrollaron cardiomiopatía: tres con nivolumab, dos con pembrolizumab y tres con la combinación nivolumab + ipilimumab [3].
Análisis de estos informes revelaron varios elementos comunes: inicio frecuente en el primer ciclo de tratamiento, rápido deterioro de la función ventricular izquierda, sin antecedentes de cardiopatía en la mayoría de los casos, y signos de miositis en varios casos [3].
A comienzos de 2018, el resumen de disponibilidad pública incluido en la base europea de datos de farmacovigilancia contenía 30 casos de miocarditis y siete casos de cardiomiopatías atribuidos a pembrolizumab [5].
Un mecanismo autoinmune subyace en la cardiomiopatía, y está relacionado con la activación linfocitaria y la infiltración del miocardio por linfocitos T. La combinación de nivolumab con ipilimumab parece aumentar el riesgo de miocarditis [6-10].
En la práctica. Estos fármacos anti-PD-1 contra el cáncer son recientes y sus efectos adversos aún apenas se conocen, pero parecen ser principalmente de tipo inmunitario. Resulta de particular importancia establecer la conexión entre estos efectos adversos y los fármacos administrados, así como estimular su notificación a los centros regionales de farmacovigilancia.
Referencias