Resumen:
El tratamiento paliativo ha sido objeto de constantes discusiones, principalmente, en torno al hecho de que los medicamentos opioides son estupefacientes controlados por acuerdos y organismos internacionales, que regulan su acceso y distribución. América Latina cuenta con distintos niveles de distribución de estupefacientes, que son determinados por factores económicos, sociales y culturales. El comercio ilícito y el consumo desmedido han generado barreras que limitan su disposición para el tratamiento paliativo. En este sentido, el presente artículo analiza normativas internas e internacionales que regulan el acceso a estupefacientes dentro del tratamiento paliativo y propone que la garantía del alivio del dolor sea consagrado, expresamente, como parte del derecho humano a la salud.
Nota de Salud y Fármacos: Hay que recordar que el mal uso de estos medicamentos ha causado una epidemia de adiciones en varios países, pero sobre todo en EE UU. El derecho humano a la salud conlleva la responsabilidad de limitar el uso de estos fármacos a las indicaciones apropiadas (ej, cuidados paliativos y tratamiento del dolor en pacientes oncológicos).
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