Prescripción
Antibióticos antes de ir al dentista pueden ser perjudiciales (Antibiotics before dental visit can be harmful)
Marcia Frellick
Medscape, 4 de octubre de 2019
https://www.medscape.com/viewarticle/919446
Traducido por Salud y Fármacos
Según muestra una nueva investigación, en algunos pacientes, los antibióticos que se recetan para la profilaxis antes de ir al dentista pueden desencadenar una reacción grave que requiera una visita al servicio de urgencias tras una o dos dosis.
Los hallazgos son particularmente preocupantes porque los dentistas figuran entre los que más antibióticos prescriben, pero es posible que no se enteren de los eventos adversos porque los tratan los médicos, dijo Alan Gross, PharmD, profesor clínico asistente en la Facultad de Farmacia de la University de Illinois en Chicago (UIC).
Con frecuencia, a ciertos pacientes se les recetan antibióticos 1 o 2 días antes de una consulta dental para prevenir la infección como por ejemplo se hace a aquellos a quienes se les ha reemplazado una cadera o rodilla.
Las decisiones de prescripción a menudo las toma conjuntamente un dentista y otro proveedor, como un cirujano ortopédico, dijo Gross. Sin embargo, él y sus colegas demostraron recientemente que el uso profiláctico de antibióticos antes de la mayoría de los procedimientos dentales es innecesario (JAMA Netw Open. 2019; 2: e193909).
En ese estudio, los investigadores evaluaron las 168.420 visitas al dentista realizadas entre 2011 a 2015, que se vincularon a facturas médicas y de prescripciones entre 2009 y 2015. De todas las recetas de profilaxis antibiótica, bajo las pautas vigentes 136.177 (80,9%) se consideraron innecesarias.
Una prescripción innecesaria se definió como antibióticos administrados a pacientes que no se sometieron a un procedimiento que manipulara la encía o la región periapical del diente, y que no tenían un diagnóstico cardíaco para el que, según el protocolo, se requiriera profilaxis.
En su nuevo análisis, presentado en IDWeek 2019, Gross y sus colegas determinaron que 5.260 de las 136.177 (3,8%) recetas innecesarias se relacionaron con un evento adverso relacionado con los antibióticos.
Entre estos eventos adversos hubo 3.912 reacciones alérgicas, desde erupción cutánea hasta una reacción que requirió hospitalización; 1.568 visitas a urgencias; y nueve casos de infección por Clostridium difficile.
La clindamicina se asoció con más eventos adversos relacionados con los antibióticos que la amoxicilina (diferencia de riesgo, 322,1 por 1000 años-persona; intervalo de confianza del 95%, 238,5 – 405,8).
Los dentistas recetan más clindamicina que cualquier otro proveedor de atención médica, dijo Katie Suda, PharmD, del Centro de Innovación para la Atención Médica Crónica Compleja en el Hospital Hines VA y de la Facultad de Farmacia de la UIC, quien fue uno de los investigadores en el estudio original y en el nuevo análisis.
De hecho, los dentistas recetan alrededor del 10% de todos los antibióticos ambulatorios, informó. Para entender el contexto, “los pediatras e internistas prescriben anualmente entre el 10% y el 12% de los antibióticos”.
“También sabemos, según los datos publicados por los CDC a principios de este año, que la prescripción de antibióticos por parte de los dentistas se ha mantenido estable, mientras que vemos una disminución en la prescripción de antibióticos por parte de los médicos”, dijo Suda.
Esto podría deberse, en parte, a que los pacientes acostumbrados a tomar antibióticos de acuerdo con las pautas anteriores podrían presionar a los dentistas para que se los receten, agregó Gross.
Subestimar los eventos adversos
Estos hallazgos son preocupantes porque el 3,8% de las recetas innecesarias, representando más de 5.000 recetas, se asociaron a eventos adversos relacionados con los antibióticos, y eso podría ser una subestimación, dijo Emily Sydnor Spivak, MD, directora médica de programas de administración de antimicrobianos en el Hospital de la Universidad de Utah y VA Salt Lake City Health Care System.
“Este número puede ser bajo ya que sólo abarca alergias, infección por C difficile y visitas al servicio de urgencias durante 14 días”, señaló.
El número probablemente sería mayor si se incluyera la disfunción orgánica y si se hubiera dado seguimiento a los pacientes durante más de dos semanas, dijo Spivak a Medscape Medical News.
Suda estuvo de acuerdo en que los daños podrían estar sub-representados y reconoció que los investigadores no tenían datos sobre las interacciones entre medicamentos, que ocurren frecuentemente con los antibióticos, ni sobre efectos, como náuseas, para los que los pacientes no buscaron tratamiento.
Históricamente, el liderazgo de los programas para manejar adecuadamente los antibióticos no se han centrado en la odontología, “pero eso está cambiando”, dijo Spivak. “Nuestro sistema de salud también tiene muchas lagunas y hay falta de comunicación”. Además, la falta de conciencia y confianza en las pautas juega un papel importante.
Para ampliar los programas de buen uso de antibióticos a la odontología
Reducir las recetas innecesarias de antibióticos requiere un esfuerzo coordinado, dijo. Se debe educar a los prescriptores sobre las pautas y las consecuencias de la prescripción innecesaria, la falta de comunicación debe cerrarse para que los dentistas sepan sobre los efectos adversos cuando se realizan diagnósticos en el entorno médico, y se debe educar a los pacientes sobre los beneficios y riesgos de la profilaxis antibiótica
Los dentistas deberían ser parte de la conversación sobre el uso adecuado de antibióticos y deberían haber simplificado el acceso a la información médica del paciente, agregó Suda.
“Muy pocos consultorios dentales tienen disponible este tipo de información “, dijo. “Los médicos y los proveedores de servicios avanzados pueden apoyar a los dentistas. Los dentistas son los expertos en identificar a los pacientes que necesitan o no profilaxis”.
Se ha implementado un programa de uso adecuado de antibióticos en la Facultad de Odontología de la UIC, informó Gross, “y en nuestra clínica dental de atención urgente disminuimos la prescripción de antibióticos para el tratamiento de infecciones orales en un 70%. Los dentistas aceptaron la iniciativa y la implementaron cuidadosamente”.