Las fusiones y adquisiciones han sido durante mucho tiempo una estrategia de crecimiento para la industria farmacéutica. Facilitan que las empresas amplíen rápidamente sus líneas de investigación y desarrollo, y trabajen en otras áreas terapéuticas, al tiempo que ofrecen a las empresas emergentes de biotecnología una salida rápida y rentable o la oportunidad de convertirse en parte de una empresa más grande [1].
Esta tendencia se ha incrementado en los últimos años, a medida que las grandes empresas farmacéuticas buscan nuevas fuentes de ingresos que reemplacen a los medicamentos de gran éxito que van perdiendo las patentes. En 2019, la industria farmacéutica registró un récord de 1.276 acuerdos de fusiones y adquisiciones por un total de US$411.000 millones [1].
En el 2020, a pesar de la pandemia de Covid -19, la industria farmacéutica siguió adquiriendo productos prometedores en las áreas terapéuticas más lucrativas. La mayoría de estos acuerdos fueron en oncología, donde hubo casi 400 por un valor de US$86,7 billones; comparado con 242 en la lucha contra el Covid 19, por un valor de US$4.000 billones [2]. Estos acuerdos contribuyeron a aumentar el valor bursátil de la industria biotecnológica (SPDR S&P Biotech ETF) en un 50%, comparado con un 19% en el área farmacéutica (SPDR S & P Pharmaceuticals ETF), cuando el crecimiento de la bolsa fue de un 17,6% [2].
A continuación, algunos ejemplos:
AstraZeneca pagó US$39.000 millones por el especialista en enfermedades raras Alexion Pharmaceuticals [2], y por otra parte, AstraZeneca vendió sus medicamentos para la insuficiencia cardíaca y la hipertensión a Cheplapharm por USS$400 millones [3], lo que le permitirá concentrarse en las siguientes áreas terapéuticas: oncología, cardiovascular, nefrología y metabolismo, y respiratorio e inmunología.
Bayer ha comprado Asklepios, conocido de manera más informal como AskBio [4]. Bayer quiere ser líder en terapias celulares y genéticas, y está pagando US$2.000 millones en efectivo y ha puesto sobre la mesa otros US$2.000 si se alcanzan ciertos hitos [4]. El objetivo de Bayer es aprovechar los descubrimientos de AskBio para desarrollar terapias para la insuficiencia cardiaca congestiva, entre otras. Este acuerdo permite que Bayer desarrolle productos que pueden cambiar la medicina y que el grupo AskBio tenga el apoyo financiero que necesita para pasar de trabajar en enfermedades raras, a producir terapias genéticas para un mercado masivo, una tarea enorme [4]. Bayer también ha adquirido a KaNDy Therapeutics y ha establecido 18 alianzas, incluyendo con Recursion, Daré Bioscience y varias en China [4].
Biogen, apuesta por un tratamiento que fracasó, y está pagando US$1.530 millones por los derechos comerciales de un medicamento para la depresión de Sage Therapeutics que obtuvo resultados decepcionantes en su último ensayo clínico importante [5]. Según este acuerdo, Biogen pagará a Sage US$875 millones en efectivo, y comprará US$650 millones en acciones con una prima del 40%. A cambio, Biogen tiene derecho al 50% de las ganancias estadounidenses por las ventas de zuranolona, un medicamento para la depresión que podría comercializarse en 2022, y un tratamiento en una etapa más temprana de desarrollo para los trastornos del movimiento [5]. En este momento se están realizando tres ensayos clínicos con zuranolona, si los tres son positivos, los analistas dicen que este medicamento eventualmente podría generar más de US$2.000 millones en ingresos, pero si uno o más fallan, es posible que la empresa nunca recupere su inversión. El acuerdo con Sage también otorga a Biogen los derechos comerciales de la zuranolona fuera de EE UU, excepto Japón, Taiwán y Corea del Sur. Sage tendría derecho a pagos escalonados de regalías en función de las ventas [5]
Gilead Sciences Inc, pagó US$21.000 millones por el productor de antineoplásicos, Inmunomedics Inc [2].
