Políticas y Organismos Internacionales

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

COVAX—creado por GAVI, CEPI y la OMS en abril del año pasado—ha firmado un contrato por 2.000 millones de dosis de vacunas seguras y eficaces contra el COVID-19, que se repartirán tan pronto como se las entreguen.

Además, tenemos derecho preferente sobre 1.000 millones de dosis adicionales.

Sin embargo, aquí está el desafío actual:

En estos momentos, 42 países están repartiendo vacunas seguras y eficaces contra el COVID-19, de los cuales 36 son países de altos ingresos y 6 de medianos ingresos.

Por lo tanto, está claro que el problema es que los países de ingresos bajos y la mayoría de los de ingresos medios aún no están recibiendo la vacuna.

Este es un problema que podemos y debemos resolver juntos, a través de COVAX y el Acelerador ACT.

Desde el comienzo, los países adinerados han comprado la mayoría del suministro de múltiples vacunas.

Ahora podemos ver que tanto los países ricos como los de ingresos medios, que forman parte de COVAX, establecen acuerdos bilaterales adicionales.

Esto podría aumentar su precio para todo el mundo e implica que las personas de alto riesgo en los países más pobres y marginalizados no obtendrán la vacuna.

Algunas compañías y países aún no han presentado los datos claves que requerimos para publicar la Lista de Uso en Emergencia, bloqueando todo el sistema de adquisición y entrega.

El nacionalismo de las vacunas nos perjudica a todos y es contraproducente.

Por otra parte, la vacunación equitativa salva vidas, estabiliza los sistemas de salud y podría ocasionar una verdadera recuperación económica mundial que estimule la creación de empleos.

También nos podría ayudar, de manera considerable, a limitar las oportunidades para el virus de mutar.

Las variantes actuales demuestran que el virus está haciendo todo lo posible por circular más cómodamente entre la población humana.

Esto ocurre con todos los virus, pero hoy en día si no reducimos la transmisión y no nos vacunamos de manera equitativa, lo ayudaremos a desarrollarse.

De ahora en adelante, quiero ver a los fabricantes priorizar y repartir el suministro a través de COVAX.

Les ruego a los países que hayan contratado más vacunas de las que necesitan, y que controlan el suministro mundial, que también las donen y se las entreguen a COVAX inmediatamente, porque hoy mismo puede empezar a distribuirlas rápidamente.

Y les ruego también a los países y fabricantes que no establezcan más acuerdos bilaterales en detrimento de COVAX.

Ningún país es excepcional, y no debería saltarse la fila y vacunar a toda su población, mientras algunos se quedan sin suministro de la vacuna.

La ciencia ha hecho su parte; no desperdiciemos la oportunidad de proteger la vida de los que corren el mayor riesgo, y procuremos que todas las economías tengan la misma oportunidad de recuperarse.

Hay que asegurar que el sistema de salud tenga un sistema de planificación, coordinación, capacitación y logística apto para distribuir vacunas en medio de una oleada del COVID-19 es una tarea descomunal.

La iniciativa cien-cien impulsada por la OMS, UNICEF y el Banco Mundial apoya a más de 100 países para evaluar rápidamente su nivel de preparación y desarrollar planes nacionales específicos para la distribución de las vacunas.

Y hemos alcanzado nuestro objetivo: 100 países ya han completado este proceso y los gobiernos y sistemas de salud están a la espera de lanzar la vacuna.

Estamos listos. COVAX está listo. Los países están listos.

¡Este es el momento de repartir vacunas equitativamente!

Nos encontramos en un momento muy peligroso en la evolución de la pandemia y no quisiera ver que la gente se vuelve complaciente a medida que se van entregando las vacunas.

En los últimos días, se han registrado las mayores cifras de fallecidos durante la pandemia.

Esto ocurre porque en varios países, durante las semanas previas, ha habido falta de adherencia a lo que las autoridades sanitarias aconsejan.

El virus se aprovecha de esto y se propaga a un ritmo alarmante en algunos países.

Quizás algunos crean que no les pasará a ellos y que no necesitan respetar las medidas.

El problema es que antes de que se den cuenta, no respetarlas se vuelve un hábito, las personas a su alrededor copian ese comportamiento y todo el sistema se desmorona.

No respetar las medidas recomendadas otorga al virus la oportunidad de propagarse, lo que pone a sus seres queridos y a usted mismo en riesgo de infección, y más gente desarrollará formas graves de la enfermedad, y así ejercerá aún más presión en los trabajadores de la salud.

La gente tiene que saber que se puede detener al virus, y que el virus puede detenerse en ellos.

Si tuviera que decirle una cosa a la gente que reside en las zonas donde hay gran cantidad de casos, les diría que hagan todo lo posible por evitar juntarse con gente de otros hogares, principalmente en espacios interiores.

Ya que el virus prolifera cuando la gente se junta en grupos —en especial en interiores, donde las personas son menos propensas a mantener el distanciamiento físico, utilizar barbijos y lavarse las manos, y en donde las ventanas permanecen cerradas, no hay ventilación adecuada y por lo tanto todos respiran el mismo aire.

En estos tiempos difíciles, es mejor encontrarse de manera virtual, pero si debe juntarse con otros, hágalo con cuidado y tomando las precauciones necesarias. Siempre que sea posible, júntese en exteriores.

Ninguno de nosotros es excepcional, y cuanto más interrumpamos la cadena de transmisión y detengamos al virus por nuestra cuenta, más casos graves y muertes trágicas evitaremos.

Este es el año del trabajador de la salud. Mostrémosles nuestro respeto y agradecimiento protegiéndonos mutuamente y vacunando a todos los trabajadores del sector salud del mundo ya mismo.

Recuerden: terminar con esta pandemia es uno de los grandes desafíos de la humanidad, y nos guste o no, ganaremos o perderemos esta carrera juntos.

Muchas gracias.