Merck compró un medicamento experimental de OncoImmune para tratar el Covid 19 por US$425 millones [6], y un mes después decidió invertir US$1.000 millones para colaborar con una pequeña empresa de biotecnología, Janus Therapeutics, basada en San Diego y trabajar en las dianas de dos tratamientos oncológicos. Merck financiará la I+D de los programas, y Janus tendrá derecho a recibir regalías por los productos que resulten de esta asociación [6]. Merck también compró VelosBio por US$2.750 millones, por su anticuerpo conjugado a fármaco dirigido a ROR-1 [6]; y ofreció US$4.500 millones por Seagen en septiembre, para acceder a ladiratuzumab, un producto que combinado con Keytruda aportó muy buenos resultados en los ensayos iniciales para el cáncer de mama triple negativo. Como parte de este acuerdo también tendrá acceso a Tukysa, el tratamiento para el cáncer de mama HER 2 positivo [7].
Mylan pagará US$757 millones para absorber el negocio de los tratamientos para la trombosis de Aspen Pharmacare en Europa [8]. Este acuerdo no solo convertirá a Mylan en el segundo mayor proveedor de estos productos en Europa, sino que también reforzará su infraestructura comercial para ampliar aún más el acceso a inyectables complejos. Aspen, con sede en Sudáfrica, conservará los derechos de licencia de sus medicamentos contra la trombosis en los mercados emergentes [8]. Con la adquisición, Mylan obtiene acceso a los anticoagulantes que se venden bajo las marcas Arixtra, Fraxiparine, Mono-Embolex y Orgaran, cuyo total de ventas combinadas fue de aproximadamente US$272 millones en el período de 12 meses que finalizó en junio de 2020 [8].
Pfizer pagó US$4.200 para asociarse con Myovant en la venta de su producto recién aprobado para el cáncer de próstata relugolix en EE UU y Canadá, y así competir con AbbVie. Myovant tiene intención de sacar dos tratamientos nuevos para los fibroides uterinos y para la endometriosis [13]. Pfizer ha ofrecido US$50 millones adicionales para poder distribuir este producto en otros mercados, excepto en algunos países asiáticos [13]. Se espera que las ventas de relugolix superen los US$1.000 millones anuales.
Royalty Pharma ha invertido US$3.300 millones en un acuerdo con la Cystic Fibrosis Foundation para comprar las regalías de CF de Vertex, es el mayor acuerdo de regalías de la historia. Según el acuerdo, si las ventas netas mundiales anuales de Vertex superan los US$5.800 millones, el 50% de las regalías vuelven a la CF Foundation [9]. Con esto Royalty Pharma espera que la Fundación siga desarrollando terapias [9].
Sanofi ha apostado por los tratamientos inmunoterápicos. Acaba de llegar a un acuerdo con Kymah por US$1.500 millones (US$1.100 de entrada y el resto si se superan ciertas metas regulatorias), lo que le otorga todos los derechos sobre su producto KY1005, y le permite ampliar su gama de inmunoterápicos. En agosto se concluyó el ensayo clínico Fase IIa de KY1005, y se espera que pueda tratar un amplio rango de enfermedades inflamatorias y autoinmunes [10]. Anteriormente, en noviembre, Sanofi invirtió US$378 millones en Kiadis (pagando más del triple de su valor en el mercado), una empresa holandesa que se especializa en productos de inmunoterapia celular para tratar el cáncer. En agosto compró Principia Biopharma por US$3.700 millones, una empresa especializada en enfermedades autoinmunes, y en diciembre 2019, invirtió US$2.500 millones para comprar Synthrox, por sus tratamientos inmuno-oncológicos [10].
Servier compró el negocio de oncología de Agios Pharmaceuticals, que consta de dos tratamientos aprobados para el cáncer hematológico, tres medicamentos experimentales en ensayos clínicos y todos los empleados de Agios por US$1.800 millones. Agios también es elegible para otros US$200 millones en efectivo y regalías sobre futuras ventas de medicamentos, si se cumplen ciertas condiciones [11]. Esto le permite a Agios concentrarse en las enfermedades genéticas.
Referencias